La gran batalla judia

“La Gran Batalla Judía”

Gracias a la trayectoria que el pueblo judío ha traído a lo largo de la historia, es importante resaltar la importancia de la unión de esta comunidad frente a las situaciones que se le presenten. Si bien, el pueblo judío se reconoce por considerar lo que era sagrado como hermoso, a diferencia de otros grupos históricos. Los judíos experimentaron invasiones, exilios y el derecho de volver a sus hogares, guerras tanto ideológicas como territoriales, ataques en busca del poder absoluto, y aun así en la mayoría de los casos, por no mencionar en todos, eran capaces de reconstruir sus hogares y volverá empezar. Uno de los conflictos a tratar es la helenización y la etapa greco-romana con los judíos.

Se entiende que el imperio griego es un pueblo de la era antigua y desde sus inicios ha sido catalogada como cultura avanzada. Claro está que como cualquier otra civilización antigua tuvo su “era oscura”, ya que era reconocido como un pueblo guerreo en el cual se inculcaba el combate desde la niñez. Sin embargo el imperio griego, como su nombre lo dice logro ocupar un extensa parte del territorio en el cual su poder llego a ser ocupado desde Egipto hasta India gracias al mandato de Alejandro Magno. El liderazgo de Magno se convirtió en unos de los más respetados de la historia, ya que no solo era un guerrero sino que también era un poderoso estratega, la infantería de Alejandro Magno era “la columna vertebral del ejército macedonio” los escudos y lanzas que eran llevadas en “falanges” eran clave para lograr la victoria en sus victorias.

Los griegos no solo eran una civilización avanzada en el ámbito militar, también tenían un gran poder y dominio cultural. Se expandió por todo Medio Oriente su lenguaje, arte, arquitectura, literatura y filosofía. Para los griegos el cuerpo era como un templo, ninguna pate del cuerpo humano era considerada vergonzosa o privada, es decir que no tenían la necesidad de cubrirlas. Además eran politeístas lo que significa que creían en muchos dioses, dichos dioses eran la imagen y semejanza de los hombres. Por el contrario, los judíos creían en la creencia de un Dios único, esto conllevaba a que el pueblo judío tuviera una “absoluta intolerancia” ante otras religiones en las que se adoraba a otro dios o dioses, ya que Dios es solo uno.

Debido a esta situación de los judíos con los demás pueblos, Alejandro Magno quien en ese momento había conquistado Egipto, se estaba dejando llevar por el odio de los samaritanos hacia los judíos y planeaba destruir el Templo.  Después de una visión de un Sumo Sacerdote Magno perdono a Jerusalém y acogió ese territorio como parte de su imperio. En  esa época se decretó entre el pueblo judío que todos los varones primogénitos serian llamados Alexander, así como también se creó una conmemoración el 25 de Tevet. Para los judíos el imperio griego no eran denominados o considerados como enemigos, por el contrario los samaritanos si lo eran; esto se le manifestó a Alejandro Magno y el pueblo judío recibió permiso para eliminar a los samaritanos y luego ser parte del imperio griego de una manera pacífica sin muertes u obligación alguna.

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