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Las Mujeres Y La Ciudadania


Enviado por   •  7 de Junio de 2014  •  2.376 Palabras (10 Páginas)  •  293 Visitas

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¿Qué pasa con la ciudadanía y las mujeres?

Breve historia desde los comienzos hasta el cambio verdadero.

Políticas Sociales y Gobierno. 1er curso

Curso: 2014

Se pretende en este texto reflexionar acerca de la relación entre la mujer, o más bien las mujeres, y el Derecho, entendido este como la expresión de la voluntad política de ordenar el conjunto de relaciones que se dan en una determinada sociedad. Este constituye el marco necesario en el que han de actuar las personas para la realización de sus derechos y también, los poderes públicos para el cumplimiento de las funciones que les han sido asignadas. Nos sitúa el tema propuesto en la difícil dialéctica que existe entre la realidad social, su dinámica de comportamiento, sus aspiraciones o necesidades, y el Derecho con sus formulaciones generales, su vocación de permanencia y su carácter netamente conservador de una realidad que ya fue contemplada en su momento. Nos sitúa el tema propuesto, pues, en el complicado momento de la asunción por parte del Derecho de la realidad exterior; un momento sin embargo, en permanente presente, pues la tensión entre realidad y Derecho pertenece a la misma naturaleza de la sociedad, que evoluciona y que se niega a ser atrapada con carácter definitivo en cada formulación jurídica. Una tensión evidente en el tema que nos ocupa: las mujeres y su papel en la sociedad contemporánea.

Ahora bien, ¿Qué es la ciudadanía? La ciudadanía es el conjunto de derechos y deberes por los cuales el individuo está sujeto a su relación con la sociedad en que vive. Viene del latín ‘’civitas’’ que significa ciudad. Por lo tanto ciudadanía es la condición que se le otorga al ciudadano de ser miembro de una comunidad organizada. Está ligado al derecho y por lo tanto a los derechos políticos que permiten al ciudadano la participación directa o indirecta en el gobierno. Por lo tanto la ciudadanía es el derecho que se debe tener para poder ejercer los derechos políticos. Desde el inicio de este concepto hasta el primer cuarto del S.XX las mujeres, los niños y los sirvientes no eran ciudadanos de pleno derecho y no es hasta este momento cuando las mujeres entran el ámbito político siendo ya ciudadanas de pleno derecho y pudiendo votar.

Los orígenes de la ciudadanía se dan en las revoluciones liberales burguesas y desarrollo del capitalismo. Pero en ese momento la ciudadanía no es tal y como hoy la conocemos por lo tanto hay que analizar este hecho desde una perspectiva de género. Es necesario comprender como a lo largo de la historia, hombres y mujeres han ocupado lugares asimétricos dentro del conjunto social, en las diversas sociedades y momentos históricos que han estado operando según la lógica interna de cada sociedad. En el momento del origen de la ciudadanía hay un concepto que nos ayuda a entender muy bien la sociedad: el patriarcado. El patriarcado ha jugado un papel muy importante ya que no solo era una forma social familiar caracterizada por la subordinación femenina si no también una forma de construcción social de lo público y de la sociedad civil. Partiendo de este punto no es complicado entender la situación de las mujeres en el momento en el que la ciudadanía empieza a cobrar vida.

Es importante comentar como y porque esos roles de género se reformularon en el momento clave de esta revolución liberal burguesa siendo en muchas ocasiones una parte sustancial de la nueva lógica interna de la nueva clave burguesa y sus consiguientes propuestas y no solo un aspecto puntual o marginal. Las propuestas para el cambio de la política, de la legislación, de la moral y la religión, de la educación y una nueva y especifica propuesta del trabajo por sexos que fuera coherente con la economía capitalista reinante.

En la revolución burguesa liberal de Francia de finales del S. XVIII quería darse la vuelta a la sociedad y cambiar los derechos de los hombres y los ciudadanos. Este cambio se realizó sobre tres pilares: Igualdad, libertad y fraternidad. Siendo los dos primeros los más importantes: igualdad de todos los hombres y libertad como impulsora de la conducta individual. En esta época el poder del Estado es mínimo y todo se rige según la ley de ‘’laissez faire, laissez passer’’ que significa: ‘’dejen hacer, dejen pasar’’ y que refleja muy bien este momento histórico en el que se pretendía dar una completa libertad en los asuntos económicos.

Cuando se afianza la hegemonía de la clase burguesa, los dos grandes ideales cambian totalmente y las palabras igualdad y libertad tienen otro alcance. Las mujeres no tienen derecho. Kant las calificaba de animales domésticos. Es aquí donde comienza la lucha por parte de las mujeres por la conquista de la igualdad y la libertad que les permita decidir su futuro. La igualdad y la libertad solo son ara el hombre burgués blanco que gracias a su preeminencia política, social y económica es capaz de encarnar en toda su dimensión el sujeto de derecho que nace tras la revolución.

Las mujeres en este momento cumplen el momento de madre y esposa. Este modelo familiar burgués es un modelo donde las relaciones se conciben desde la desigualdad. Pero este modelo no es el único que existe, puesto que en esta época también comienza a haber mujeres trabajadoras ya que se requieren trabajadores debido a la Revolución Industrial. Estas mujeres trabajadoras están sometidas además de por sus padres y maridos, por el patrón puesto que les pagaba menos ya que su sueldo solo complementaba los ingresos familiares. Eran mano de obra de escasa cualificación y menor salario.

Como he comentado antes, había dos modelos familiares distintos, la familia burguesa en la que las mujeres estaban recluidas en el hogar familiar siendo sometidas por el marido que sí trabaja y los hijos solamente se formaba y educaban bajo la atenta mirada de sus padres. Por el contrario en la familia trabajadora, las mujeres trabajan para llevar un sueldo complementario a casa y no tenían tiempo para los hijos lo cual no era un problema muy grave ya que los hijos trabajaban a edades muy tempranas. Estas familias trabajadoras son familias que emigran del campo a la ciudad a cumplir un sueño, el de tener una mejor higiene, salud y vivienda y la realidad a la que llegan no es para nada lo que esperaban.

No podemos obviar pues la relación entre familia y clase social pues ello nos ayuda a comprender las diferencias entre la familia burguesa que se empezó a cuajar a finales del siglo XVIII y la familia obrera que se había concentrado en las grandes urbes industriales. Es importante resaltar también que nosotros hemos heredado

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