Liberalismo
Enviado por anagaby145 • 18 de Diciembre de 2012 • 2.077 Palabras (9 Páginas) • 288 Visitas
6.1 EL LIBERALISMO Y SU INFLUENCIA EN EL DERECHO.
El liberalismo tuvo su nacimiento hace varios siglos, pero esta expresión viene ha ser utilizada en el lenguaje político desde el siglo XIX. Existieron dos eventos los cuales se dice que son de gran importancia para determinar los hechos que le dieron nacimiento a esta institución. El primer evento nos remota a la época de la invasión napoleónica, en la cual el pueblo español se sublevó, con sus fuerzas militares para contrarrestar al invasor, de la misma manera el sector ilustrado inspirado en la enciclopedia y la revolución francesa apoyo para que en España se estableciera una constitución, libertades públicas, oposición al autoritarismo, instituciones modernas, lucha contra el fanatismo y la intolerancia. Al grupo que propicio tal movimiento se le denomino liberales en la América hispánica
Los elementos doctrinarios con los cuales cuenta el liberalismo son la constitución, como dispositivo de seguridad para los ciudadanos, en oposición al autoritarismo proclaman la libertad, igualdad de derechos ante la ley , libertad de expresión, una actitud secular frente a las religiones, en cuanto a los gobiernos indicaban que estos siendo republicas o monarquías debían establecer su legitimidad en el asentimiento de los gobernados puesto que “los derechos que consagran la libertad son inherentes a la persona humana”.
El liberalismo establece que el hombre es racional, oponiendo este criterio a lo que propaga el oscurantismo y el fanatismo, pues el hombre puede descubrir la verdad por la razón. El liberalismo cree en el progreso, con lo cual manifiesta “el hombre nace ignorante pero no malo y la humanidad avanza hacia una civilización siempre mejor”. En cuanto a lo económico inicialmente se manifestaba que el estado debía intervenir en una cuantía mínima. Y que las fuerzas del mercado regularían la economía. Esto se dio en un principio, pero se presento una gran transformación a partir del siglo XIX, pues la sociedad cambio severamente, se desarrollo el capitalismo, y con ello devino la acumulación de riquezas, igualmente el imperialismo se empezó a practicar, las desigualdades se acentuaron entre burgueses y proletarios.
Desde otra perspectiva, el liberalismo de este siglo tiene un peso específico que las constituciones nacionales se van creando la tengan en cuenta el fortalecimiento de la libertad de los individuos. Una de las principales críticas al liberalismo fue la inhumanidad en las guerras, además los políticos tienden a optar una tendencia dependiendo del contexto.
Los liberales están a favor de la igualdad económica, del internacionalismo, de la libertad de expresión y en contra de la censura, promueven la separación iglesia-estado.
En este ámbito, es fundamental la figura del filósofo, político y economista inglés John Stuart Mill (1806-1873). En su libro "Sobre la libertad", reflexionó acerca de la naturaleza y los límites del poder que puede ser legítimamente ejercido por la sociedad sobre el individuo, argumentando que toda persona debería ser libre para realizar las conductas que desee siempre y cuando no dañe a los demás. Fue un defensor de la libertad de expresión y, como miembro del parlamento británico, propuso varias reformas del sistema electoral, especialmente sobre las cuestiones de la representación proporcional y la extensión del sufragio.
La concepción del derecho de liberta en el liberalismo
Jeremy Bentham, que entienden que: «toda ley es un mal, ya que toda ley es una violación de la libertad».
Es claro que la ley puede emplearse para destruir la libertad, pero no todo lo que produce la actividad legislativa se configura como ley en el sentido en que la entendían Locke, Hume, Smith o Kant o, también más tarde, los whigs ingleses que veían en la ley la salvaguardia de la libertad.
Lo que ellos entendían por ley cuando hablaban de la ley como salvaguardia indispensable de la libertad, no era otra cosa que aquel conjunto de normas de mera conducta que constituyen el derecho privado y el derecho penal, y no cualquier prescripción emanada de la autoridad legislativa. Para cualificarse como ley, en el sentido empleado por la tradición liberal inglesa para definir las condiciones de la libertad, las normas impuestas por el gobierno tienen que poseer determinados atributos, intrínsecos al derecho de la common law inglesa pero que no se hallan necesariamente presentes en todo lo que produce la legislación positiva. Es decir, tienen que ser normas generales de conducta individual, aplicables a todos con el mismo título, en un número indefinido de circunstancias futuras, y ser capaces de circunscribir la esfera protegida de la acción individual, asumiendo así esencialmente el carácter de prohibiciones más bien que el de prescripciones específicas. Son, finalmente, inseparables de la institución de la propiedad individual. En los límites definidos por estas normas de mera conducta, se suponía que el individuo es libre de emplear sus conocimientos y capacidades para perseguir los propios objetivos siguiendo el camino que considera más apropiado.
Los poderes coercitivos del gobierno quedaban limitados a la imposición de tales normas de mera conducta. Todo esto no excluía que el gobierno tuviera la posibilidad de proporcionar a los ciudadanos algunos servicios. Significaba tan sólo que el gobierno, sea cual fuere el servicio que tiene que prestar, sólo puede emplear para tales fines los recursos de que dispone, sin constricción alguna para el ciudadano privado. En otros términos, el gobierno no puede utilizar la persona y las propiedades del ciudadano para alcanzar sus propios objetivos. En este sentido, el acto de una asamblea legislativa plenamente legal puede ser tan arbitrario como el de un autócrata; en realidad, cualquier prescripción o prohibición dirigida a personas o grupos particulares y no derivada de una norma aplicable universalmente, debería considerarse como arbitraria. Así, pues, lo que hace que un acto coactivo sea arbitrario, en el sentido en que el término se emplea en la vieja tradición liberal, es el hecho de que el mismo sirva a un fin particular del gobierno, es decir que responda a un determinado acto arbitrario y no a una norma universal necesaria para mantener aquel orden global, que se genera a sí mismo, de las acciones, al cual se ordenan todas las demás normas de mera conducta.
El derecho y el orden espontáneo de las acciones
La importancia que la teoría liberal atribuye a las normas de mera conducta se basa en la idea de que estas son una condición esencial para mantener un orden, espontáneo y que se genera a sí mismo, de las acciones de los distintos individuos
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