Las Mariposas

Macario era un leñador en aquél pueblecito padre de once hijos ellos eran la familia más pobre de aquel lugar aparte la más numerosa, Macario se tenía que levantar todos los días temprano para ir al bosque por la leña para así venderla y tener que llevarle de comer a sus hijos y su esposa, aunque como eran los más pobres nunca nunca llenaban y siempre se quedaban con hambre pero aun así eran muy feliz.

Mario, tenía una ilusión grandísima su sueño era algún día comerse un pavo él solo, pero para que pasara eso estaba muy difícil ya que con lo que ganaba muy apenas y le alcanzaba para todos los días comer frijoles negros.

La esposa era una mujer asombrosa como las que ya no hay era una señora abnegada y nunca peleaba con Macario siempre le decía que si a todo sin renegar ni hacer corajes, ella deseaba con muchas ansias poder concederle su gran sueño así que decidió empezar a juntar dinero de poco en poco para poder comprarle el pavo.

Así fue pasando el tiempo, Macario y su familia seguían igual que siempre con una miseria horrible habían días que la porción de comida era aun más pequeña que la que siempre les daban pero aun así la mujer seguía juntando de poco en poco para juntar el dinero, después de dos años ella logro juntar al menos lo suficiente para poder hacerle el sueño realidad. Ese día mando a todos a dormir temprano para poder guisarle el pavo sin que nadie se diera cuenta cuando lo estaba preparando sintió un gran dolor en pecho que la sofocaba y no la dejaba respirar, ella pensó que era el cansancio y así siguió trabajando, a la mañana siguiente al despertar Macario la esposa decidió darle su gran sueño el pavo pero le dijo:

Ten amor te lo prepare con mucho amor ve a comértelo lejos pero vete ya antes de que despierten nuestros hijos y se den cuenta corre vete.

Macario se fue sonriendo con una felicidad enorme sin haber percatado que su esposa se sentía mal y se veía tan demacrada.

Se buscando en el bosque el lugar más lejos y solo de por ahí hasta que lo encontró ahí saco su enorme pavo para comenzar a comer , apenas iba a empezar cuando llega un hombre muy bien vestido con cinto y sombrero con pedazos bañados en oro le dice:

Hola buen hombre vengo desde muy lejos por favor me darías un poco de tu pavo el sin pensarlo Macario le dijo que con mucha pena pero no pues siempre ha sido mi sueño comerme un pavo grande yo solito, aquel hombre le ofrecía muchas cosas, pero aun así Macario se negó.

Luego fue otro hombre uno muy sencillo, su ropa toda rasgada a y le dijo: hola buen hombre me harías el favor de darme aunque sea un pedazo de tu rico pavo tengo mucha hambre por favor buen hombre dame aunque sea un pedacito

Macario se compadeció y decidió compartir con él su pavo aunque su sueño ya no iba a hacer realidad pero en fin ya cuando se lo estaban comiendo el señor le dijo a Macario gracias y

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