Los metales preciosos
Enviado por Lau25_06 • 27 de Mayo de 2015 • Ensayo • 2.782 Palabras (12 Páginas) • 362 Visitas
LOS METALES PRECIOSOS
Con la llegada de los españoles se acaba la vida tranquila y llena de abundancia de los indios americanos. Los conquistadores son seducidos por las riquezas indígenas y comienzan a presionar a los nativos para que muestren la procedencia del oro y sus adornos. Entonces comienza una verdadera carrera para encontrar metales preciosos lo que permitió a los españoles descubrir importantes yacimientos mineros, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Las minas de oro de Carabaya, Antioquia, Chocó, Popayán y Zaruma y las de plata de Taxco, Guanajuato, Zacatecas, Potosí o Castrovirreina dieron unguelco total a la economía de la época. Una verdadera fiebre por la riqueza fácil se apoderó de los europeos, cuyo principal lazo de unión con América será, en adelante, la producción minera y el comercio que se desarrolló en torno a ésta.
AGRICULTURA
En un comienzo los conquistadores españoles menospreciaron la agricultura, dedicándose principalmente a la minería. Pero los centros mineros no podían subsistir sin agricultura y ganadería, pues debían resolver los problemas de alimentación y transporte. Así, en torno a las explotaciones mineras se establecieron haciendas y estancias, dirigidas a satisfacer las necesidades de la población minera.
Desde la América indígena salían cargamentos a todo el mundo de numerosas especies vegetales: como el maíz, la papa, los frijoles, el cacao, la mandioca o yuca, el tabaco, la coca, los tomates, el maní, el aji, la vainilla, el algodón, el caucho, el maguey o pita, el guano, el índigo, numerosas frutas tropicales (piña, chirimoya, mango, ananá, guayaba, mamón, papaya, chirimoya) y plantas medicinales como la quina, coca, zarzaparrilla, liquidámbar y distintos bálsamos. Los españoles introdujeron a nuestro territorio los cultivos de cereales, leguminosas, hortalizas, la vid, el olivo, la caña de azúcar y algunas especias de origen asiático. Asimismo, caballos, cerdos, vacas, ovejas y aves de corral, animales traídos por los conquistadores, se reprodujeron y dispersaron rápidamente por todo el territorio americano.
Las instituciones económicas de la Colonia, que tenían que ver con el trabajo de la tierra, y las actividades mercantiles eran: Mita: turnos de trabajo obligatorio en las minas, haciendas, obras etc. Encomienda: repartición de tierras a los españoles con los indígenas. Resguardo: Pueblos de indios organizados para manejar la mano de obra y facilitar el cobro del tributo.
Los principales impuestos eran: Alcabala (impuesto a las ventas), Almojarifazgo (impuesto de aduanas), Armada de Barlovento (impuesto a los artículos de primera necesidad), Quinto Real (impuesto minero), Estanco (monopolio sobre el trabajo, el aguardiente y la sal), Media Anafa (impuesto para los empleados oficiales) y Diezmo (impuesto a la Iglesia sobre los productos del agro).
MINERIA
La población indígena comienza a verse notablemente diezmada, lo que genero también una disminución considerable en la mano de obra que trabajaba en las minas y en las haciendas. Entonces se da un encarecimiento de la fuerza de trabajo, la productividad minera empieza a descender gradualmente y hacia 1630 la crisis ya está en su máximo desarrollo A todo esto se suma que por la falta de capital no podía adquirirse mano de obra esclava ni nuevas tecnologías para la explotación minera.
La mayoría del dinero se estaba invirtiendo en el fortalecimiento del comercio, así a través de todo el siglo XVII y en la primera mitad del XVIII, los mineros del occidente neogranadino y los funcionarios reales, se quejan permanentemente de la decadencia de las minas por falta de brazos y carencia de dinero para adquirir nuevos esclavos. Para el año 1776 se da una crisis económica que afecta especialmente al territorio de la Gobernación de Antioquia y en el año de 1783, los Oficiales Reales de Antioquia informaban así al Virrey que este territorio es uno de los más pobres.
En agosto de 1785 Mon y Velarde empieza a actuar como Gobernador de la Provincia de Antioquia. Las Capitulaciones Reales habían puesto en manos de unos pocos influyentes el territorio de la provincia, así que autorizó la ocupación y posesión de las tierras ya señaladas por sus antecesores. Fundó los pueblos de Sonsón, Yarumal, Carolina y Don Matías, en terrenos expropiados a sus dueños que redistribuyó entre la población. Organizó las oficinas y las rentas de aguardiente, degüello y tabaco, creó juntas de agricultura, decretó gratificaciones para impulsar la siembra de cacao, anís y algodón, introdujo y repartió a su costa semillas, dotó de tierras y herramientas a la población, formó y expidió un nuevo código de minería adaptado a las exigencias de la localidad, fundó escuelas, trajo expertos de Quito que enseñasen la manufactura de los sombreros de paja, y promovió la creación del arzobispado, entre otros.
La Iglesia Católica fue una institución poderosa durante el período colonial. A ella estaba encomendada la evangelización, pero su poder también se extendía a lo territorial ya que por legados y donaciones de fieles piadosos, la iglesia había llegado a poseer una inmensa fortuna territorial. Las relaciones entre la Corona y la Iglesia habían estado reguladas por el Patronato eclesiástico, que era un conjunto de prerrogativas cedido por los Papas a los Reyes. Según el Patronato, el Estado Español daba los nombres de los prelados que el Papa debía nombrar, designaba los curas párrocos, percibía los diezmos eclesiásticos, autorizaba la fundación de Iglesias y la demarcación de diócesis y parroquias y pagaba a prelados y curas, los cuales, por la procedencia de su nombramiento, por las leyes vigentes y por el origen de su estipendio, eran prácticamente funcionarios estatales con un cierto grado de subordinación. En el período colonial la Iglesia Católica monopolizaba la enseñanza.
En América en general, a lo largo de los siglos XVII y sobre todo XVIII, la agricultura se transformó en la actividad económica más importante, principalmente por el crecimiento de la población, con el consiguiente aumento de la demanda de alimentos, y la valorización social que otorgaba la posesión de la tierra.
En el siglo XVIII se evidenció la pérdida de la hegemonía española en Europa y en los mares. Corsarios (marinos contratados y financiados por un Estado en guerra para causar pérdidas al comercio del enemigo y provocar el mayor daño posible en sus posesiones, como Francis Drake que saqueo a Cartagena) y piratas (que robaban por cuenta propia) ya no podían ser detenidos por los galeones de la corona, debilitándose extraordinariamente el oneroso sistema de flotas anuales. Por otra parte, el aumento de la población de las
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