Los Mayas

Matemáticos, científicos y astrónomos.

Los conocimientos de los mayas en matemáticas y astronomía, cuyo objetivo principal era el pronóstico del tiempo para aprovechar mejor los ciclos de siembra y cosecha. Alcanzaron un nivel tan elevado que se han mantenido vigentes durante siglos.

Se los llama con razón los griegos de la América prehispánica, pues más allá de su carácter bélico, los pueblos mayas fueron capaces de trascender las necesidades básicas, desarrollando habilidades y conocimientos. Los más valiosos exponentes de todo este saber se hallan en las matemáticas y la astronomía, que les permitieron dotarse de un calendario de gran precisión, capaz de resolver sus retos medios ambientales y registrar los acontecimientos que les era importantes recordar.

Astronomía

Los mayas alcanzaron lo que se puede considerar el mayor grado de desarrollo astronómico y científico de toda la América precolombina. Establecieron un ciclo solar de 365 días, y otro lunar de 295 días, lo que no constituye una excesiva diferencia con el calendario gregoriano.

Venus fue uno de los astros más importantes para los mayas, y de la posición de este planeta con respecto a la Tierra dependieron muchas de las guerras y sacrificios en las ciudades mayas del periodo posclásico.

La atención de los astrónomos se centraba en el sol, lo que los llevo a rastrear su camino a lo largo de la elíptica. Así en Chichen Itzá, durante el ocaso, la serpiente de luz sube por el lado de la escalera de la pirámide de El castillo el primer de primavera y en el equinoccio de otoño. Observan las posiciones extremas del sol en los solsticios y los equinoccios, por lo que en el arte maya está representada la elíptica, recorrida del sol, en el cielo marcado por las constelaciones de estrellas fijas como una serpiente de dos cabezas

Los mayas también veneraron a la vía láctea, conocida como el árbol del mundo y representada por un majestuoso árbol floreciente: la Ceiba. En ese momento, se creía que las estrellas y nebulosas daban forma al árbol de la vida. La vida láctea de donde provenía toda manifestación de vida.

El calendario

El calendario maya fue el más perfeccionado de los empleados en Mesoamérica y se a convertido en el mayor logro cultural de esta parte del continente americano.

Se basa en una serie de días continuos que parten de una fecha inicial precisa (día cero) el 12 de agosto de 3.113 a.c.

Los mayas tenían 2 calendarios: uno de 365 días (haab) y otro religioso de 260 días (tzolkin). Las anotaciones numéricas se describían mezclando números con glifos, iban del cero al diez y nueve y se representaban utilizando una concha para el cero, puntos o círculos, para los números del 1 al 4, y barras que representaban periodos de 5 días. Era el más utilizado por los mayas para planificar las tareas agrícolas y las ceremonias religiosas

El arte maya, una expresión religiosa

El arte maya llego a su máximo resplandor durante el periodo clásico, cuando las diferentes regiones lograron desarrollar diversos estilos en arquitectura, pintura y escultura. Dado que le arte siempre estuvo vinculado a la religión y a la política, muchos de los objetos artísticos cumplieron funciones rituales o suntuarias. En cuanto a los objetos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos, eran también escenarios donde se desarrollaba la vida de los nobles y de los funcionarios, quienes se vestían suntuosamente para las celebraciones, con tocados de plumas y tejidos de colores. El arte funerario adquirió notable importancia, y los elementos utilizados en los funerales reflejaban la categoría social del personaje en vida

Arquitectura y Escultura

La topografía del suelo y del espacio natural fueron decisivos para los arquitectos mayas a la hora de definir las formas y la estructura de los edificios, que más allá de alguno elementos propios, como el arco falso o bóveda maya, las cresterías o peines, las estelas y los altares, participan de las características generales de las culturas mesoamericanas. Sus tendencias más conocidas son los llamados “estilo de Petén” Y “estilo peuuc”, en Uxmal, y el estilo Usumacinta en Palenque.

En cuanto a la escultura, está incluida un variedad de manifestaciones, como la talla de altares, estelas, lapidas, dinteles zoomórfos, tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y discos del juegos de pelota. Destaca también el uso del relieve, el color, la cantidad de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de las líneas curvas y el carácter abigarrado y escenográfico de la composición

Otras muestras de las esculturas mayas son los dinteles figurativos que flaqueaban las puertas de palacios y templos en Yaxchiilan, o los altares de piedras negras y las esculturas zoomorfas de Quiligua. Pero es posible que la cumbre de la estatuaria maya se encuentre en los paneles de Palenque: el palacio y los templos llenos de inscripciones; el sol, la cruz, y la cruz foliada, que reúnen los mejores ejemplos del arte maya al plasmar en piedra su universo religioso.

Murales y cerámica:

Del arte mural maya se conservan pocos exponentes, pero son suficientes para constatar que la pintura mural del periodo clásico alcanzo gran perfección técnica y calidad artística. Aunque utilizaron colores planos, carentes de perspectiva, los muralistas supieron crear la ilusión del espacio.

La cerámica maya fue, policroma y estuvo asociada con contextos funerarios. Fabricaron vasijas cilíndricas, además de platos y fuentes de distintas dimensiones, y la pintura cubría casi la totalidad de su superficie. Las siluetas de los dibujos se realizaban en negro sobre un fondo monocromo, beige o anaranjado. Las figuras antropomorfas fueron de gran popularidad y perfección. El mejor ejemplo de este arte puede observarse en Jaina (Campeche) donde se enterraban personajes ilustres. Para protegerlos en su último viaje, los artesanos de la isla almacenaban en la tumba un surtido ajuar, alimentos, útiles de uso cotidiano y objetos rituales, figurillas que debían guiar al muerto en el inframundo.

Religión, magia y sacrificio.

El panteón, poblado de numerosos dioses, seres sobrenaturales y antepasados divinizados, estaba presente en la vida cotidiana de los mayas. Por eso, la religión desempeño un papel fundamental en el florecimiento y también en el ocaso de su civilización.

Los mayas creían en la existencia de otra vida después de la muerte, la vida posterior para los mayas tenía dos posibilidades: un lugar de descanso eterno, y para los que no eran dignos de entrar

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