La Fotografía Entre Visión E Imagen.

El autor del texto “La fotografía entre visión e imagen”, Jean-Marie Schaeffer, plantea que la “confusión de géneros”, trae consigo dos cuestiones. Se quiere saber si existen géneros fotográficos y su relación de estos, si existen, con el arte fotográfico. Se enfatiza que el término “confusión” da al planteamiento anterior una respuesta precisa: que la práctica artística de la fotografía deconstruye los géneros, por lo que en efecto se puede decir, que la función de los que practican la fotografía como artistas es desplazar las distinciones de género o confundirlas.

“Género” en fotografía, se refiere a prácticas intencionales reguladas e identificadas como tales por los creadores y los receptores. También se dice que el término, en su sentido débil cuando designa simplemente una clase de objetos cualesquiera reunidos en virtud de una relación de parecido cualquiera.

Al ser tan débil la especificación de esta distinción, se puede ver una subdivisión de la fotografía en diferentes clases según:

• Los medios técnicos utilizados.

o Ejemplo: Blanco-negro o color, polaroid.

• Tipos de práctica social.

o Ejemplo: Publicidad, arte.

• Soportes por la cual accedemos a ella.

o Ejemplo: Libro, periódico.

• Los objetos representados.

o Ejemplo: Familia, cuerpo.

Al analizar estás categorizaciones, se ve que no es conveniente la noción de “género”, ya que estás subdivisiones imponen distinciones funcionales; como la fotografía diferencial, distinciones diferenciales; como los paisajes, o categorías que combinan ambas distinciones; como la fotografía familiar. Estas distinciones corresponden a las categorías genéricas “nativas” en el ámbito fotográfico, identificando los géneros desde un punto de vista en lo que se proponen representar.

La importancia del aspecto funcional es que está directamente ligado al hecho de que sus principios no son estéticos, pero no por eso todas las fotografías no están relacionadas con el arte fotográfico, donde parece ser que esta última solo pudiera definirse como un “arte de hacer”, refiriéndose como que cualquier toma fotográfica se relaciona con el arte fotográfico, o como un conjunto de prácticas valoradas mediantes unos criterios críticos. Aunque ninguna de las dos formas de definir el arte fotográfico puede constituir una definición genérica susceptible, ya que la primera transforma la fotografía en algo coextensivo, y la otra, por su carácter inaplicable. Por lo que el autor deduce que el arte fotográfico no es un género de la fotografía.

El segundo criterio genérico, tiene gran significancia por su ligamiento al estatuto específico de la imagen, ya que se fundamenta en la realización mimética de las competencias visuales, que tiene un anclaje biológico, puesto que se demuestra en el hecho que los bebés son capaces de reconocer representaciones fotográficas. Por lo que las categorizaciones fotográficas se relacionan con mecanismos más elementales que culturales. Por lo que sus limitancias se basan prácticamente por particulares técnicas del dispositivo y la finalidad funcional, ya que tiene –el dispositivo – el fin de ser una prótesis mimética de nuestro acceso visual al mundo.

Tanto en la pintura como en la literatura, las categorías genéricas están relacionadas con tradiciones históricas que detentan criterios de autorregulación muy fuertes que dan lugar a una evolución en la cual la retroalimentación interna desempeña un papel de integración y

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