La búsqueda De Mejores Condiciones De Vida: Las Migracione

La búsqueda de mejores condiciones

de vida: las migraciones

La búsqueda de mejores condiciones de vida, el deseo de seguridad física y económica y la aspiración a una mejor calidad de vida engendran migraciones tanto en el interior de los propios países como más allá de las fronteras. En este campo se manifiestan dos tendencias opuestas: a) el aumento de los flujos migratorios, y b) la disminución del número de empleos en oferta dentro de muchas economías. La migración puede ser temporal o permanente. La primera, conlleva la ruptura de la vida familiar y deja a las mujeres excesivamente sobrecargadas con el trabajo agrícola y el doméstico. La migración permanente, ya se refiera a jóvenes o a familias, separa a los individuos de sus raíces culturales y priva de sus habitantes a las comunidades.

En los países en desarrollo, las migraciones son principalmente internas, del campo a las ciudades. La agravación de la pobreza, la ausencia de tierras cultivables disponibles, y la degradación del medio ambiente, empujan a 20 o 30 millones de los más pobres del mundo23 hacia las zonas urbanas que han crecido dos veces más deprisa que las zonas rurales entre 1950 y 1990. En 1950, vivía en las ciudades menos de una de cada tres personas, es decir, 737 millones de personas en total. En 1995 se contaban 2.584 millones de habitantes en ciudades, es decir, el 45% de la población mundial24.

En muchos países la expansión de las ciudades ha sido desequilibrada: en 1980 por ejemplo, el 36% de la población urbana de África vivía en la ciudad mas grande de cada país, frente al 28% en 196025. El número de ciudades de más de 1 millón de habitantes ha pasado de 83 en 1960 a 325 en 199526

El crecimiento rápido de las ciudades afecta a la calidad de vida de todos sus habitantes. Los emigrantes, a menudo se encuentran en barrios superpoblados, sin redes de saneamiento ni de conducción de agua, sin electricidad y sin carreteras o verdaderas calles. Estudios realizados recientemente en diez grandes ciudades de países de renta baja han mostrado que cada familia no dispone más que de una media de 6,1 m de superficie y que el 44% de las familias no tienen acceso directo al agua potable27.

La Comisión está convencida de que la mejora sostenible de la calidad de vida implicará una reducción generalizada de los flujos migratorios de todo tipo y de las tensiones que los acompañan.

La Comisión estima también que, si el desarrollo y la inversión en las zonas rurales no se hacen más equilibrados y si se reducen en las ciudades la tensión y la inseguridad, el futuro sólo será urbano. El número de ciudades de más de 1 millón de habitantes se ha multiplicado por 4 en 35 años; la ONU además estima que en 2025 el conjunto de la población de las grandes ciudades del mundo ascenderá a 5 mil millones de habitantes, lo que significa que al menos dos de cada tres personas vivirán en ambiente urbano28.

Este crecimiento de las ciudades plantea a sus responsables problemas muy complejos, que a veces se les podría calificar de apocalípticos, cuya solución exige importantes medios y ayuda pública. Por esa razón, la Comisión propone que se destine gasto público a las regiones rurales en proporción a su población. Así se podrían crear empleos; una mejor infraestructura social y el desarrollo de los servicios permitirían luchar contra la pobreza, mientras que los transportes, el comercio y otros sectores de actividad contribuirían a crear medios de subsistencia. Diversos estudios sobre Bangladesh han demostrado que una mejor infraestructura ayuda a reducir la pobreza de modo significativo29. La creación de nuevas zonas para habitar y la reordenación del territorio, especialmente una reforma del urbanismo, permitirían atenuar las excesivas presiones que se ejercen sobre las aglomeraciones urbanas.

Pero, en los países en desarrollo existen además migraciones entre regiones rurales motivadas también por la búsqueda de trabajo o de tierra. Estos flujos en gran parte son estacionales y afectan a hombres,

...