La verdad elemental es que la Gran Depresión se produjo por una mala gestión pública

Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Historia Económica General

Antonio Gutiérrez Gutiérrez

Ensayo

Carla Daniela Arroyo Urbiola

1 A                    salón 5

INTRODUCCIÓN

En este trabajo me centraré en explicar cómo y cuáles fueron las repercusiones de la Gran depresión de 1929, también llamada “Crack de 1929” y el surgimiento y desarrollo de la economía planificada de la Unión Soviética.

Para empezar a tratar el tema de las consecuencias de la Gran depresión en América Latina, tendremos que saber que es una depresión económica es un decrecimiento de gran magnitud sostenido de la actividad económica, que lo representa una enorme disminución del PIB, las empresas y los bancos comienzan a quebrar, las tasas de desempleo se disparan, y existe una congelación del crédito. Esto, cabe destacar sólo es en términos económicos, pero podemos darnos cuenta de que una depresión no sólo se trata de lo ya mencionado, sino también que siembra el pánico entre los ciudadanos del lugar que la está padeciendo.

Podemos decir que esta depresión es la más recordada de la historia, a mi parecer, ya que fue algo fuera de lo normal: le pasó a la principal potencia del mundo: Estados Unidos, le hizo dudar a muchísimas personas de la eficiencia del empleo del modelo capitalista. Como muchos países, como el nuestro, dependían (y dependen) de Estados Unidos, con su desplome en la economía, también nos causó grandes consecuencias.

“La verdad elemental es que la Gran Depresión se produjo por una mala gestión pública”

De manera rápida explicare como fue que se dio este fenómeno para posteriormente explicar el papel de Latinoamérica tuvo.

Estados Unidos, después de salir victorioso de la Primera Guerra Mundial, tuvieron unos buenos años, los felices 20, habían emergido como una gran potencia, todos tenían un gran optimismo, la economía estadounidense era maravillosa: la vida cotidiana estaba cambiando, nuevas tecnologías, electrodomésticos y otros aparatos que antes eran un lujo ahora eran cosas necesarias. Parecía haber comenzado una era de prosperidad ilimitada, aquí fue el florecimiento del consumismo.

Como lo que les interesaba era vender los grandes y buenos productos que se fabricaban inventaron una nueva táctica de ventas: adquiéralo ahora y pague después. Esto se refería a que las personas ya podían tener créditos y grandes prestamos en el banco. Se preocupaban por el “ahora” no por el “después” por eso salían y derrochaban todo con sus tarjetas e crédito y ni siquiera se detenían a pensar en cómo iban a pagar eso.

Con la facilidad de obtener créditos y el incremento de la renta disponible, los norteamericanos inventaron una manera de volverse “ricos”.

Todo el problema, a mi parecer, comenzó cuando el estado creo los “Bonos de libertad”, los ciudadanos se dieron cuenta de que podían tener rentabilidades por sus ahorros, a la gente le intereso esto y empezó a adquirirlos. Tanto así que Charles Michel (presidente del National City Bank) se dio cuenta de esto, y lanzó al mercado bonos corporativos, o de acciones, diciéndole a la gente que eran inversiones cero riesgosas y muy beneficiosas. Pero esto fue un gran error: hasta ese entonces, la bolsa era un mercado exclusivo para los expertos, era muy restringido al público general ya que ellos como no sabían nada del tema, podían ocasionar problemas, y así pasó. Se creó un gran mercado alcista que parecía nunca iba a bajar, todo el mundo se endeudaba y las agencias permitían un apalancamiento de 1:10, es decir, invertir 10 veces tu capital. Todos iban a hacer una fortuna: limpiadores de zapatos, conserjes, etc.

Aparte de este problema con la bolsa, decreció la actividad industrial: hubo una disminución en la producción de acero y también del volumen de transporte por ferrocarril, la construcción de viviendas quebró, los bancos quebraron, hubo un descenso en precios de productos básicos, pausa en la agricultura, enormes tasas de desempleo, sobreproducción de materias primas y falta de clientes.

Los efectos de la crisis hicieron a los gobiernos latinoamericanos plantearse la necesidad de industrializar a sus países para terminar de una vez con la dependencia del extranjero, fabricando sus productos en lugar de importarlos.

La implementación de medidas proteccionistas para impulsar y desarrollar a un mejor nivel el mercado interno, ejemplo: modelo de sustitución de importaciones.

Al mismo tiempo, las industrias que son más rentables, y en consecuencia las industrias que son menos desaparecen y se termina con el subdesarrollo y con la dependencia extranjera. La crisis agudizó la pobreza de los que ya la padecían, y dejo pobres a las clases medias e incluso a las clases altas, disminuyó claramente la calidad de vida.

La crisis de 1929 afectó a todos los países de América Latina, ya que como lo mencioné, la economía e monocultivo o mono producción dependía de la exportación de una o dos mercancías básicas. Debo mencionar la tendencia latinoamericana de consumir e incapacidad de ahorrar.

La URSS trató de influir mediante la Tercera Internacional Comunista, pero tuvo poco éxito; ya que se hizo más evidente el rechazo a la política imperialista, la cual Estados Unidos practicaba, por parte de los grupos socialista. El excesivo liberalismo económico que practicaban provoco un gran malestar que trajo como consecuencia el auge de regímenes militares.

Fue muchas cosas. Fue una crisis financiera: las bolsas se desplomaron y el crédito desapareció. Fue una crisis comercial: el comercio entre países se contrajo de manera abismal. Fue una crisis de producción: algunos sectores productivos, y muchas empresas, se vinieron abajo. Fue una crisis del modelo económico imperante: muchos perdieron fe en el capitalismo, el modelo de acumulación si se quiere, tal como se había establecido en el mundo y hubo un giro hacia el proteccionismo y la mayor intervención estatal en la regulación de la economía y de la sociedad. Fue también en cierto sentido una crisis de la “democracia liberal” en Europa y Estados Unidos: surgieron o se fortalecieron modelos de gobernanza, o proyectos políticos, alternativos; en particular el fascismo europeo, el comunismo, el militarismo japonés, el nacionalismo en China y en las colonias europeas en Asia y África, y claro, también los gobiernos “populistas” en América Latina. El New Deal de Roosevelt en Estados Unidos fue, en gran parte, una consecuencia directa de la Gran Depresión y representó un cambio importante en el modelo de gobernanza de ese país.

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