Los residuos de la Tragedia Auschwitz en nuestro presente

Buenas noches a todos.

En primer lugar, antes de comenzar con mis puntos relevantes de la lectura me gustaría acotar, que independientemente de las interpretaciones que se pueden ejecutar a partir del texto, el genocidio dado en Auschwitz fue uno de los eventos más indignante, trágico e injustificable; sin embargo, el concepto de resiliencia en estas oportunidades nos ayuda a tomar esos factores para no caer en los mismos acontecimientos, tal como lo plantea el autor. Una vez dado el lugar adecuado a las circunstancias es importante saber que la idea de la educación para la emancipación es fundamental para progresar como sociedad. Me parecía  irónico que este libro fue escrito hace muchos años, pero el sistema sigue igual, es ahí donde entendí los postulados del tema; para cambiar la sociedad es necesario educar adecuadamente en la infancia pero una educación crítica sin heteronomía sino mas bien con autonomía con kantiana, para formar seres humanos y formarnos como facilitadores de conocimiento, para  tener la fuerza de reflexionar y autodeterminaros a que todo lo ordenado ciegue nuestra razón, más bien, cambiemos el rumbo de los acontecimientos futuros y no caer en un nuevo Auschwitz. El primer factor está íntimamente relacionado con la ilustración general, o clima espiritual, cultural y social. En esta parte de la lectura realmente me sorprendió, jamás en un libro de carácter sociológico con un tinte psicológico, se hablaba tan abiertamente del amor, la capacidad de amar fundamental para no revertir odio, y que la historia no se repita, y aprendamos a amar lo suficiente en los demás. Toda la lectura me hizo pensar en que clase de maestra deseo ser una persona que eduque para ser libres o una que ate cadenas de pensamientos en los alumnos, e incluso en mi vida académica y diaria, si estoy emancipada de los idealismos y si los acepto o no con una conciencia cosificada; aprendí que la función de cada uno es liberarnos y que a pesar de que han pasado muchos años es hora de empezar a cambiar el sistema porque sino considero que como futuros maestros no hacemos nada seriamos cómplices de una sistema que engendra odio, furia y rencor.

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