Las Corporaciones

LAS CORPORACIONES.

Según la doctrina jurídica de los siglos XVII y XVIII, el acto que creaba a una corporación de oficio era la ratificación de sus estatutos por lettres patentes del rey. Esto convertía el oficio en lo que se denominaba métier jure (oficio jurado), denominado así por que sus miembros se les exigia un juramento (jurer) de lealtad al entrar a la maestría.

Cuando todo un oficio recibía el estatuto de cuerpo y comunidad, todos lo que lo practicaban quedaba unido a una sola unidad reconocida con una posición firme y legalmente segura en el Estado.

Las comunidades legítimamente establecidas remplazan a las personas… se consideran un todo único. El rey establecía metiers jures para perfeccionar las artes mecánicas y aumentar el bien público. Se animaba a los artesanas a actuar de forma virtuosa con la concesión de inmunidades y privilegios.

Los privilegios de una comunidad de oficio se expresaban en sus estatutos ratificados por el rey. Prácticamente todos los estatutos otorgaban a los miembros de la comunidad el derecho exclusivo a dedicarse al ejercicio de su oficio dentro de cierto distrito generalmente una ciudad. Este derecho exclusivo era el más importante y lucrativo de la comunidad de oficio y era defendido celosamente hasta con agresividad.

Cada comunidad de oficio era responsable de garantizar la honestidad de sus miembros y la calidad de las mercancías que producían.

La obligación más destacada de los jures era garantizar la calidad y la honestidad del trabajo de oficio.se exigía a los jures realizar visitas sin avisar, al taller de cada maestro del oficio. Allí se tenían que inspeccionar el trabajo realizado y los objetos que se ofrecían a la venta. Se exigía casi siempre que el maestro estampara sus obras con su marca particular y si se encontraban obras sin marca los maestros debían ser multados.

Generalmente cada maestro de la comunidad quedaba limitado a un solo aprendiz, que serviría normalmente en esa condición por un plazo entre tres o seis años.

Al final de su tiempo de servicio, el aprendiz debía haber aprendido su oficio completamente. Era entonces habitual servir durante al menos dos o tres años en el grado intermedio oficial antes de convertirse en maestro. Este periodo podía durar muchos años debido a al gran número de oficiales que carecían de capital.

Para coinvertirse en maestro se exigía superar un examen de su arte, además el candidato debía de disponer de capital suficiente para abrir un taller y tenía que pagar también una cuota de entrada. Satisfechas esas exigencias, realizaba un juramento de fidelidad a la comunidad y a sus reglas.

Solo los maestros tenían derecho a participar en asambleas y otros actos públicos. En muchas ocasiones las mujeres ayudaban de diversas maneras a sus maridos, pero se les consideraba incapaces de ejercer una maestría como tal.

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