La Teatralidad En El Espacio Contemporaneo Frances
Enviado por javierdiazrey • 29 de Abril de 2014 • 3.573 Palabras (15 Páginas) • 226 Visitas
LA TEATRALIDAD EN EL ESPACIO CONTEMPORÁNEO
FRANCÉS
CÉCILE VILVANDRE DE SOUSA
Universidad de Castilla-La Mancha
Los componentes de la teatralidad
Si nos dedicamos a reunir algunas definiciones de la teatralidad, podremos constatar su imprecisión. El Diccionario de la Real Academia la define como la "calidad de lo
que es teatral, es decir "lo perteneciente o relativo al teatro". A su vez teatro remite al
"escenario o escena", al "conjunto de todas las producciones dramáticas de un pueblo,
de una época o de un autor" y al "arte de componer obras dramáticas o de representarlas". El gran diccionario Larousse enciclopédico propone dos definiciones. La primera corresponde a la búsqueda de un carácter específico, de una esencia del teatro:
"conformité d'une oeuvre dramatique, plastique ou musicale aux exigences du théátre
considéré en son essence." La segunda definición , como las anteriores, opone texto y
medios escénicos: "qualité d'une piéce qui tient son eíficacité plus de moyens spécifiquement
scéniques que de sa forme littéraire."
Las siguientes definiciones guardan relación con la utilización que Roland Barthes
hizo de esta palabra. En 1954, ya le da un doble significado. Por una parte, este término
le permite evocar la metamorfosis del actor en personaje que constituye la esencia del
teatro: "La théátralité la plus secréte et aussi la plus troublante, celle qui met l'acteur au
centre du prodige théátral et constitue le théátre comme le lieu d'une ultraincarnation1
."
Por otra parte, en el mismo texto, Barthes da a este concepto un contenido más restrictivo, designa los elementos propiamente escénicos que constituyen la representación escénica
(la performance scénique): "Qu'est-ce que la théátralité? C'est le théátre moins le texte,
1. Barthes, R., "Le théátre de Baudelaire" (1954), Essais critiques, Paris, Seuil, 1964, págs. 41-47. c'est une épaisseur de signes et de sensations qui s'édifie sur la scéne á partir de
l'argument écrit, c'est cette sorte de perception oecuménique des artífices sensuels, gestes,
tons, distances, substances, lumiéres, qui submerge le texte sous la plénitude de son
langage extérieure." ¿Hay que ver aquí una reacción en contra de lo que algunos han
llamado el imperialismo del texto en el teatro? Roland Barthes intenta superar esta
oposición entre teatro escrito y teatro representado cuando añade que la teatralidad
debe estar presente desde el primer germen escrito de una obra, es un elemento de
creación y no de realización.
Cualquier reflexión sobre la teatralidad demuestra que se diferencia del texto sin
dejar de estar presente en los resortes dramáticos propios de la escritura teatral. En una
reflexión filosófica sobre la expresividad del cuerpo, Michel Bernard esquiva el conflicto
entre el texto y el juego del actor. Sitúa la teatralidad en la relación recíproca y ambigua
que une lenguaje y cuerpo, signo y discurso. Es cierto que la réplica enunciada por el
actor repite el texto compuesto por el autor pero también difiere de él. El espectador que
conoce el texto puede recibir el discurso del actor como un mensaje que confirma su
conocimiento de la obra o, al contrario, le sorprende con una entonación o una interpretación nueva. La voz del actor permite al espectador distinguir el cuerpo del lenguaje
pero también establece una connivencia entre ellos; realiza ora una separación ora una
fusión entre la forma de la expresión y la forma del contenido. Michel Bernard coloca la
teatralidad en el marco de estas operaciones paradójicas: "La théátralité, á nos yeux, est,
en effet, ce qui dans un méme mouvement, double et différencie corporellement le
langage jusqu'á le contredire et creuse, dualise, spécularise le corps (...). La théátralité
est inscrite structuralement dans l'interférence vocale du corps et du langage et á fortiori
des corps entre eux2
."
Un tercer elemento debe necesariamente añadirse al texto y a la representación
escénica, el encuentro entre el actor y el espectador y más precisamente el efecto que
produce el espectáculo sobre el público. Es lo propio de un texto dramático, escrito para
ser representado, compuesto de diálogos, dar los ritmos, las aceleraciones y deceleraciones
necesarias para mantener el interés del espectador. Con lo cual, del mismo modo que la
lectura se define como "la acción de leer", con Yves Thoret
3
proponemos llamar la
participación del espectador en la representación teatral, la espectatura (la spectature).
El concepto de espacio dramático-teatral se divide también entre el espacio textual sugerido por el autor por medio de acotaciones y/o diálogos y de la "traducción" de
este espacio puramente verbal al espacio teatral de la representación realizado por el
director; éste último siempre tiene dos opciones ante la propuesta del autor: acatarla
fielmente o ignorarla para crear un espacio distinto, como posibilidades extremas, entre
las que cabe una serie de "infidelidades" mayores o menores. El lector de un drama
también recrea el "espacio" del texto en su imaginación. Pero la lectura, aún siendo una
interpretación, no pretende, por lo general, transformar provocativamente la concepción
inicial del autor, tal como sucede con directores dados al experimentalismo.
2. Bernard M., L'expressivité du corps. Recherches sur les fondements de la théátralité, Paris, La
recherche en danse/ Éditions Chiron, 1976, p. 161, 316 y 366-392.
3. Thoret, Y., La théátralité: étude freudienne, Dunod, , Paris, 1993, pág. 11. Ahora podemos decir que, incluso si no puso fin a una teatralidad que se origina
en el texto, la puesta en escena moderna hizo alarde de todos los recursos de la
teatralidad incluida en la escritura escénica. Solicitó la actuación del actor como
vector principal de representación (como lo hicieron por ejemplo Copeau o Vilar), también contribuyó al despliegue de todas las potencialidades del espacio escénico, movilizando en la construcción de una imagen con frecuencia sofisticada, los recursos de la
escenografía,
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