Lectura: De la Historia Metódica a los Annales: Un siglo de elaboraciones en la Historiografía Occidental

Lectura: De la Historia Metódica a los Annales: Un siglo                                                                                               de elaboraciones en la Historiografía Occidental

Estudiante: Aspilcueta Romero, Shariff Kiara

INFORME N°1

La historia nos permite unir el pasado y presente para poder planificar nuestro futuro basándonos en la trayectoria de nuestros ancestros y no cometer sus mismos errores. El término “historia” es usado por primara vez en Grecia (s. V a. C.), teniendo como significado investigación, aportó el objeto de estudio de esa época que eran los hechos humanos, pero tuvo limitaciones como:

• Las restricciones metodológicas (trasformar los recuerdos en arquetipos)
• En lo geográfico, limitar la transmisión de informes
• La falta de visión universal

La civilización romana (s. III a. C.) permite la elaboración de una historia universal por la romanización implementando objetivos políticos y fomentar el civismo. Sin embargo, estas civilizaciones no superan la concepción de una historia cíclica o tradicional (una sucesión de ciclos que se repite en el tiempo)

El surgimiento del cristianismo como religión oficial (s. IV) da pie a un concepto lineal: inicio (La Creación) y el final (Juicio Final), a su vez dio un eje de referencia (antes de Cristo y después de Cristo). La inserción de estos elementos trajo problemas en la Edad Media. Esta etapa careció de sentido crítico y los géneros históricos privilegiados fueron las crónicas, los anales, las historias y las vidas de los santos.

A finales de la Edad Media, se presentó un mayor sentido crítico en las elaboraciones históricas relacionados con los avances en la crítica filológica de los humanistas que en los siglos XVI y XVII se complementaron con las nuevas disciplinas mejorando la crítica de los documentos brindando mayor autenticidad.

Por estos avances, en el siglo XVIII se criticó a la religión y dio importancia a la razón, progreso, libertad y felicidad, asimismo nació el interés del estudio de las civilizaciones y el inicio de la filosofía. Tras la Revolución Francesa (1789), se dio paso al romanticismo que enfatizó las tradiciones, el folklore y la búsqueda de sus raíces, interesándose en el pasado medieval. Por la cual, Chateaubriand esboza la teoría cíclica de la historia despertando la emoción y la sensibilidad del pasado, y la formación progresiva de una idea nacional.

Las revoluciones de 1848 con sus componentes liberales y nacionalistas, junto con sus antecedentes germánicos sería más adelante el positivismo histórico que se basaba en el estudio minucioso y critico del documento histórico, narrando los hechos como acontecieron. Fue apoyados por los postulados de Augusto Comte y su objetivo de convertir a la historia como ciencia. Sus principios básicos se basaron en Revue Historique y Introducción a los estudios históricos. Se descartó la especulación filosófica, logrando una objetividad absoluta usando métodos científicos como una ciencia exacta, que explicara los hechos rigurosamente basándose en fuentes escritas, orales y monumentales.

 Estas fuentes eran validadas y analizadas por dos procesos: heurísticas (critica externa que comprobaba la autenticidad) y hermenéutica (critica interna que comprobaba la veracidad). Se estableció una jerarquía en sus materiales, de acuerdo a la importancia o valor, siendo las fuentes escritas oficiales las más seguras o confiables. Este modelo de la historia dio grandes aportes como fue el descubrir documentos falsificados y la minuciosidad de los acontecimientos. Pesar de ello, tuvieron limitaciones ya que no vieron una visión de conjuntos de las sociedades y sobre todo comprenderlas en toda su complejidad ya que creía que los aspectos políticos, militares y diplomáticos no tenían nada que ver con la sociedad en sí.

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