Los De Abajo Mariano Azuela
Enviado por fannyalvarado • 6 de Abril de 2014 • 2.706 Palabras (11 Páginas) • 475 Visitas
PRIMERA PARTE
La obra de Mariano Azuela, Los de Abajo, inicia cuando una pareja se encuentra platicando acerca de un ruido que oyeron, palomo, el perro de ellos ladra sin parar. La mujer le dice a su marido Demetrio Macías que se esconda, él la obedece pero pronto se oye un balazo y palomo sólo da un gemido y deja de ladrar. Eran los federales que llegaban a ese jacalito ,los cuales entran y piden agua y algo de comer, bebida y comida. Ellos se dan cuenta que solo hay una mujer, el sargento pregunta a la mujer cómo se llama ese ranchito, y ella contesta, Limón. Al escuchar ese nombre los oficiales le dice al teniente que es la tierra de Demetrio Macías y el teniente decide quedarse y pide al sargento le traigan una botella de tequila porque ha decidido pasar la noche en compañía de esa mujer. Sale Demetrio del escondite y los federales se acobardan diciendo que ellos respetaban a los valientes. Aunque la mujer le dice que los mate, Demetrio Macías los deja ir. Demetrio le dice a la mujer que se vaya a casa de su padre para que ahí esté segura. Cuando los dos salen, Demetrio mira su casa ardiendo en llamas, y decide ir a buscar a sus compañeros revolucionarios. Pancracio, Anastasio Montañés y la Codorniz, son los mejores amigos de Demetrio, junto con otros veinte hombres más, deciden ir por los federales puesto que Demetrio les dijo sobre lo ocurrido. Poco después tienen un enfrentamiento emboscándolos en una vereda. Al día siguiente se dan cuenta que les faltaban dos hombres que eran Serapio y Antonio. Los encuentran ahorcados, siguen su camino. Cuando llegan a un ranchito piden algo de beber y de comer porque Demetrio resultó herido en una
Pierna. La gente del lugar les ayuda porque tienen la convicción que luchan por una justa y buen causa. En una ocasión, la Codorniz despertó a Anastasio, en esos momentos los dos dormían como fieles perros al lado de su jefe, le dijo que escuchó un balazo, le pidió ayuda por si pudieran ser federales, cuando se asomaron fuera del jacal vieron a Pancracio y un hombre llamado Luis Cervantes el cual pidió hablar con el jefe Demetrio para ver si éste lo aceptaba en sus filas revolucionarias. Logró que lo llevaran con Demetrio Macías, le expuso sus argumentos, el porqué del interés en unírseles y de donde había salido, al escucharlo Demetrio mandó que lo encerraran y que lo vigilara Pancracio y el Manteca, al día siguiente le resolvería. Mientras estaba encerrado Luis Cervantes se ganó la confianza de algunos de los que lo cuidaban. Camila era la muchacha que estaba al cuidado de Demetrio Macías. Anastasio Montañés, preguntó al jefe sobre el destino de Luis Cervantes el curro. A Demetrio se le ocurrió mandar robar una sotana de una iglesia cercana, para que así la Codorniz se hiciera pasar por sacerdote. Le dijeron a Luis cervantes que lo fusilarían y si éste quería confesarse ahí estaba un padre para que lo hiciera. Con esto pensaron que el curro diría para qué había venido. Se confesó con el fingido padre y no descubrieron malas intenciones. En el transcurso de ochos meses sanó la herida de Demetrio, puesto que Luis Cervantes lo curaba cuando era necesario, de esta manera se ganó su confianza y asimismo la joven Camila se enamoró de él. En aquel lugarcito no les faltaba nada;
Comida, bebida, descanso y otras pequeñas cosas, todo lo necesario era satisfecho por los lugareños, hasta llegar la recuperación de Demetrio Macías. Luis Cervantes le dijo al jefe Demetrio Macías que lo admira por su gran labor revolucionaria y que siguiera luchando así. Demetrio le preguntó sobre si era de verdad que se quería unir a sus filas, puesto que él, Luis Cervantes, era una gente fina, de otro ambiente. El contestó en forma afirmativa. Y fue bien aceptado. Demetrio le dijo a Crispín Robles que su idea era hacer acciones como aquellas de llegar a los pueblos llevándose caballos y armas, cuantas encontraran, liberar presos y así armarse de más hombres y en poco tiempo ser una cantidad mayor. En eso entraron Luis y otros hombres. Así se enteraron de la partida al día siguiente, entonces la Codorniz propuso una fiesta de despedida y todos aceptaron. Después, Luis Cervantes caminando por una vereda se encontró con Camila y le dijo que ya se iba a ir. Luis le empezó a hablar del jefe Demetrio Macías y el dinero que pronto tendrían. Ésta cuando escuchó a Luis, mejor se puso a llorar. Demetrio vio esta escena y se retiró de ellos. Se llevó a cabo la fiesta, Camila no asistió por tener una jaqueca según su mamá Agapita. Al terminar, Demetrio se despidió de la gente del pueblo con mucho agradecimiento. Cuando Camila los vio, en la lejanía, se puso a llorar y María Antonia una vecina se rio de ella. Por el camino Demetrio y su gente encontraron a un viejito y le preguntaron cuántos federales había por el rumbo, él les respondió que había menos de una docena. Siguieron su camino con la idea que por cada federal que mataran, sería una carabina más para ellos. Secuestraron a un jornalero para que los llevara al cuartel, iban llegando al pueblo, cuando los federales los recibieron a balazos y durante la balacera mataron al Tecolote. Un señor les dio asilo en su casa. Entonces apareció el general encargado del cuartel, un soplón le dijo dónde estaban los revolucionarios, éste mandó al teniente Campos indicándole que los matara y después los colgara a todos en la plaza. La gente de Demetrio les hizo una emboscada. Después de haber brincado muchas tapias y llegado al muro final del templo, encontraron a los federales y los bombardearon con granadas, matando así a la mayoría. Todos los que quedaron vivos fueron también asesinados junto con el general de tés blanca, quien dirigía en ese momento al grupo de federales. Demetrio llegó con 100 hombres a Zacatecas solicitando unirse a Pánfilo Natera, el cual lo aceptó muy cordialmente. Celebran los logros obtenidos. Luis Cervantes se puso a platicar con el señor Solís, quien le dijo que estaba desilusionado porque ya tenía 25 años en la revolución y sólo veía hombres muy acabados, como resultado de tales movimientos armados. Luis le dijo que no se desanimara, siempre debería tener presente los motivos que lo llevaron a unirse a esa causa. Demetrio Macías se llevó de ahí a Luis y le dijo felizmente que ya lo habían nombra coronel. A la mañana del día siguiente amanecieron muertos dos hombres de Macías y una vieja prostituta. Les da la orden de enterrarlos solamente. El asalto a la ciudad de Fresnillo Zacatecas fue un fracaso revolucionario. Demetrio al saberlo, les explicó a Anastasio y Pancracio lo fácil que era tomar esa plaza por la noche. Demetrio se acordó de Camila y le dijo a Anastasio que volvieran al ranchito por
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Ella, ya que se había enamorado profundamente de esa mujer. Anastasio le dijo a su jefe que cuando lo deseara
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