La Vida Del Dictador
Enviado por Gera1697 • 15 de Junio de 2014 • 2.590 Palabras (11 Páginas) • 231 Visitas
Del Orden y Progreso al Sufragio Efectivo, No Reelección
La Caída del Viejo Régimen
Personajes:
Diana Fabiola Estrada Castro: Carmelita Romero Rubio de Díaz y la Adelita 1
Gema Jocelyn, Morales Coronado: esposa de don Bernardo Reyes y la Adelita 2
Gerardo Gálvez Castillo: Justo Sierra y vendedor de periódicos
Roberto Lamarque Rodríguez: ramón corral y músico 1
Alexis Emmanuel Álvarez Martínez: José Yves Limantour
Alexis Fernando Hernández Arreola: James Creelman
Oscar Raymundo Gómez Soto: músico 2 y fotógrafo
Amado Daniel Robles Herrera: don Porfirio Díaz
Rubén Serna Torres: Soldado porfirista
Cesar Aldair Gutiérrez Vega: Bernardo Reyes y francisco s. Carbajal
Bryan Moisés Gutiérrez Conchas: victoriano Huerta y “El Borracho”
Antes de empezar con la obra se dará una pequeña introducción sobre que fue el porfiriato, quien era don Porfirio y que hizo, quienes eran los científicos y se pondrá una grabación de la voz de don Porfirio Díaz
Acto l
Palacio Nacional 1908
La escena empieza en la oficina del presidente don Porfirio en palacio nacional donde se encuentra jugando al póker con limantour, corral y huerta. Ríen brindan y gozan cuando de repente llega justo sierra.
José Limantour: subo la apuesta a 2,500 y además apuesto la hacienda del canutillo en Quintana Roo (pone los papeles en la mesa)
Justo Sierra: (entra con unos papeles en la mano y le dice a don Porfirio) señor presidente que bueno que lo encuentro con limantour, necesito que me aprueben el aumento del salario de los maestros de primaria y que aprueben el presupuesto para la creación de la universidad
José Limantour: ya te dije justo (interrumpiendo groseramente) que no hay dinero, las ultimas sequias han provocado que la venta de maíz baje y con ello el dinero
Justo Sierra: dices que no hay dinero y los encuentro jugando a las cartas apostando con monedas de 10 pesos plata, no seas hipócrita
José Limantour: ¿Cómo me llamaste? (se para) acaso……
Don Porfirio: se me callan los 2 (sigue jugando) o los callo, flor imperial gane. Deme los papeles don justo, (los firma) aquí los tiene, la educación (dirigiéndose a don limantour) es primordial pepe aunque cueste.
Justo Sierra: por cierto ya es hora de que vayamos a la inauguración del alumbrado público de Coyoacán
Victoriano Huerta: para que tenemos que ir, si ya está puesta para que sirve que la prendamos además mezclarnos con el populacho (se burla) que humillación
Justo Sierra: los gobernantes deben de brindar consulta a sus gobernados, no quedarse en sus oficinas a rascarse la panza
Se para furiosa Victoriano Huerta
Don Porfirio: ya cálmense y vámonos que el progreso de Coyoacán nos espera
Acto ll
La escena se desarrolla en Coyoacán a donde han llegado nuestros personajes junto con doña Carmelita Romero Rubio de Díaz y se encuentra el pueblo haciendo una verbena popular, al entrar don Porfirio y su esposa se oye la marcha de Zacatecas y de repente don Porfirio hace una señal y empieza a hablar.
Don Porfirio: he venido hasta aquí, para traer la justicia social, el orden en el gobierno pero sobre todo el progreso que tanta falta le hacía a México, progreso que con el esfuerzo de los mexicanos hemos concedido, recuerdo los días en que en trasladarse de México de a Puebla tardaba de 1 a 2 días hoy gracias al arduo trabajo que hemos realizado, el ferrocarril nos lleva en tan solo unas horas, pues entonces como Dios dijo en la biblia, que se haga la luz (enciende la luz y le empiezan a aplaudir mientras se oye una diana de triunfo)
Se acerca un fotógrafo y les pide a los científicos una foto y se acomodan Limantour en medio sentado y atrás del Justo Sierra y Ramón Corral.
Músico 2: oye Juan
Borracho: que paso chon
Músico 2: quienes son esos que posan para la foto
Borracho: son los niños bonitos o como se hacen llamar “los científicos”
Músico 2: entonces si son científicos han de ser de reguenas gentes no
Borracho: no que guenas gentes ni que nada, si son re rateros, fíjate me acuerdo que un principio si hablaban rete bonito diciendo que traerían la paz y el progreso a México que ya no tendríamos que preocuparnos por nada que habría arto trabajo, pero después de un tiempo se olvidaron de nosotros, se expropiaron nuestras tierras, nos quitaron a nuestras mujeres, nos obligaron a trabajar de sol a sol, todo bajo el lema de “por el progreso de México” si rialmente lo único que espera esos trajeados es que se muera el dictador de don Porfirio para quedarse la presidencia, pero yo ya me arte de esta miseria.
El borracho se aparta del músico con una piedra y grita:
Borracho: muera Porfirio Díaz, que mueran los trajeados (lo somete el soldado y se lo lleva a don Porfirio).
Soldado: que hago con el señor presidente.
Don Porfirio: (se ríe) este gallo quiere maíz (se sigue riendo) lléveselo a las haciendas de henequén de Yucatán o al valle nacional junto con los indios yaquis, que aprendan a respetar al gobierno y recuérdele que guajalote que se sale del guacal termina en mole. (Se lo llevan).
Justo sierra: que sucede señor presidente.
Don Porfirio: nada don Justo, un anarquista que quería hacer un golpe de estado.
Músico 2: (hablando al público) ahora veo aquí, el que dice la verdad se lo llevan, esa es nuestra triste realidad, si no te llevan a una hacienda de henequén te llevan a una de tabaco donde mueres a lo mucho en un año y si te quedas en la ciudad no queda más que trabajar en las haciendas de maíz donde te pagan 3 míseros bilimbiques por 12 horas de trabajo, con eso podemos comer.
En eso una mujer con su niño se acerca al presidente hincándosele.
Adelita 2: señor presidente por favor ayúdeme, no tengo trabajo a mí esposo se lo llevo la leva mi niño está enfermo ayúdeme por su mamacita santa por favor.
Don Porfirio: vaya al hospital ahí la atenderán (se va y la deja tirada en el piso).
Músico 2: (hablando al público) parece que no le importamos, nos manda a lugares donde nunca nos atienden por ser pobres, estamos jodidos.
Acto lll
Palacio nacional, oficina presidencial, marzo de 1908
La escena se desarrolla cuando don Porfirio se encuentra leyendo unos papeles y entra José limantour.
José limantour: señor presidente ha llegado el señor james Creelman que viene a entrevistarlo para la revista person’s magazine
Don Porfirio: hágalo pasar
James Creelman: (entra) señor presidente,
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