La conquista y la independencia de la nueva España

Unidad de aprendizaje: Ciudadanía mundial

Trabajo académico: La conquista y la independencia de la

nueva España

Fecha de entrega: 25/10/2020

Grupo: B Grado: 5 Turno: Vespertino

En 1517, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, ordenó a Francisco Hernández de Córdoba dirigirse con sus hombres hacia la península de Yucatán, pero fueron atacados por los mayas, posteriormente recorrieron las costas del golfo de México y regresaron a Cuba para mostrar los objetos de oro que habían arrebatado a los naturales. Tras la muerte de Hernández de Córdoba debido a las heridas recibidas durante la expedición. Diego Velásquez decidió designar a Juan de Grijalva para encabezar la segunda expedición a suelo mexicano en 1518. Grijalva recorrió la isla de Cozumel, Campeche, las costas de Tabasco y Veracruz, sin embargo, debido a los constantes enfrentamientos con los naturales y al considerar la condición de sus hombres, los cuales estaban cansados, heridos o enfermos, decidió retornar a la isla de Cuba. Diego de Velásquez nombró a Hernán Cortés para dirigir la tercera expedición en 1519 a suelo mexicano, sin embargo, Cortés contrató por su cuenta hombres y se hizo de armas, caballos y provisiones, despertando la desconfianza del gobernador de Cuba, quien ordenó su destitución, pero Cortés ya se había dirigido a tierras mexicanas. Tres días después de su partida llegaron a la isla de Cozumel, de allí se pasaron a Cabo Catoche en Yucatán, donde rescató a Jerónimo de Aguilar, un náufrago español que pasó nueve a con los mayas y además aprendió su lengua por lo que resultó de gran ayuda como intérprete. El 12 de marzo llegaron a la ciudad maya de Potonchán, capital del reino de Tabsccoob, con quienes se enfrentaron y vencieron en la Batalla de Centla. Allí fundaron el 25 de marzo a Santa María de la Victoria, la primera población española en México, los nativos de Tabasco les brindaron comida y una interprete llamada Malintzi, quien es conocida como la Malinche. Siguieron la ruta de Grijalva, navegaron la costa mexicana hasta llegar a las playas de Chalchicueyecan frente a la Isla San Juan de Ulúa, en donde el 22 de abril de 1529 iniciaron la construcción del campamento en la playa. Allí mismo entablaron comunicación con Moctezuma a través de sus embajadores, los que se presentaron varias veces con suntuosas ofrendas, Cortés demandó un encuentro con Moctezuma y despachó a los emisarios con un improvisado ofrecimiento al emperador que incluía un casco que atrajo la especial atención de estos por el extraordinario parecido con una reliquia del templo de Huitzilopochtli dios de la guerra, en la gran ciudad de Tenochtitlan, pero Moctezuma comprendió que las pretensiones del invasor iban más allá de obtener el trono, intentaban derrocar sus sagradas divinidades e imponerles una nueva religión. Moctezuma se negó a encontrarse con Cortés y suspendió toda comunicación con los invasores. El campamento entró en crisis por la falta de provisiones por lo que Cortés envió a Francisco de Montejo a explorar las cosas del norte, Montejo llegó al mismo lugar donde llegó Grijalva por lo que decidió regresar al campamento para informarle a Cortés, tras recibir del reporte Cortés dio la orden de abarcar para dirigirse a dicho puerto; Para liberarse de la servidumbre al gobernador Velázquez y así proseguir con sus planes de conquista, a finales de mayo en una improvisada ceremonia, Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz en nombre y bajo la autoridad de su majestad el Rey. Cortés envío por mar las provisiones y la artillería con rumbo al puerto Bernal cerca de Quiahuiztlan y marchó por tierra al norte junto con el grueso de su ejército, donde fueron recibidos por el Cacique Gordo de Cempoala; Cortés, aprovechando que los totonacas estaban en desacuerdo con la dominación mexica, consiguió una alianza comprometiendo el apoyo español contra los mexicas a cambio de la obediencia totonaca a la corona española. En 1525 Cortés se trasladó a orillas del río Huitzilapan, y lo llamaron como Canoas por los españoles. Este asentamiento hoy lo conocemos como La Antigua, pero este presentaba un grave problema, pues la barra del río era muy arenosa y los Galeones debían descargar de Ulúa para no encallar y en 1527 deja de ser villa para convertirse en la Ciudad de Veracruz; Cortés mandó a unir las naves para evitar deserciones, de allí partieron a Zempoala donde se incrementaron fuerzas del cacique gordo y poblados totonacas aledaños. El 16 de agosto de 1519 partieron de Zempoala con dirección Suroeste vordeando las faldas meridionales del Cofre de Perote pasando por Xicochimalco, Ixhuacan y Texutla, continuaron hasta llegar a la población de Xocotlan donde fueron recibidos por el cacique llamado Olintetl, quien magnificando a Moctezuma y el poderío del imperio, pretendía hacerlos desistir de continuar su viaje, pero cortes envío mensajeros a los señores de Tlaxcala ofreciéndoles su ayuda contra los mexica y pidiendo lo recibiesen en paz, pero impaciente por la respuesta dejo ese poblado y avanzó y se adentraron en terrenos del señorío de Tlaxcala fueron recibidos hostilmente por los guerreros otomíes, quienes resguardaban aquellos suelos. Los siguientes días estuvieron enmarcados por constantes enfrentamientos contra las fuerzas tlaxcaltecas y otomíes dirigidas