Los Primeros Piobladores
Enviado por gelvezhernandez • 9 de Octubre de 2013 • 10.535 Palabras (43 Páginas) • 265 Visitas
Primeros pobladores o descubridores: Sobre el poblamiento de América se han tejido una serie de conjeturas, al igual que un número respetable de tesis, algunas de las cuales son, hoy por hoy, teorías para muchos cientistas y estudiosos y leyes para otros Tan es así que, de la procedencia de estos primeros pobladores, se llegó a decir que provenían de algunas de las tribus perdidas de Israel, específicamente de la flota de Ophir de Salomón y de Jobal, ambos descendientes de Noé; o, sin duda, como dice otra versión, parte de los huidizos hombres que se regaron por el mundo después de la caída de la torre de Babel. Esta tesis del origen judío fue sostenida por hombres como Bartolomé de las Casas, Rodrigo García, el Padre Durán, el historiador B. de Roo y Lord Kingsborough.
Grotius, por su parte, en un intento que puede calificarse de ficción poética, dice tener pruebas que aseguran que el poblamiento del norte del Istmo de Panamá tenía su origen en el norte de Europa; los de Yucatán tendrían su origen en Etiopía; los peruanos, en China y los demás habitantes del cono sur, en el Pacífico Occidental. Más sensata resulta la proposición de John Ranking para quien el poblamiento americano fue el producto de migraciones tártaras y mongólicas.
Pero el afán científico de identificar a los originarios pobladores del continente, incluido el eslabón perdido de la evolución humana, llevó a hombres de buena fe, como al argentino Florentino Ameghino, a postular la tesis del autoctonismo. Su posición tiene que ver con las osamentas encontradas en el sitio de Mercedes, en la proximidades del arroyo Frías, las cuales, según Ameghino, correspondían a un individuo que debió vivir en el terciario, en las zonas de la pampa argentina (Homo pampeanus). En su imaginario árbol genealógico del hombre incluyó a: pithecukites, antrhropos, homínidos primitivos, tetraprothomo, diprothomo, homo, homo pampeus y homo sapiens. Con sus muestras óseas se dirigió a Europa, donde las autoridades en el tema demostraron que los especímenes exhibidos no eran otra cosa que monos.
Sobre la pretensión de Ameghino, el norteamericano Alex Herdlicka, postulante de la teoría del poblamiento a través del estrecho de Bering, de la que hablaremos más adelante, nos dice que el hombre no es originario de América, por lo que ni siquiera debiera plantearse la posibilidad; que el hombre procedió de otra latitud y su llegada debió ser durante el paleolítico superior; que la evolución del hombre que pobló América no se detuvo, como se pone de manifiesto cuando llegaron los españoles, los cuales encontraron una diversidad humana muy especial en este continente.
También se ha vertido tinta sobre los viajes fenicios y vikingos al continente americano, los que, en modo alguno, constituyen antepasados remotos del hombre americano. Sin embargo, sobre estos últimos se sabe hoy que, para 986, un joven islandés de nombre Bjarni Herjolfsson, de manera accidental, fue arrastrado a la costa atlántica de América del Norte y, pese a que algunos sostienen que con él se inician las colonias vikingas en América, lo cierto es que no llegó a desembarcar. Es Leif Ericsson quien fundó la primera colonia de este grupo humano en costas americanas, en un paraje al que denominó Vinlandia o Tierra del Vino, luego de visitar áreas denominadas por él: Helluland o Tierra de las Rocas Planas (posiblemente Baffin), Markland o Tierra de los Bosques (posiblemente Labrador). La duración de las colonias vikingas se enmarcan entre los años 1001 al 1020. Lo que no parece ponerse en duda, sobre estos navegantes, es que Helluland y Markland debieron estar entre las latitudes 64° 58° norte, con una extensión hacia el sur a 52° de latitud.
Las tesis más aceptadas sobre el poblamiento o descubrimiento de América las podemos comenzar a precisar en los planteamientos de Alex Herdlicka y el mexicano Pablo Martínez del Río quienes sostienen que el paso se dio por el estrecho de Bering y las Islas Aleutianas.
Herdlicka, según Comas, sostiene que en su "área septentrional —se refiere a América—, se conocen cuatro períodos más o menos sincronizados con los del pleistoceno europeo, fenómeno de interés para nosotros, ya que es unánime la creencia de que el estrecho de Bering fue el paso obligado de los más numerosos y más antiguos contingentes humanos procedentes del noreste asiático", y agrega: "Parece demostrado que existió, a fines del pleistoceno, la posibilidad material del paso terrestre a través de Bering gracias al descenso del nivel del océano, con motivo de la última glaciación (en el Viejo Mundo esta se denomina Würm y equivale a la de Wisconsi, en el Nuevo Mundo)".
Sobre el estrecho de Bering, Beals y Hoijer sostienen que, en definitiva, el nivel del mar debió haber bajado más de 36,5 metros, dejando un puente de tierra entre los dos continentes, resultando imposible que el paso fuera antes del período glaciar Wisconsin, y asociado a este acontecimiento existió una cultura de punta prearrojadiza que debió llevar a cabo la migración, "durante un período cálido intermedio en la glaciación Wisconsin, de una antigüedad entre 30.000 y 40.000 años".
Cierto es que la distancia entre el continente euroasiático y América es de unos ochenta kilómetros, encontrándose en el medio las islas Diómedes y un poco más al sur el archipiélago de las islas Aleutianas, lo cual, perfectamente, pudo hacer más fácil el paso de una a otra masa continental durante el pleistoceno tardío y el paleolítico superior.
De acuerdo a la opinión de Marvin Harris, el paso fue posible porque el puente de "Beringia existió hace más de 35.000 años, estuvo sumergido entre los 32.000 y 28.000, volvió a emerger entre los 28.000 y el 13.000, y está sumergido desde entonces". Sugiere que en diferentes intervalos hubo un corredor libre de hielos que comunicaba la costa norte de Alaska "con las grandes llanuras al este de las montañas Rocosas. Este corredor permaneció abierto entre los 36.000 y 32.000 años, entre 28.000 y el 20.000, y desde el 13.000 en adelante. Las migraciones hacia el sur de gente y animales debieron ocurrir al menos durante uno de estos intervalos, y es probable que se aprovecharan las tres oportunidades".
Otra de las tesis clásicas es la de Paul Rivet, para quien la población indígena americana es el resultado de cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del Océano Pacífico. En tal sentido, habla de cuatro grupos, de los cuales el elemento mongol y esquimal penetraron por Bering y los elementos australoides y malayopolinesio lo hicieron por el Pacífico. Sobre el elemento mongol parece que todos están de acuerdo; sobre el australoide hay disparidad de opiniones, ya que estos no figuran
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