La desastrosa historia de un destructor Сaldas

El jefe de armas del destructor (..) me dijo: "No seas infame. La gaviota para el marinero es como ver tierra. No es digno de un marinero matar una gaviota".

Luis Alejandro Velasco, miembro de la tripulación del destructor Caldas, cayó al mar el 28 de febrero de 1995 y “vagabundeó” por medio del océano durante diez días. Al llegar a tierra decidió contar la historia de lo ocurrido en el barco y las razones por las que el destructor Caldas se hundió.

Los medios de comunicación ya habían publicado la catastrófica historia del destructor Caldas, pero ahora, se encontraron con que debían reescribir las palabras sobre el hecho que originó el hundimiento del destructor. ¿Fue el contrabando la causa del hundimiento o una fuerte tormenta?

En el mar un zapato o un cinturón pueden convertirse en comida, un reloj en tu mejor amigo y unas gaviotas en tu única esperanza ¿o quizá en comida? El tic tac del reloj puede llegar incluso a causar más miedo y nerviosismo de verte rodeado y golpeado por tiburones. Los aviones que vuelan por encima tuyo pueden crearte esperanzas de salir de aquel martirio de no poder comer nada, ni una gaviota – ¿o quizá si?-. Tus ojos pueden engañarte y enseñarte una playa cuando en realidad lo que ves es agua y más agua.

Luis Alejandro de Velasco estuvo diez días en medio del mar y como un héroe que no conoce el miedo decidió narrar su historia y engordar así sus bolsillos de dinero. Gabriel García Márquez tras una labor periodística decidió escribir Relato de un naufrago para desvelar un secreto oculto en las profundidades del mar Caribe. A modo de biografía, Relato de un Naufrago, nos cuenta como un joven sobrevivió diez días en una balsa sin comida, sin bebida y sin compañía, sólo estaban él y su reloj.

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