La Lucha Constitucional

Después del asesinato de Francisco I. Madero y de José María Pino Suárez, surgió una gran indignación, en este sentido el Congreso de Coahuila desconoció el gobierno de Victoriano Huerta. El gobernador de esa entidad don Venustiano Carranza decidió encabezar un movimiento revolucionario que luchara por regresar al orden constitucional.

Huerta había logrado atraer a sus filas a Pascual Orozco, Benjamín y Marcelo quienes habían combatido contra Madero. Por otra parte, Huerta había mandado a asesinar al gobernador de Chihuahua Abraham González, que había sido una de las figuras maderistas más representativas. El gobierno de Sonora también desconoció al gobierno huertista y regresó a México Francisco Villa.

Las fuerzas del sur el norte optan por la revolución

Emiliano Zapata aunque había tenido diferencias con Madero optó por no reconocer el gobierno de Huerta aún con la alianza de Orozco, al que en algún momento lo habían considerado como líder de su movimiento. Zapata consideró que la lucha era por la restitución de la tierra, más que por los cambios presidenciales. El 26 de marzo de 1913 Jacinto B. Treviño y otros revolucionarios promulgaron el Plan de Guadalupe, que fue aceptado el 18 de abril por Venustiano Carranza. En el plan original no se hacían ningún tipo de promesas económicas o sociales, se concentraba en el desconocimiento y derrocamiento de Huerta.

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