La Vision De Los Vencidos
Enviado por gab5 • 10 de Septiembre de 2011 • 10.925 Palabras (44 Páginas) • 4.771 Visitas
MIGUEL LEÓN PORTILLA
VISIÓN DE LOS VENCIDOS
Universidad Nacional Autónoma de México,
DGSCA, Coordinación de Publicaciones Digitales,
Ciudad Universitaria, México D F
ÍNDICE
PRESENTACION 3
INTRODUCCION 4
PRESAGIO DE LA VENIDA DE LOS ESPAÑOLES 20
PRIMERAS NOTICIAS DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES 29
LAS IDAS Y VENIDAS DE LOS MENSAJEROS 36
ACTITUD PSICOLÓGICA DE MOTECUHZOMA 48
LOS ESPAÑOLES SE PONEN EN MARCHA. LLEGADA A TLAXCALA Y CHOLULA 54
NUEVO ENVIO DE PRESENTES Y LA APARICION DE TEZCATLIPOCA EN LAS CERCANIAS DEL POPOCATÉPETL 65
EL PRINCIPE IXTLILXÓCHITL RECIBE FAVORABLEMENTE A LOS ESPAÑOLES 71
LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A MEXICO–TENOCHTITLAN 77
LA MATANZA DEL TEMPLO MAYOR EN LA FIESTA DE TOXCATL 86
REGRESO DE CORTES: LA NOCHE TRISTE 100
COMIENZO EL ASEDIO DE MEXICO–TENOCHTITLAN 111
INCURSIONES DE LOS ESPAÑOLES EN LA CIUDAD SITIADA 122
RENDICION DE MEXICO TENOCHTITLAN 134
UNA VISION DE CONJUNTO. RELACION DE LA CONQUISTA (1528) POR INFORMANTES ANONIMOS DE TLATELOLCO 146
CANTOS TRISTES DE LA CONQUISTA 167
PRESENTACIÓN
Numerosas reimpresiones de esta obra, que es la que ha alcanzado mayor difusión en el conjunto del fondo editorial universitario –varios cientos de miles de ejemplares– han permitido a muchos valorar el drama de la Conquista, no ya sólo desde la perspectiva española, sino también desde la indígena.
Visión de los Vencidos ha marcado el inicio de una nueva forma de historiografía cuyo propósito central es mostrar "la perspectiva y la imagen del otro". No es extraño, por tanto, que este libro concebido y estructurado por Miguel León Portilla, haya sido inspiración de otros. Esta obra en la que hablan quienes contemplaron el enfrentamiento con los hombres de Castilla, ha sido traducida ya en muchas otras lenguas como el inglés, francés, alemán, italiano, polaco, sueco, húngaro, serbo–croata, hebreo, japonés, catalán y portugués. Además de las numerosas reimpresiones que de ella ha hecho la Universidad Nacional, otras más han aparecido en castellano, Cuba y España.
Como lo expresó José Emilio Pacheco, es éste "un gran poema épico de los orígenes de nuestra nacionalidad...un libro clásico y una obra indispensable para todos los mexicanos".
El maestro León–Portilla ha revisado el texto de este libro para la presente edición actualizando la información incluida en el apéndice y en las referencias bibliográficas.
Visión de los Vencidos vuelve a publicarse así en esta decimosegunda edición, conmemorando tres fechas muy significativas: los 450 años de la imprenta en México, 50 años de la aparición del primer volumen de la Biblioteca del Estudiante Universitario y 30 años de la primera edición de este libro, el de mayor difusión de la referidad Biblioteca al servicio, de modo especial, de los estudiantes universitarios.
ROBERTO MORENO DE LOS ARCOS
Coordinador de Humanidades
INTRODUCCIÓN
Revelación y asombro para los europeos de los siglos XVI y XVII, fueron las crónicas, noticias y relaciones de los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo. Europa –continente antiguo, poseedor de larga historia– mostró avidez por conocer las extrañas formas de vivir de esos "pueblos bárbaros", que sus navegantes, exploradores y conquistadores iban "descubriendo".
Los datos aportados, con espontaneidad o con doblez, por los "cronistas de Indias", se recibieron en Europa con el más vivo interés. Pudieron convertirse algunas veces en tema de controversia, pero nunca dejaron de ser objeto de reflexión. No sólo los conquistadores y los frailes misioneros, sino también los sabios y humanistas europeos, los historiadores reales, intentaron forjarse imágenes adecuadas de las diversas realidades físicas y humanas existentes en el Nuevo Mundo.
Los resultados fueron diversos. Hubo "proyecciones" de viejas ideas. Se pensó, por ejemplo, que determinados indígenas eran en realidad los descendientes de las tribus perdidas de los judíos. Tal es el caso de fray Diego de Durán a propósito del mundo náhuatl. Otras veces las relaciones e historias eran una apología más o menos consciente de la Conquista, como en el caso de Hernán Cortés. En algunas crónicas aparecen los indígenas del Nuevo Mundo como gente bárbara, idólatras entregados a la antropofagia y a la sodomía, mientras que en otras son descritos como dechado de virtudes naturales.
Ruta de los conquistadores
Aprovechando las noticias que llegaban, se escribieron luego en Europa historias con el criterio humanista propio de la época. Bastaría con recordar las décadas De orbe novo del célebre Pedro Mártir de Angleria, en las que tantas veces expresa su admiración al describir las artes y formas de vida de los indios. O el impresionante cúmulo de información de primera mano que acerca de las Indias allegó e incorporó en su Historia General el cronista real Antonio de Herrera. En resumen, puede decirse que la historiografía, no ya sólo española y portuguesa, sino también francesa, inglesa, alemana e italiana, cobraron nueva vida al hacer objeto de su estudio las cosas naturales y humanas del Nuevo Mundo.
Pero, frente a este innegable estupor e interés del mundo antiguo por las cosas y los hombres de este continente, rara vez se piensa en la admiración e interés recíproco que debió despertar en los indios la llegada de quienes venían de un mundo igualmente desconocido. Porque, si es atractivo estudiar las diversas formas como concibieron los europeos a los que, por error, llamaron "indios", el problema inverso, que lleva a ahondar en el pensamiento indígena –tan lejano y tan cercano a nosotros– encierra igual, si no es que mayor interés. ¿Qué pensaron los hombres del Nuevo Mundo, en particular los mesoamericanos, nahuas, mayas y otros al ver llegar a sus costas y pueblos a los "descubridores y conquistadores"? ¿Cuáles fueron sus primeras actitudes? ¿Qué sentido dieron a su lucha? ¿Cómo valoraron su propia derrota?
Es cierto que estas preguntas no podrán contestarse en todos los casos. Mas, por lo menos, habrá algunas respuestas, tratándose de las culturas indígenas que alcanzaron mayor desarrollo. Sus textos y pinturas por una parte, y las relaciones españolas por otra, constituirán las dos caras distintas
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