por Xicotencatl el mozo. Para resistir los embates, Cortes y su ejército hicieron cuartel sobre el cerro Tzompantzinco. Al pactar la paz con el señorío, Cortés se desplazó con su ejército hasta Tizutla y de allí a Tepectipac, días después emprendieron camino hacia Cholula; donde fueron invitados a hospedarse allí por las autoridades azteca, pero ya que Cortés sospechaba de una posible emboscada por lo que respondió con un ataque, matando a más de 5 mil cholultecas, después de esto los Cholultecas fueron sometidos y se volvieron aliado de los españoles. Moctezuma al ver lo sucedido, optó por ganar tiempo y les permitió la entrada a Tenochtitlán en noviembre de 1519, donde fueron recibidos por el sobrino de Moctezuma, y además Moctezuma les invitó a entrar en Tenochtitlán y alojarse en el palacio que era de su padre Axayaca; el 8 de noviembre de 1519 se encontraron los dos jefes, Cortés trató de convencer a Moctezuma de unirse al catolicismo y se pusiese bajo las órdenes de su rey Carlos, pero este se negó. Cortez abandono Tenochtitlan a comienzos de 1520 para hacer frente a una expedición enviada por el Gobernador Diego Velázquez con órdenes de aprehenderlo y regresarlo a Cuba. A cargo de la ciudad deja a Pedro de Alvarado. Cuando Cortés regresó a Tenochtitlán, el 24 de junio de 1520, se encontró con que Pedro de Alvarado, cometió una matanza en el Templo Mayor, lo que causo que los indígenas se rebelaran contra los españoles y los expulsaran de la ciudad tras una lucha encarnizada. Se dice que Cortés lloró su pérdida al pie de un árbol en la llamada Noche triste. Los españoles se refugiaron en Tlaxcala, donde hicieron preparativos para atacar la capital de azteca y sometieron a los pueblos ribereños del lago de Texcoco para evitar que los aztecas fueran auxiliados. A la muerte de Moctezuma, Cuitláhuac fue nombrado emperador y se encargó de la defensa de la ciudad, sin embargo debido a una epidemia de viruela. Su lugar fue ocupado por Cuactémoch, sin embargo, tras un largo asedio, la ciudad de Tenochtitán cayó el 13 de agosto de 1521 a consecuencia del hambre y enfermedades como la viruela y la peste. Sobre las ruinas de empezó a construir una nueva ciudad que sería la sede del gobierno español. Las tierras conquistadas por Cortés recibieron el nombre de la nueva España Hernán Cortés fue nombrado gobernador por el rey Carlos V, además recibió los nombramientos de capitán general y justicia mayor y se trasladó a Coyoacán. Por otra parte, Cristóbal de Olid se rebeló contra Cortés en las Hibueras la actual Honduras, por lo que Cortés se dirigió al lugar con un gran contingente armado, durante el trayecto Cortés decidió ahorcar a Cuauhtémoc ante el templo de una rebelión indígena; cuando llegó a su destino, Cristóbal de Olid ya había muerto a manos de Francisco de las Casas. Ante los desórdenes, la Corona española creó la primera audiencia a finales de 1527, presidida por Nuño Guzmán. El rey Carlos V nombró una segunda audiencia en 1531 para poner fin a los desmanes surgidos en la capital de la Colonia y pronto borraron las acciones despóticas de Nuño de Guzmán y procuraron cuidar la integridad de los indios. En 1535 el rey español designó a Antonio de Mendoza para ocupar el cargo de virrey de la Nueva España, entre cuyas funciones se encontraban ejercer el gobierno general y el mando del Ejército, promover la fe católica, presidir la Real Audiencia y supervisar la recaudación de impuestos de la Real Hacienda. La Corona española se preocupó por extender la fe cristiana en las tierras recién conquistadas. La evangelización se realizó gracias a las distintas órdenes religiosas, entre ellas los franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas. El clero secular se encargó de organizar la Iglesia católica en la Colonia. El virreinato de la Nueva España estaba dividido en reinos, los cuales estaban a cargo de un gobernador nombrado directamente por el rey de España. El gobierno de las ciudades lo ejercía el Ayuntamiento, integrado por un alcalde y varios regidores. En algunas ciudades se establecieron alcaldías mayores o corregimientos destinados a velar los intereses económicos de la Corona española. En los territorios apartados y poco poblados se establecieron capitanías a cargo de un capitán general y gobernador, el cual procuraba el bienestar del territorio a su cargo. A mediados del siglo XVI se creó la flota dominada Barlovento, la cual debía patrullar las Antillas y proteger el comercio español Los españoles se convirtieron en el grupo dominador y gozaron de privilegios políticos, económicos y sociales. Los criollos quienes eran hijos de españoles pero nacidos en América, ocuparon puestos menores en el gobierno y el clero. Los indígenas se encontraban en situación de servidumbre. Ante las quejas de los clérigos que se oponían a la esclavitud y maltrato de la población indígena, se trajeron esclavos del continente africano. Los descendientes de las diferentes razas de la Colonia recibieron el nombre genérico de castas; de estas, el grupo más común y numeroso fue el mestizo, seguidos por mulatos y zambos. En la cultura colonial predominó la influencia europea, aspectos de la cultura indígena que fueron absorbidos por la sociedad novohispana, la cual se percibe en el idioma, las costumbres y la religión. Por otra parte, pronto se abrieron centros educativos, seguidos por literatos.

...