La era dorada de la industrialización
Enviado por chispazoo • 26 de Noviembre de 2013 • Tutorial • 1.886 Palabras (8 Páginas) • 614 Visitas
LA ERA DORADA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.
El Estado mexicano tenía que desempeñar un papel activo en la inversión y en la producción si quería desarrollarse. A finales de los años treinta aumentó sus instrumentos de política económica.
Los siguientes treinta años la economía de México creció a una tasa sostenida anual de 6.4% en términos reales y el PIB per cápita fuente de demanda creció a 3.2%. El sector manufacturero fue el motor del crecimiento, con una tasa de incremento de la producción del 8.2% anual, donde el mercado doméstico fue su mayor fuente de demanda. El país se transformó de una sociedad agraria a urbana, semiindustrial. La población que habitaba áreas urbanas creció de 35 a 58%, la población total de 20 a 48 millones, la producción manufacturera de 15 a 23.3%.
La tasa de inversión de 8.6 a 20% del PIB, la inversión privada en el PIB paso de menos de cinco a más de 13%, la alfabetización alcanzó 76% en 1970, la escolaridad de la población y la expectativa de vida también aumento, mientras que la tasa de mortalidad infantil cayó.
POLÍTICAS COMERCIAL, INDUSTRIAL Y FINANCIERA.
El objetivo principal de la política económica para Manuel Ávila Camacho en 1940 fue la industrialización. La protección comercial fue un instrumento clave de la estrategia de desarrollo. En 1943 firma un acuerdo comprometiéndose a congelar las tarifas de varios productos. En 1944 el gobierno mexicano anunció un sistema de controles a la importación para proteger las industrias nacionales de la competencia del exterior. En 1947 cuando el sistema de control a las importaciones se empezó aplicar, el proteccionismo había sido adoptado oficialmente como un instrumento clave de la política de desarrollo del gobierno. Se sustituyeron las tarifas específicas por tarifas ad valorem a fin de proteger de la inflación los ingresos vía tarifas. La protección comercial amplió, estimulando industrias que sustituyeran importaciones, la política comercial e industrial se enfocó al desarrollo de los bienes de consumo durables, intermedios pesados y a los bienes de capital. La proporción de importaciones sujetas a permiso subió de 17.7 a 68.3% en 1970, combinado con otras políticas para promover la integración industrial local; programas que incluían, exportación, divisas, dichos programas se convirtieron en el instrumento de política industrial más importante durante la segunda etapa, la de la industrialización vía sustitución de importaciones.
A mediados de los años sesenta y setenta la protección efectiva paso de positiva a negativa en la agricultura. La minería y el sector petrolero subsidiaron al resto de la economía mediante bajos precios de la energía. Los impuestos a la exportación como proporción del valor de las exportaciones cayeron de su máximo de 15.1% en 1955 a menos de 5% en 1966.
Las políticas industriales incluyeron incentivos fiscales, que perseguían diversificar la estructura industrial y estimular la formación de capital en las manufacturas. A cambio de las concesiones fiscales las empresas aceptaron condiciones ligadas al control de precios y de calidad y a la capacitación de los trabajadores.
El gasto en materia económica subió de 38 hasta 55% del total del gasto público durante los últimos seis años del periodo, con particular atención en este tipo de gastos en las administraciones de Miguel Alemán, Ruiz Cortines y Díaz Ordaz. El gasto social subió de 8 a 32% hacia el final del periodo. La inversión pública aumentó su participación en el PIB del 3% bajo Cárdenas a 6% bajo la administración de Díaz Ordaz. La asignación para el desarrollo industrial creció hasta alcanzar una participación de 40% de la inversión pública total, contra el 7.4% bajo Cárdenas. Se dio un arreglo con las compañías petroleras americanas expropiadas, así como acuerdos de ferrocarril.
El largo periodo de rápido y sostenido desarrollo económico, alimentado por el conjunto de políticas descritas, se puede descomponer en tres etapas: el auge de la guerra, el periodo de crecimiento con inflación de 1946 a mediados de los años cincuenta, y el periodo que va hasta 1970 (la etapa del desarrollo estabilizador).
EL AUGE DE LA GUERRA, 1941-1945.
De 1940 a 1945 el PIB de México creció a una tasa sin precedente de 6% anual en términos reales, y el PIB per cápita lo hizo a una tasa de 3.2%. La manufactura fue el motor del crecimiento, con una tasa promedio de expansión anual de la producción de 10.2%, mientras la agricultura crecía a 3.3% al año.
La expansión de la demanda externa, fue lo que le dio el más importante impulso a la actividad manufacturera. Las exportaciones de manufacturas aumentaron de 7% a casi 40% en 1945. El total de las importaciones se expandió rápidamente durante la guerra, las importaciones textiles, de productos químicos y vehículos se rezagaron, lo que generó oportunidades a los empresarios privados. El estímulo a la industria también provino del rápido crecimiento de la inversión pública, a una tasa de 14% al año, lo cual generó un auge en la construcción y contribuyó, junto con el aumento de la inversión privada, a un importante incremento de la tasa de inversión total. La fuerte inversión en comunicaciones y transportes hizo que la red carretera para “todo clima” se duplicara.
El nivel de los precios internos entre 1940 y 1945 creció de 14% anual, como resultado de la escasez en tiempos de guerra junto con el impacto monetario del superávit comercial y de las entradas de capital que derivaron en un rápido crecimiento de los créditos bancarios y de la demanda agregada. La participación de los salarios en el PIB cayó de 29.1 a 22.6% entre 1940 y 1945.
CRECIMIENTO CON UN CICLO DE DEVALUACIÓN-INFLACIÓN 1946-1955.
La segunda etapa inicia en 1946, el crecimiento industrial sostenido
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