Los Grandes Desplazamientos De La Humanidad
Enviado por MateoBerrio • 3 de Agosto de 2014 • 2.640 Palabras (11 Páginas) • 695 Visitas
LOS GRANDES DESPLAZAMIENTOS DE LA HUMANIDAD
Con los viajes a la luna del proyecto Apolo, en los años sesenta y setenta del siglo XX, obtuvimos unas fotografías bellísimas de nuestro planeta Tierra. El planeta azul con sus gasas de nubes sobre el fondo negro del cosmos.
Por primera vez conseguíamos hacernos una fotografía en la que salíamos todos. Sin embargo, si prestamos más atención a la fotografía nos daríamos cuenta de que está movida, porque el hombre no ha cesado de moverse por la superficie de la Tierra a lo largo de toda la Historia.
PREHISTORIA
Entre todos los seres vivos del planeta Tierra, sólo el género humano ha sido capaz de adaptarse a los más diversos y distantes medios ambientales, tras la consecución de extensos desplazamientos que le llevarían en el transcurso de cientos de miles de años, durante la Prehistoria, a poblar territorios de los cinco continentes.
Para iniciar aquel dilatado proceso fue decisivo el afianzamiento, a lo largo de varios millones de años antes, de su bipedismo, que constatado ya en algunos homínidos debió surgir como respuesta de adaptación progresiva al cambio climático, responsable hace 6-5 millones de años de la transformación de una densa selva tropical en estepa herbácea, propiciando los primeros pasos en África Oriental. Transcurridos algunos millones de años, la evolución de las primeras especies humanas nos deparará, por fin, un "homo" capaz de emigrar, el denominado Homo erectus. Al seguir el rastro de sus huellas, podemos imaginar el inicio de una extensísima "andadura", de África a Eurasia. El destino que otros, como el antecessor, seguirían después.
Con el tiempo, todavía inconmesurable a nuestra percepción, Asia, otro destino, se convertiría además en ruta de tránsito hacia tierras de América. Pero en el poblamiento del continente americano, el sapiens sapiens contó con la decisiva contribución de determinados fenómenos originados por los cambios climáticos, las tierras emergidas. Probablemente el mismo fenómeno que facilitaría el desplazamiento desde territorio asiático a Australia.
* Bipedismo
La extraordinaria evidencia de bipedismo que en 1978 supuso el hallazgo de M. Leakey en el yacimiento de Laetoli (Tanzania), al descubrir en un sedimento formado por las cenizas producidas por la erupción del volcán Sandiman, al sur de Olduvai, las huellas de pisadas correspondientes a tres individuos bípedos, identificados como Australopitécidos afarensis, en torno a 3,7-3,6 millones de años, aparece reforzada por el análisis de otros restos fósiles, como los de Australopitécidos anamensis hallados en 1994 en los yacimientos del Lago Turkana (Kenia), al responder incluso a una cronología anterior, entre 4,2 y 3,9 millones de años de antigüedad.
¿Sería posible que con el tiempo algunos australopitécidos bípedos más evolucionados hubieran podido abandonar el África Oriental e iniciado un proceso de migración?. La coincidencia de restos de Australopitécidos africanus y robustus, datados entre 3-2,5 y 1,8-1,5 millones de años, respectivamente, que no sólo se documentan en África Oriental sino también en África del Sur inducen a algunos investigadores a plantearse la hipótesis de un desplazamiento hacia el sur y, de modo más aventurado, una ruta anterior hacia el territorio del actual Chad, en África Central, donde un reciente descubrimiento sitúa al Australopitécido bahrelghazali, entre 4 y 3 millones de antigüedad.
* De África a Eurasia
La consolidación del bipedismo, unido a la habilidad de las manos, ya completamente libres, y la evolución del cerebro que parece responder a una mayor complejidad, además de la morfología dental y la capacidad craneana, figuran entre las características que distinguen a las primeras especies del género Homo de sus predecesores, y en ocasiones contemporáneos, los homínidos australopitécidos. No obstante, tanto los fósiles de Homo habilis, distribuidos entre África Oriental y África del Sur y con una antigüedad entre 2,4 y 1,8 millones de años, como del Homo rudolfensis, concentrados en África Oriental entre 1,9 y 1,6 millones de años, testimonian un radio de acción circunscrito todavía a las tierras de África, en las que se llevó a cabo el proceso de hominización.
Habría que esperar, según desvelan las recientes investigaciones del Equipo Atapuerca, a la aparición, probablemente a partir del Homo habilis, del Homo ergaster, cuyos restos fósiles abarcan entre 1,8 y 1,4 millones de años en África, para testimoniar el inicio de migraciones a distantes regiones del continente africano -la vertiente atlántica del Norte de África- y el desplazamiento hacia Eurasia, donde las
evidencias fósiles más antiguas del denominado, a partir de su expansión, Homo erectus, se remontan a 1,8 millones de años en la isla de Java y a 1,5 millones de años en yacimientos de Georgia e Israel y se documentan en Europa y especialmente en Asia hasta hace unos 130/120.000 años.
Identificados sus restos como pertenecientes a distintas especies, cuyas denominaciones respondían a una creencia en la particularidad de las zonas de hallazgo y durante décadas considerado como predecesor de neandertales y sapiens sapiens, los hallazgos del yacimiento de la Gran Dolina en Atapuerca contradicen esta teoría y revelan la existencia de una nueva especie también de origen africano, el Homo anteccesor, que habría llegado al Occidente europeo como resultado de una migración posterior a la del Homo erectus, hace al menos 1 millón de años, y a partir de la cual surgirían después los neandertales.
Según esta hipótesis, el grupo de Homo antecessor que en principio quedó en África seguiría miles de años después la misma ruta próximo-oriental, dando lugar en el proceso evolutivo al homo sapiens sapiens.
* Continente americano
La expansión de la especie del Homo sapiens sapiens siguió en principio la misma dirección que las migraciones anteriores del Homo erectus y el Homo antecessor, abandonando África por el Próximo Oriente hacia Eurasia y abarcando los territorios euroasiáticos que unos u otros habían poblado, al adaptarse a un rigor climático al que los neandertales, sus predecesores en dichas tierras y cuya presencia era muy anterior, no consiguieron subsistir.
Como reflejo de su capacidad de adaptación a un nuevo medio ambiente, el Homo sapiens sapiens experimentó determinadas transformaciones en estrecha conexión con los distintos destinos de sus migraciones, surgiendo de este modo la diversidad racial. Algunos grupos de los que se habían dirigido hacia el bloque asiático
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