La historia como critica y como ciencia.

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La Historia como crítica y como ciencia

La investigación histórica como la concebimos hoy día, ha sido el producto de una evolución constante en el quehacer de los historiadores e historiadoras, misma que ha respondido a las necesidades de las sociedades dependiendo de sus estadios de desarrollo a través de las diferentes escuelas históricas que han ido desarrollando sus propias metodologías y paradigmas.

Sonia Corcuera, antes de hablar como tal de la historia como crítica y como ciencia, hace una contextualización de las transformaciones por las cuales atravesó la construcción histórica antes de la creación de una metodología científica como tal que fuese aplicable a la historia. Algo que considero muy a acertado, porque nos permite ver a groso modo como fue el devenir de la historia antes de hablar de los logros alcanzados durante el siglo XIX.

Sin  lugar a dudas, desde el  desarrollo de la corriente renacentista y el interés por las culturas antiguas –como ser Grecia y Roma-,  se generara un impacto en las sociedades europeas, con él que se impulsan las artes, la literatura y la ciencia, siendo de gran importancias sus repercusiones porque irán provocando un cambio en la mentalidad y la concepción histórica, posteriormente. Contribuyendo en cierta medida al conocimiento de estas culturas, el interés por ellas daba paso a la traducción y transcripción de documentos de carácter histórico.

Pero como tal, la historia comenzara a tener algunas transformaciones a partir del siglo XVI, que aunque de forma muy leve pero irán configurando lo que se concebía como historia anteriormente, en donde no se recurría ni a la crítica o la interpretación y solamente  giraba en torno a la biografía de los grandes reyes, las descripciones cronológicas, las guerras y las batallas.

En medio de todas esos cambios sociales, los estudios históricos se empieza a centrar en los documento antiguos, y se comienzan a implementar métodos cada vez más rigurosos y minuciosos en el ámbito de la paleografía, es así como surgen los críticos o el Método para el conocimiento fácil de las historias escrito por Juan Bodino; y aunque solo se concentraban en detectar los errores al momento de transcribir los documentos y el ordenamiento de documentos por fechas, esto ya representa un avance, porque a través de los documentos transcritos se permitió tener un mayor acceso al estudio de los procesos anteriores y poco a poco se va dando la exhumación de fuentes.

En el siglo siguiente el papel de los monjes benedictos será crucial para ir puliendo cada vez más el oficio del historiador, en especial Dom Jeam Mabillon. Aunque solamente se dedicaran a rescatar y paleografiar documentos, convirtió su estudio en algo más metódico, ya que se empiezan a cuestionar la veracidad y la legitimidad  de los mismos. Los monjes centrarían sus estudios sobre todo en la genealogía y la cronología, publicando hasta obras para saber cómo verificar las fechas.

Con el movimiento de los ilustrados y los enciclopedistas, subsiguientemente, el quehacer histórico va a variar muy poco, ya que continúan con los mismos preceptos benedictianos, siempre basados en la recolección y verificación de la fuentes para posteriormente de manera cronológica narrar los hechos, aunque ya no solo se centrarían en la historia de Europa como tal también se dará inicio a la construcción de una historia más universal.

Sin embargo, el siglo de las luces no sería tan sombrío para la historia, siendo los alemanes -profesores de la Universidad Alemana de Gotinga-, quienes basados en la interpretación de textos y documentos intentarían por primera vez darle cientificidad a la historia. Con ellos la historia dará un gran paso, ya que comprenderán que los hechos por si solos y de forma aislada no son la historia misma. Propusieron también que la historia debía dejar de girar alrededor de personajes y guerras, y comprendieron que la verdad histórica iba a depender de la perspectiva con la que el historiador observara la historia. Y a pesar de que en algunos aspectos seguían siendo muy conservadores y tradicionales, ellos dieron paso para la construcción posterior de una historia más crítica y científica.

Después de toda esa evolución histórica desde comienzos de la época moderna,  el avance más sustancial y es donde realmente se pretende dar a la historia un carácter científico, es siempre en la misma Alemania, con la escuela histórica fundada en 1810 por uno de sus máximos exponentes, Guillermo Von Humbolt. El impacto de esta escuela en los estudios históricos sería trascendental porque con ella se desarrollara una visión histórica en donde se debía ir más allá de la mera transcripción de documentos. Esta escuela se va a desarrollar durante todo el siglo XIX, y otro de sus representantes más influyentes sería, Leopoldo Von Ranke.

Para poder describir a la escuela histórica –así se le denomino a dicha corriente-, es fundamental hablar del pionero de esta corriente historiográfica, Guillermo von Humboldt, quien en 1821 publicara la obra “Sobre el trabajo del historiógrafo” en donde describe ciertos pasos para orientar al historiador en su labor, quien debe de combinar la erudición con la intuición. Principalmente, para Humboldt, el historiador está en el deber de describir lo sucedido y, debe de ser lo más acertado y exacto posible.  Aparte, deberá tener una compresión por medio de la intuición e imaginación, para poder integrar de manera coherente la información que hay en los documentos; sin limitarse únicamente a transcribir, sin hacer ningún tipo de correlación y análisis de toda la información recabada. En otras palabras, sugería que se debía tener olfato para la historia, correspondiendo al historiador unir las ideas de forma provechosa.

Humboldt al ser también un censista natural, realizaría muchas comparaciones entre la historia, el arte y la naturaleza, en donde plantea que el historiador debe de estudiar todas las semejanzas y diferencias a la hora de la representación histórica, buscando plasmar lo necesario por medio de la abstracción de esa realidad. Otro punto fundamental, es la interpretación que el historiador debe de hacer, pues dependerá de sus talentos para realizarla que podrá combinar los acontecimientos entre la habilidad de conmover al lector, Aquí Humboldt cae en algo contradictoria pues se opone rotundamente a la subjetividad pero sin embargo opina que el hecho de que el historiador escriba sobre la realidad no impide que la manipule.

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