La Otra Cara De La Pobreza

Siempre fue muy común asociar la pobreza a la desnutrición y delgadez. Sin embargo la pobreza nos ha exigido analizar el por qué se da el exceso de peso en este sector tan vulnerable de la población.

La gordura no solamente se debe a la herencia genética o a comer en exceso, de hecho un 33% de los casos se da por herencia y según un artículo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) un 66% de los casos se dan por condiciones socio ambiental.

La escasez de recursos no les permite adquirir los componentes de una dieta saludable como carne, verduras y frutas, que son demasiado caros. Una persona obesa no significa en absoluto que esté bien nutrida. Lamentablemente la gente adquiere lo que puede y normalmente son hidratos de carbono como arroz y fideos. Lo peor es que ni siquiera los comedores comunitarios logran solucionar el problema ya que tampoco tienen las posibilidades de adquirir todos los productos para una dieta balanceada.

¿Es la falta de educación una de las causas de obesidad en la pobreza?

La licenciada Aschkinasy indica que sí "Evidentemente si la posibilidad de que toda esta gente tuviera acceso a un mejor nivel educativo, y no estoy hablando de educación formal, tan solo si pudiera acceder a la posibilidad de que se les eduque cómo cultivar una huerta, seguramente sería muy diferente la realidad actual.

Según estudios los productos que más consumen los pobres son pan, papas, fideos, harina de trigo, azúcar, aceite de soja, cortes de carne populares más duros y grasosos que los cortes consumidos por los sectores medios. Las canastas dirigidas a la población de menor ingreso se buscan llenar con alimentos que llenen o engañen al estómago como señalan los beneficiarios de esta.

La obesidad se da tanto en hombres como en mujeres de escasos recursos. Sin embargo, la mayor tendencia se observa entre éstas últimas, esto es consecuencia de que estas priorizan la alimentación de los niños y los hombres que salen a trabajar. Lastimosamente las enfermedades que acompañan este problema son tan dañinas como el mismo.

Es inevitable analizar que la desnutrición se transmite de la madre al niño, la obesidad aparece como una de sus consecuencias, y en edades más avanzadas la mala alimentación acompañada por el sedentarismo, no solo los lleva a engordar, sino también a la falta de crecimiento, de irrigación cerebral, que les produce una disminución en su capacidad neuronal que es irrecuperable.

Analizando la desnutrición y una de sus consecuencias más evidentes podemos llegar a la conclusión de que realmente hace falta concientización no solo de las autoridades gubernamentales, sino de toda la población en general, es un problema en ascenso y entre los más afectados están los niños que son el futuro de un país. Se deben analizar medidas alternas que permitan a

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