La Potestas Populi: Una revisión del pensamiento político hispánico y la modernidad
Enviado por Miguelarey • 30 de Septiembre de 2021 • Resumen • 945 Palabras (4 Páginas) • 117 Visitas
La Potestas Populi: Una revisión del pensamiento político hispánico y la modernidad.
Para poder comprender la historia sobre la política moderna es obligatorio y necesario retroceder lo suficiente para analizar profundamente los antecedentes de todas estas ideas ya evolucionadas, es decir, aquellas otras aportaciones en las que se basaron para que estas hayan podido dar el paso hacia la modernidad. Para esto es fundamental remontarnos a un contexto hispánico y de las “Revoluciones Atlánticas” en el que miles de acontecimientos políticos estuvieron vinculados con la Corona Española; se comenzaron a distribuir por todo el ámbito hispánico variedad de textos y documentos relacionados con pensamientos propios, ideas, entre otros de carácter meramente político. Aquí aparecen conceptos que en la actualidad parecen muy claros y concretos, y parecen ser muy identificables por el notorio cambio político que propiciaron en los tiempos de antaño. Se ha hecho una recopilación de todos los procesos políticos hispánicos bajo el contexto antes mencionado por lo que se han revisado algunas interpretaciones antiguas.
La Soberanía popular ha pasado a un plano de total relevancia, es imprescindible para exponer a fondo los cambios y procesos políticos del mundo hispánico, sin embargo, este concepto ha perdido un poco de significado al pasar la Revolución Francesa. En algún punto se comenzaron a esparcir ideas, experiencias, creencias e influencias políticas totalmente distintas, que todo esto en conjunto pasó a ser los denominados “imaginarios compartidos”, que son creados por las mismas sociedades a partir de sus relaciones con el entorno, estos fueron sobreviviendo y adaptándose a diferentes espacios y épocas de esta forma “El imaginario es el referente fundamental al que recurren todos los procedimientos del pensamiento humano”(Baczko,1984;Boia,1998;Castoriadis,1975;Durand,1981;Durand,1994;Le Golf,1985).
Quijada recopila ejemplos varios sobre el concepto y pensamientos ligados al poder legítimo, citando primeramente los conceptos más anticuados de los cuales partieron distintos autores e incorporaron sus ideas a estos, para así crear los mencionados imaginarios que no son más que la evolución de anteriores pensamientos que van se van reforzando entre sí.
Se verán los autores más relevantes dentro de este contexto. Primeramente, como punto de partida tenemos a Francisco Suárez, como referente de Skinner dentro de desarrollos teóricos. Suárez presenta dos conjuntos de principios, el primero parte de que el hombre nace libre, es decir, lo es por naturaleza; por esto mismo el origen del poder legitimo reside en el consentimiento de la comunidad. El segundo plantea que, dado que la comunidad transfirió su soberanía al gobernante, esta ya no se puede recuperar. Se le es considerado a Suárez la máxima representación de la contribución hispánica al pensamiento político moderno. Santo Tomás de Aquino es defensor de la postura de Suárez, al igual que este, coincide en que la legitimidad del poder político reside en la comunidad y se delega y aliena a un gobernante por mero consentimiento, desde una perspectiva cristiana. Después aparece Vitoria que propone dos ideas contradictorias, primero que el pueblo elige a su gobernante y le traspasa su autoridad, después agrega que el poder del gobernante no viene de la comunidad, sino de Dios, por lo que la comunidad no transfiere el poder, solo autoridad. Con el tiempo parecen diversos pensadores en el mundo Hispánico con ideas similares, denominados tomistas por la corriente que siguen, entre ellos se encuentran: Domingo de Soto, Fernando Vázquez de Menchaca y Juan de Mariana, con planteamientos y acciones políticas similares. Por otro lado, estaban dos personajes discípulos de Santo Tomás, Marsilio de Padua y Bartolo de Sassoferrato, los cuales tenían una perspectiva distinta a la de su maestro, sostenían que, aunque el pueblo haya transferido su soberanía a un gobernante, este no podría ser el legislador absoluto, al contrario, tenía que ser temporalmente, ya que la autoridad la debe de tener el mismo pueblo que supervisará si sus gobernantes cumplen con el poder establecido. Todo esto mediante el sistema de elecciones, contradiciendo totalmente a la alienación de Santo Tomás. Siguiendo el pensamiento de estos dos, tenemos a Bartolomé de las Casas quien mantiene que la transferencia de poder del pueblo propicia un acto de libre elección.
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