MERCANTILISMO
Enviado por noelia09999 • 29 de Abril de 2015 • 1.755 Palabras (8 Páginas) • 272 Visitas
El mercantilismo es el "nacionalismo económico" con la finalidad de edificar un Estado-Nación rico y poderoso. Adam Smith acuñó el término "sistema mercantil" para describir el sistema de economía política que buscaba enriquecer al país restringiendo las importaciones y fomentando las exportaciones. Este sistema dominó el pensamiento y la política económica de la Europa Occidental desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. La meta de esta política era, supuestamente, conseguir una balanza comercial "favorable" que atrajera oro y plata al país. El sistema mercantil sirvió a los intereses de los comerciantes y productores como la Compañía Británica de las Indias Orientales, cuyas actividades fueron protegidas y alentadas por el Estado.
La más importante razón de ser para el mercantilismo en el siglo XVI fue la consolidación de los centros regionales de poder en la era feudal por parte de las grandes Naciones-Estado competitivas (Inglaterra, Francia y España). Otros factores que contribuyeron fueron el establecimiento de colonias fuera de Europa, el desarrollo del comercio y la industria europeos con relación a la agricultura, el incremento del volumen y alcance del comercio, y el incremento en el uso de sistemas monetarios metálicos, particularmente el oro y la plata, con relación a las transacciones de intercambio.
Durante el período mercantilista, los conflictos militares entre los Estados-Nación fueron frecuentes y más extensos que en cualquier otro momento de la historia. Los ejércitos y armadas de los principales protagonistas ya no eran fuerzas temporales organizadas para enfrentarse a una amenaza u objetivo específico, sino que eran fuerzas profesionales a tiempo completo. El objetivo económico primario de cada gobierno era controlar una cantidad suficiente de moneda fuerte para sostener un estamento militar que pudiera frenar los ataques de otros países y ayudar a su propia expansión territorial.
La mayoría de políticas mercantilistas se basaron en el aumento de las relaciones entre los gobiernos de las Naciones-Estado y sus clases mercantiles. A cambio de pagar tributos e impuestos para sostener los ejércitos, las clases mercantiles indujeron a los gobiernos a poner en marcha políticas que protegieran sus intereses comerciales contra la competencia extranjera.
Esas políticas adoptaron muchas formas. Interiormente, los gobiernos proporcionaban capital para nuevas industrias, eximían a las nuevas industrias de someterse a los gremios y de pagar impuestos, establecían monopolios sobre mercados locales y coloniales, y concedían títulos y pensiones a productores con éxito. En política comercial, el gobierno ayudaba a la industria local imponiendo aranceles, cuotas y prohibiciones de importación de bienes que compitieran con las manofacturas locales. Los gobiernos prohibían también la exportación de herramientas y bienes de equipo y la emigración de mano de obra cualificada que pudiera permitir a los países extranjeros, e incluso a las colonias del país de origen, competir en la producción de bienes manofacturados. Al mismo tiempo, los diplomáticos alentaban a los industriales extranjeros a trasladarse a su país.
El transporte naval fue particularmente importante durante el período mercantil. Con el desarrollo de las colonias y el embarque de oro desde el Nuevo Mundo hasta España y Portugal, el control de los océanos era vital para los intereses nacionales. Puesto que los barcos podían ser usados con finalidades mercantiles y militares, los gobiernos de la época desarrollaron fuertes marinas mercantes. En Francia, Jean Baptista Colbert, ministro de finanzas de Luís XIV (desde 1661 hasta 1683), incrementó los aranceles portuarios sobre los barcos extranjeros que entraban en puertos franceses y proporcionó bonificaciones a los constructores navales nacionales.
En Inglaterra, las Leyes de Navegación de 1650 y 1651 prohibieron a los barcos extranjeros dedicarse al comercio costero en Inglaterra y requirieron que todos los bienes importados del continente fueran transportados bien por un navío inglés o por un barco registrado en el país de origen de los bienes. Finalmente, todo comercio entre Inglaterra y sus colonias tenía que ser transportado por barcos ingleses o coloniales. La Ley de Materias Primas de 1663 extendió la Ley de Navegación requiriendo que todas las exportaciones coloniales a Europa fueran desembarcadas en puerto inglés antes de ser reexportadas a Europa. Las políticas de navegación de Francia, Inglaterra y España fueron dirigidas principalmente contra los holandeses, que dominaban la actividad comercial marítima en los siglos XVI y XVII.
Durante la era mercantilista se sugirió a menudo, si no se creyó realmente, que el principal beneficio del comercio extranjero era la importación de oro y plata. Según este punto de vista, los beneficios para la nación quedaban igualados por los costes para las otras naciones que exportaban oro y plata, y no había ganancias netas del comercio (se veía como un juego de suma cero). Para las naciones, casi constantemente al borde de la guerra, se consideraba que privarse unas a las otras del valioso oro y plata era casi tan deseable como los beneficios directos del comercio.
Adam Smith refutó la idea de que la riqueza de una nación se mide por el tamaño de su tesoro.
En general se considera que la publicación del libro de Smith en 1776 "Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones" marca el final de la era mercantilista, las doctrinas no intervencionistas reflejan un desencanto creciente con las políticas imperialistas de las Naciones-Estado. Sin duda las guerras napoleónicas fueron el heraldo final del período de confrontación militar en el continente y las políticas que lo apoyaban.
Sin embargo, y a pesar de
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