Llanto Por La Muerte De Ignacio Sanchez Mejias
Enviado por mlancara • 8 de Noviembre de 2013 • 633 Palabras (3 Páginas) • 955 Visitas
Trabajo de Poema:
“Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”
• Describe lo que piensas que sintió el torero.
Por lo que pude observa en las fotos, el torero esta siendo atropellado por el toro y esto es signo de que ha fracasado en su corrida, este fracaso es un sinónimo de que las cosas no salieron bien muy posible en la técnica usada , posiblemente un pequeño descuido que pudo haber ocurrido y esto puede ocurrir en fracciones de segundos. El torero se debió haber sentido decepcionado, impotente y asustado, y es muy posible que también haya sentido que ese momento lo haya vivido y pensado muchas veces y que su temor se ha materializado y su vida ha terminado sin haber concluido sus metas trazadas. Por lo que entiendo sobre este deporte tan riesgoso, todo torero que entra a la arena en la plaza entiende que esta puede ser su Ultima vez, pero el amor y la pasión que sienten por este deporte sobrepasa todo miedo y riesgos; para mí, personalmente, el fracaso es lo que más me ha enseñado en todas las facetas de la vida. El triunfo es el resultado y la invitación a la reflexión y el éxito.
• Monologo: Pensando que soy un torero.
Cuando ya se acerca el momento de entrar a la arena, el miedo se convierte en una gran parte y la adrenalina del toreo. Está presente, en todo momento en mi consciente de lo que me estoy jugando y de lo que me puede ocurrir. Dentro de ese miedo están, las metas y sueños que muy posiblemente no pueda alcanzar, entre otros sentimientos. El miedo se supera con esfuerzo, con entrenamiento, y dedicación, con amor propio y ambición. El valor es una algo innato en todo deporte y mucho mas en los toreros, como muchas personas en la vida, tienen. En el caso de nosotros, los torero como también de los matadores, tenemos que reflejar seguridad delante del toro, y el convencimiento de que voy a superar cualquier complicaciones o situación.
Porque se viven momentos de una compenetración con el toro total y absoluta en los que no he sentido el miedo al enemigo, si no la colaboración de un amigo. Ésos son los mejores momentos del toreo, ésos en los que estás como en una conversación íntima con el toro y donde no hay nadie más por muy llena que esté la plaza. Lo peor de esto es todo lo que rodea al montaje del toreo. Como todos sabemos, donde hay interés y dinero hay mucha gente interesada que no actúa de buena fe. Hay otro tipo de sufrimientos: el daño psicológico de las cogidas, de las heridas, que es mucho más traumático que el físico, que, salvo raras excepciones, casi siempre es más o menos recuperable. Pero el psicológico, el haber pasado por el trance de que te haya cogido un toro, nos hace sufrir mucho, nos hace pensar mucho, nos provoca mucha ansiedad. El momento de volver a ponerte delante de un toro después de una cornada es muy duro. El respeto que le tengo al toro, es el mismo respeto que el me da, al
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