La guerra y sus principios
Enviado por Ajmr • 6 de Junio de 2013 • Tutorial • 6.563 Palabras (27 Páginas) • 440 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA
ARMADA BOLIVARIANA
NÚCLEO – DELTA AMACURO
FACILITADORA: INTEGRANTES:
Alejandro Moreno
ING. Sistema
6to Semestre Sección “B”
Mayo del 2013
3.1 la guerra y sus principios:
Origen de la guerra.
Las guerras son Justificadas con ideologías, razonamientos sofisticados o apelaciones a lo sagrado. Se recurre a conceptos insidiosos, como la superioridad racial, el honor nacional o el peligro que un país pueda representar en el Futuro.
Casi todos sabemos sin embargo que detrás de las guerras aparece siempre lo mismo: algún interés material. El estudio de las guerras en las sociedades primitivas nos permite comprender parte de sus causas. Es muy clara la relación entre crisis ecológica y guerra. La escasez de recursos hace a unos pueblos pelear con otros (por ejemplo, los maoríes que llegaron a Nueva Zelanda libraron entre ellos crueles batallas de exterminio tras extinguir a los mocas, las gigantescas aves no voladoras que constituían la base de su alimentación). Las crisis ecológicas que está atravesando nuestro planeta se reflejan en conflictos bélicos: la guerra de Irak por el petróleo o las guerras árabe-israelíes, en las que el control del agua es un factor importante, del que casi nunca se habla. Es indudable que en nuestros genes y en nuestros cerebros anida la agresividad. Pero muchos autores (entre los que destaca Marvin Harris, un defensor de la fuerte influencia de los factores materiales en muchas conductas humanas) cuestionan que estas tendencias innatas tengan un papel muy importante en las guerras. Por sí solas, no las desencadenarían. Únicamente
Cuando las tensiones demográficas y la limitación de recursos se convierten en amenazas para la supervivencia de los grupos estalla la guerra. Su elevadísimo coste justifica que esté tan poco extendida entre los animales. Algunos datos abonan esta hipótesis. Muchos de los grupos humanos actuales que viven de la caza y la recolección, como nuestros antepasados, son básicamente pacíficos. La guerra sólo aparece entre ellos esporádicamente y suele cesar antes de que los efectos sean demasiado dramáticos. Muchas sociedades han aprendido a utilizar sosteniblemente los recursos de su entorno recurren a largos viajes de migración para encontrar territorios vacíos antes que enfrentarse a sus vecinos. Otro dato revelador es que cuando creció la concentración de bienes materiales en determinadas regiones, por efecto de la Revolución Agrícola y posteriormente por la Revolución Industrial, creció exponencialmente la frecuencia y la magnitud de las guerras. Existen sin embargo sociedades actuales primitivas para las cuales la guerrees un elemento central y permanente de la vida. Por ejemplo, los maring de Nueva Guinea. Las características económicas y demográficas de esta sociedad peculiar aportan pistas valiosas acerca de los factores que pueden conducir a que seres humanos afables se conviertan en despiadados asesinos. El que la guerra no suela estar motivada por factores biológicos e irracionales es un motivo de esperanza. Si fuera así, poco podríamos hacer para combatirla. En cambio, podemos actuar sobre los factores económicos y ecológicos que precipitan los conflictos. La mala noticia es que estamos llevando tan lejos nuestra presión sobre el medio ambiente que cada vez es más difícil controlar esos factores. Una guerra está acechándonos cada vesque agotamos una fuente de recursos o restringimos el acceso a ella a los grupos más débiles de la sociedad.
Causas de la guerra.
Desde el punto de vista socio-filosófico, se han avanzado muchas teorías acerca del origen y causas de las guerras. En consecuencia, parece posible tratar de clasificar, muy en general, tales teorías en dos grandes divisiones: laque ve la guerra como producto racional de ciertas condiciones, primariamente condiciones políticas (famosamente, Carl von Clausewitz argumentó que la guerra es la continuación de la política por otros medios) y otra "irracionalista”, que ve la guerra como producto de una tendencia, últimamente irracional, de los seres humanos. Las teorías irracionalistas pueden aproximarse desde dos puntos de vista:
Aquellas que ven el origen de la guerra en causas no anegable a tratamiento racional, por ejemplo, sentimientos religiosos o emociones. El extremo lógico de esta visión -que el hombre es un animal inherentemente agresivo -sujeto a tendencias tanto de competición como cooperación que se observan en animales sociales, situación que demanda la expresión ocasional de tales tendencias- se encuentra en algunas explicaciones ya sea biológica
Psicológicas o de la psicología social del origen de conflictos (ver, por ejemplo: Experimento de Roberts Cave).. La visión alternativa dentro de esta posición ve la guerra como originándose menudo, en equivocaciones o percepciones erróneas. Así, por ejemplo, Lindley y Schildkraut argumentan, a partir de un análisis estadístico, que la cantidad de guerras que se podría aducir tuvieron un origen racional ha disminuido dramáticamente en tiempos recientes (Lindley y Schildkraut ofrecen como ejemplos de tales equivocaciones la Guerra de las Malvinas y la Guerra dé Iraq).La visión alternativa, de la guerra como actividad racional, se basa en dos percepciones. La original de von Clausewitz acerca de la guerra constituyéndola persecución de (objetivos de) la política por otros medios y una percepción posterior (implícita en von Clausewitz) que indica que se recurriría a la guerra cuando se estima que las ganancias superan a las pérdidas potenciales (es decir, a través de un análisis de costo-beneficio). A su vez, se pueden distinguir dos posiciones: 1. La teoría de la primacía de las políticas domésticas: se encuentra, por ejemplo, en las obras de Eckart Kehr y Hans-Ulrich Wehler. Para esta posición, la guerra es el producto de condiciones domésticas. Así, por ejemplo, la Primera Guerra
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