La lucha de clases en el apogeo de la revolución francesa
Enviado por evebet • 17 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.788 Palabras (12 Páginas) • 375 Visitas
Guérin, Daniel. “La lucha de clases en el apogeo de la revolución francesa”
Durante la Revolución Francesa se planteó de forma constante y antagónica la cuestión de las formas del poder popular. En el siglo 17 según Locke la idea de que el monarca recibe su poder exclusivamente de Dios y no debe cuentas a nadie, era una idea reciente, una invención de los últimos siglos; remontándose a la antigüedad había afirmado que los hombres por naturaleza son libres, iguales e independientes y no se podían someter a nadie sin su consentimiento al poder político de otra persona que ninguno podía fundamentarse sobre otra base que la de la voluntad de la mayoría.
Pierre Jurieu oponía también a la soberanía de derecho divino la del pueblo pero esta idea revolucionaria, el pueblo podría utilizarla en contra de la burguesía, por esto ella tomó precauciones para limitar el alcance de dicho principio, la idea abstracta de la soberanía popular precede dicho del hecho de la soberanía ejercida por el pueblo mismo. Se había afirmado e intentado poner en práctica la idea de que todo poder emana del pueblo y de que dicho poder debe ejercerlo el pueblo por sí mismo sin intermediarios. La burguesía Aunque necesitaba proclamar contra el absolutismo la idea de que todo poder emana del pueblo no podía admitir que se pretendiera ser ejercido.
En Inglaterra el parlamento había nacido de la desintegración del régimen feudal, el fruto de un compromiso entre la aristocracia y la burguesía, en 1656 Henry Vaine exponía en un folleto los principios esenciales del republicanismo burgués " la soberanía completa y absoluta del pueblo fuente única de todo poder, un parlamento único representante del pueblo y único detentador del gobierno" Esta Innovación era progresiva al mismo tiempo se le asignaba límites: en teoría todo poder emana del pueblo pero en la práctica se negaba a este el derecho de ejercerlo por sí mismo.
De aquella forma el pensamiento burgués creyó haber encontrado un medio inofensivo para arrastrar al pueblo al asalto contra el absolutismo… “La gran ventaja de los representantes (escribe el autor de El espíritu de las leyes) es la capacidad para discutir los asuntos políticos, el pueblo no es apto para ello en absoluto. La mayoría de las repúblicas antiguas adolecían de un gran defecto: el pueblo tenía derecho a adoptar resoluciones. El pueblo debe entrar en el gobierno exclusivamente para escoger a sus representantes” Menciona Camille Desmoulins "¿acaso puede el criado opinar con el amo?"
La burguesía Revolucionaria comprendió la necesidad de soltar lastre Después de tres años de revolución, como tenía una necesidad apremiante del apoyo popular, acabó por conceder al pueblo el sufragio universal.
Rousseau: " El pueblo ingles cree ser libre, pero se equivoca gravemente, solamente lo es durante la elección de los miembros del parlamento, una vez elegidos estos es un esclavo, no es nada. En las repúblicas antiguas el pueblo nunca tuvo representante alguno no se conocía esa palabra, desde el momento en el que el pueblo tenga representantes deja de ser libre deja de existir. Si tomamos el término en su acepción estricta nunca ha existido democracia auténtica ni existirá jamás: si existe un pueblo de dioses se gobernaría democráticamente, un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres" Rousseau se resigna entonces aceptar la delegación de la soberanía popular pero con la condición de que se ofrezcan al pueblo algunas garantías contra la arbitrariedad de sus delegados: no serían representantes, solamente comisarios y toda ley que el pueblo no haya ratificado en persona es nula.
Robespierre: “La voluntad soberana no se puede aplicar a ningún mandatario, las leyes no tienen carácter de tales hasta que no las haya aceptado el pueblo formalmente, los decretos no se ejecutan hasta que no se hayan sometido a la ratificación del pueblo, los delegados no deben ser déspotas que estén por encima de las leyes”
"La democracia es un estado en el que el pueblo soberano hace por sí mismo todo lo que puede hacer y mediante delegados todo lo que no pueden hacer por sí mismos"
Pero la duda lógica popular sacó por sí misma la deducción que habían intentado prohibirle y sólo conservó de Rousseau y Robespierre aquello que le interesaba: sacó la conclusión de que en cualquier ocasión tenía derecho a ejercer por sí mismo dicha soberanía, hacer que se oyera su voz cuando le pareciese, a violentar a sus delegados todas las veces que no les diesen satisfacción e incluso a ocupar su lugar.
Así el 3 de noviembre de 1792 la sección de la cité presentó a la aprobación de las demás secciones de París un memorial: “los ciudadanos de París declaran que solamente reconocen como soberano a la mayoría de las comunas de la república, que reconocen a los diputados de la convención únicamente como redactores de un proyecto de Constitución y administradores provisionales de la república”
La Constitución de Robespierre fue un hábil intento de compromiso entre la concepción burguesa del parlamento soberano y la aspiración popular a la soberanía directa, el pueblo solamente podría ejercer por sí mismo su soberanía dentro de sus asambleas plenarias para poner su voto a determinadas leyes elaboradas por el parlamento central. Con esto la burguesía se resignó, pero solamente lo hizo sobre el papel puesto que nunca dio cumplimiento a la Constitución de 1793. El pueblo no hace metafísica utilizó y amplio instituciones antiguas dándoles un contenido nuevo
Un fenómeno característico de las revoluciones es la coexistencia de dos formas antagónicas de poder no sólo entre el rey y la asamblea nacional sino entre la asamblea y la comuna (el segundo emana directamente del pueblo) la dualidad se manifestó de forma mucho más acusada con ocasión de la insurrección del 10 de agosto de 1792 donde la asamblea de las secciones sustituyó a la comuna legal y se constituyó en comuna revolucionaria, el día siguiente una delegación expreso de la asamblea legislativa: ”el pueblo nos ha encargado declarar qué os ofrece de nuevo su confianza, pero nos ha encargado al mismo tiempo declarar que para juzgar sobre las medidas extraordinarias a que la necesidad de la resistencia a la opresión lo han conducido sólo podía reconocer al pueblo francés”
Después de la caída de los girondinos continuo una sorda lucha entre la convención y la comuna, entre el poder burgués y el poder de las masas. Volvió a agudizarse de noviembre de 1793 cuando la comuna después de sustituir a la convención arrastró el país a la campaña de descristianización qué impulsó a la asamblea el culto a la razón la burguesía replicó recordando los poderes de la comuna que por decreto quedó estrechamente subordinada al poder central en el período de febrero a marzo de 1794 la lucha entre los poderes se reavivó.
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