La Gran Guerra

El desarrollo de la tecnología propició un aumento considerable de la producción en los países industrializados, que buscaron mercados y materias primas para sus productos más allá de sus fronteras, provocando una rivalidad imperialista que desembocó en la guerra.

“Para mantener la expansión imperialista las potencias iniciaron la carrera armamentista, procurando poseer la mejor flota naval para dominar los mares, además de ejércitos entrenados y armados con alta tecnología”.

El desarrollo científico durante el desenvolvimiento de esta guerra influyo de manera directa en la creación de novedosas armas altamente destructivas comparadas con las ya existentes, tal es el caso de: tanques de guerra, aviones tipo Caza, fusiles de enorme calibre, entre otras.

Ante la posibilidad de agresión de las naciones vecinas, los gobiernos desarrollaron planes de ataque que les garantizaron la victoria. De acuerdo con los intereses imperialistas las potencias europeas celebraron alianzas con los países que tenían los mismos objetivos que ellas. Así Alemania, Austria-Hungría e Italia formaron la Triple Entente, y en respuesta Inglaterra, Francia y Rusia, formaron la Triple Alianza.

Los gobiernos de los países europeos, utilizando los nuevos medios de comunicación, estimularon en los pueblos el nacionalismo y el odio contra los países rivales, así como un sentimiento de superioridad hacia las naciones poco industrializadas.

A lo largo del siglo XIX el Imperio Otomano entró en franca decadencia. Los territorios de los Balcanes se fueron independizando poco a poco. Grecia, Serbia, Rumania, Montenegro, Bulgaria y Albania se liberaron del yugo otomano, que debió a su atraso económico, político y social había perdido el rumbo del desarrollo capitalista.

Al desmoronarse el Imperio Otomano, tanto Austria-Hungría como Rusia ambicionaban los territorios de los Balcanes, pues estos eran puntos estratégicos de salida hacia el mar Mediterráneo.

Los otomanos pretendían recuperar sus territorios al mismo tiempo que Austria-Hungría iniciaba la invasión de éstos. Las naciones recién independizadas, para defenderse de las pretensiones imperialistas, formaron la Liga Balcánica bajo la protección de Rusia en 1912.

La Liga Balcánica enfrentó con un éxito al ejército otomano obligándolo a retroceder y a salir del territorio europeo, mientras que el Imperio Austro-Húngaro se presentaba para un posible ataque de la Liga.

La chispa que encendió el fuego fue el asesinato del príncipe heredero de la corona austro-húngara, Francisco Fernando, en la ciudad de Sarajevo a manos de un estudiante serbio en junio de 1914.

Austria, con el apoyo de Alemania envió un ultimátum al gobierno serbio pidiendo que le permitiera al ejército austro-húngaro incursionar en su territorio para controlar las actividades agresivas con Austria y que se despidiera a los oficiales del gobierno serbio que hubieran participado en éstas.

Serbia se rehusó a permitir que los oficiales del ejército actuaran dentro de su territorio, pues esto significaba una violación a su soberanía, por lo que pidió ayuda a Rusia.

“El 28 de julio de 1914, Austria declara la guerra a Serbia”.

En un principio solos seis naciones intervinieron en el conflicto. Por un lado los Aliados, formados por Inglaterra, Francia, Rusia y Serbia; y por el otro las que se conocieron como Potencias Centrales, integradas por Alemania y Austria-Hungría, a las que más tarde se les unirían el Imperio Otomano y Bulgaria. Aunque Italia había formado parte de la Triple Alianza con Alemania y Austria-Hungría, cuando empezó la guerra se declaró neutral y en 1915 se unió a los Aliados, pues éstos le prometieron parte del territorio de Austria y la posibilidad de ampliar sus colonias en África. Japón se unió a los Aliados en 1914, mientras que Estados Unidos y China lo hicieron en 1917. Al final había 37 países involucrados en la guerra, que duró cuatro años y llevó a más de 61 millones de personas al campo de la batalla.

“Durante la primera fase de la primer guerra mundial, Rusia se movilizó hacia los Balcanes, temiendo que Austria-Hungría derrotara a Serbia y se apoderara de esa región”

Esta movilización causó alarma en Alemania, pues si Francia entraba a la guerra tendría que luchar en dos frentes: en el frente oriental contra Rusia y en el occidental contra Francia, por tal motivo, decidió actuar con rapidez para inmovilizar a Francia, enviando un ejército altamente entrenado a través del territorio belga. Los franceses, auxiliados por las fuerzas británicas detuvieron el avance alemán en la batalla del río Marne. El ejército invasor se retiró hasta el río Marne, dejando un corredor de 40 kilómetros entre ambos ejércitos, pero los alemanes ya habían logrado ocupar Bélgica y el noreste de Francia.

En el frente oriental también se daban intensas batallas, pero ninguno de los continentes conseguía avanzar.

“La segunda fase de ésta guerra mundial se desarrolló con la guerra de trincheras”. Así, los frentes de guerra se convirtieron en largas trincheras de cientos de kilómetros, desde el Canal del Norte hasta la frontera suiza, en donde los soldados esperaban por meses el desenlace llevando a cabo sólo pequeñas escaramuzas de vez en cuando y sin lograr ningún avance significativo.

Durante meses los cañones, las ametralladoras y los gases venenosos hicieron que la vida en las trincheras fuera una agonía para cientos de soldados. Al unirse Italia a los Aliados, éstos pudieron abrir un nuevo frente al sur y bloquear el aprovisionamiento de sus enemigos, tanto a través del mar del Norte como del mar Mediterráneo.

“La guerra de Trincheras fue terriblemente cruel para los soldados de ambos bandos que permanecían viviendo bajo tierra por meses”.

En febrero de 1916, Alemania planeó un ataque general contra Francia, que tendría como objetivo acabar de una vez por todas con esta nación. La batalla de Verdún en el oriente de Francia, que se prolongó durante diez meses y dejó cuantiosas pérdidas en ambos bandos, resultó ser un fracaso mayor para las Potencias Centrales.

El bloqueo de los Aliados contra Alemania causó una drástica reducción de abastecimientos, por lo que en 1917 los alemanes decidieron inaugurar el frente marítimo utilizando submarinos para neutralizar el poderío inglés en el mar. Tras la Batalla de Jutlandia, los alemanes aumentaron el número de submarinos y bloquearon los abastecimientos británicos.

“En el frente oriental, Austria derrotó a Serbia y ocupó ese territorio.

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