Los afanes de la higienización de la ciudad de México en el siglo XIX

Los afanes de la higienización de la ciudad de México en el siglo XIX.

Los principios de higiene tienen su origen en la nueva España donde se realizaron algunas iniciativas para mantener nuevos hábitos de higiene en lo pobladores de la ciudad. Se realizaron algunas iniciativas que fomentaban la limpieza de las calles pero no fue hasta el siglo XVIII y principalmente siglo XIX que las condiciones de salubridad en la ciudad de México comenzaron a ser visibles.

A pesar de que las ideas de la ilustración llegaron a influenciar nuestro país y a personajes importantes dentro de la política haciéndose llamar liberales, la suciedad y el desorden social proliferaban en la urbe, hasta que las peticiones e iniciativas de personas letradas y organizaciones tomaron fuerza, la higiene se convirtió en un tema central dentro de los asuntos públicos del Estado. Es así como se consolida el papel del Estado en su carácter interventor pero también se fortalece la relación de los particulares (empresarios) en los asuntos de gobierno, quienes principalmente ofrecen sus productos para regular y contribuir a la higiene y salud como nuevo estilo de vida. De esta manera se crean desinfectantes para reducir o evitar las infecciones.

La construcción de casas se vuelve un factor importante, la ventilación juega un papel indispensable para la liberación de malos olores. De ahí surgen accesorios para organizar el hogar y mantener el orden y la limpieza de cada espacio pero a la paridad nacen hábitos de consumo que rápidamente son llevados al cuerpo, apareciendo todo tipo de cremas, perfumes, etc, que habrían de introducirse al cuerpo como efecto de una adecuada higiene.

Aparecen los deportes como un estilo de vida saludable tanto en las escuelas como en espacios privados como clubes, la intromisión del Estado en la elaboración de alimentos y bebidas y una fuerte ideología que realzaba la moralidad de lo que significaba ser higiénico. Al pobre se le asignaba como parte de su naturaleza una personalidad violenta y criminal mientras a la clase alta se le denominaban personas racionales, respetuosas y de buenos principios.

Incluso las fuertes críticas de escritores impulsaban a los gobiernos a terminar costumbres y tradiciones arraigadas como lo es el comercio, desprestigiando o poniendo en duda la higiene que pudiera haber en estos establecimientos.

Aunque se dieron grandes avances en la higienización, esta no fue ni es homogénea hoy en día.  Como es evidente, esta iniciativa fue liderada por personajes de clase alta y así mismo los espacios con mejor aspecto e higiene aún les pertenecen, de lo contrario en las zonas populares o en la periferia se observa un aspecto descuidado y en algunas colonias hasta la  falta de servicios aún existe.

El movimiento higienista si bien llevó a la ciudad a su rápida modernización también polarizó a la población y reforzó un sistema capitalista que se perpetúa hasta nuestros días.

...