Los nuevos nacionalistas

EL NACIONALISMO

Históricamente sabemos, que el nacionalismo se sustenta en el amor por el suelo patrio, la lengua y la cultura común, y la necesidad de los hombres de pertenecer a un sector determinado de la sociedad o de la vida política, cuando se busca identificar los pensamientos con los de un gobierno, una nación, una sociedad o un territorio en particular, ya que el nacionalismo es el alimento que nutre la ideología de los pueblos, que como himno de guerra y libertad que será capaz de hacer que vibren las entrañas de los hombres, despertando los sentimientos más profundos del alma, que se fundirán poco a poco con los sentimientos colectivos, mirando siempre de frente hacia un cambio en nuestras vidas.

Sin duda el espíritu nacionalista se vio más impulsado en el periodo de la revolución mexicana, al surgir una nueva ideología enfocada al cambio social, donde la figura del indio huarachudo y taimado se instituyó como el prototipo del mexicano que luchaba por sus tierras, tanto en el sur como en el norte, dando lugar al fortalecimiento del pensamiento Zapatista y Villista, bajo el grito de tierra y libertad , que más adelante los constituyentes de 1917, darían vida jurídica a tales preceptos mediante el artículo 27, el cual tenía la encomienda de regular el tema agrario y la creación de la educación rural, mediante la integración de los campesinos como parte importante de los cambios que la modernidad post revolucionaria exigía, como parte del proceso de cambio enfocado a romper con los modelos de vida rural y pasar al modelo de vida urbana e industrial, que ponían fin al rezago social para dar pie al desarrollo y organización corporativa de la nueva figura del obrero, que suple al campesino, al buscar asegurar su estabilidad económica personal y colectiva con el esfuerzo de su trabajo para sacar adelante su país.

Efectivamente el nacionalismo mexicano, siempre ha buscado germinar mediante una cultura de bienestar social, que a partir del periodo post revolucionario, fue la punta de lanza que abrió la brecha para iniciar la vida democrática del país, ya que al desaparecer los conflictos armados, se busco hacer guerra de ideologías en busca de obtener el poder político, como parte del proceso de conciencia nacional y democracia que exige que los ciudadanos busquen el desarrollo social mediante la práctica de sus derechos cívicos, como el voto libre y secreto, que trae a la realidad objetiva el elemento de la democracia, mediante el depósito de los intereses colectivos en una sola persona, que refleje todos los ideales sociales étnicos y políticos de lo que ahora se conoce como los nuevos nacionalistas. Sin duda los nuevos nacionalistas han evolucionado en la vida democrática de nuestro país, trasformando su vida de caudillos a políticos de carrera, quienes argumentan ser conocedores de las necesidades del pueblo para conducir una lucha contra las injusticias del sistema que los gobierna, para traer beneficios por igual, a todos los ciudadanos o por lo menos ese es el mensaje que nos han hecho creer, ya que el nacionalismo se ha vuelto una estrategia de convencimiento como la implementada por nuestro nuevo presidente electo quién después de 20 años de lucha logra tomar el poder en sus manos y decide que es el momento de cambiar el rumbo de México mediante la cuarta transformación, con la confianza del pueblo y su voto, pues su partido Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido por todos como MORENA, tiene la fórmula que le permitirá retomar el control de una nación agonizante y mancillada por las constantes violaciones de los derechos humanos, el robo, los saques y demás arbitrariedades permitidas por su homologo saliente Enrique Peña Nieto, quién fue consumido poco a poco por el cáncer de la corrupción, que podrió toda la estructura de su gobierno, al grado de ya no poder contener esa fuerza destructora que contamino hasta la célula más profunda de su cuerpo político, causando reacciones sociales en todo al país, que mediante plantones y marchas pretendían exigir en los últimos días una respuesta de un gobierno que prácticamente agonizaba, junto con aquel cambio tan anhelado que poco a pocos se perdía en el horizonte, quedándonos a merced del poder de la delincuencia y la inseguridad.

Resulta indiscutible que después del planteamiento anterior y a pesar de las circunstancias que vive México, respecto de la manera en la que en los último años, los políticos han guiado el desarrollo del país, aún la sociedad continúen siendo seducida por los nuevos políticos nacionalistas, responsables de despertar los sentimientos más profundo de nuestra sociedad o ¿A caso somos como

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