Los Grandes Cambios A Fines De La Edad Media
Enviado por daniwei • 25 de Febrero de 2015 • 464 Palabras (2 Páginas) • 370 Visitas
La vida económica de entonces tenía como centro el mercado, además de algunos locales donde los miembros de las diversas corporaciones desempeñaban sus actividades. La riqueza no se ostentaba y hasta los grandes mercaderes y banqueros realizaban sus negocios en sedes bastante modestas, casi bodegas en las que se almacenaban sacos de cereales y legumbres secas (garbanzos, lentejas, habas), barriles con pescado y carne conservados en sal, cestos con almendras y pasas, castañas y nueces. Sobre las repisas, un par de grandes quesos parmesanos y otros quesos de la región puestos a añejar, que debían ser engrasados casi todos los días, frascos de confituras, ánforas de miel, recipientes de jalea.
Como el comercio se extendía por Europa, era fundamental que en otras tierras las compañías tuvieran un fundago; es decir, una filial que tenía su tienda, oficina, almacén y habitación. En tierras extranjeras era una pequeña patria, y cada colonia de mercaderes tenía su propio barrio como una comunidad autónoma de la soberanía local. Varios asalariados trabajaban en estas filiales: un administrador, notarios, contadores o cajeros, y mozos. Había mensajeros que servían a más de una compañía y llevaban cartas lacradas de administradores y notarios.
La actividad de mercaderes y banqueros estuvo estrechamente ligada. Los comerciantes de moneda se dividían en usureros, cambistas y banqueros. Quienes se dedicaban a la usura hacían préstamos prendarios con altísimo interés, y pese a ser despreciados, cumplían una función social necesaria.
Los cambistas además de cambiar dinero, recibían depósitos y comerciaban con piedras preciosas, oro y plata en lingotes; eran en buena medida los responsables de la circulación normal del dinero; estaban autorizados y eran respetados por la sociedad. Por último, los banqueros hacían préstamos a personas o compañías, invertían en actividades diversas y obtenían cuantiosas ganancias por la emisión de letras de cambio, títulos de crédito, y órdenes de pago.
No era fácil la transportación de mercancías de un lugar a otro, por lo que mentir acerca de su destino era casi una norma. Viajar por tierra en la Edad Media ofrecía grandes peligros, sobre todo en bosques y pantanos, que fueron refugios de vagabundos y forajidos que asaltaban a los viajeros; por esta razón, los mercaderes se desplazaban en grupos numerosos acompañados de una escolta armada.
El panorama del comercio europeo, en términos generales, puede dibujarse así: En el norte, el Hansa (una liga de ciudades comerciales) dominaba el Mar del Norte y el Báltico, e intercambiaba los productos del nordeste (fierro, madera, pieles, trigo, arenque, pescado alquitrán) por las manufacturas de lujo de la industria italiana (joyas, terciopelos, obras de arte, cuero, trabajado) o por las especias de Oriente, importadas por naves
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