Maestros De Bolivar
Enviado por Syngaster • 6 de Febrero de 2013 • 3.478 Palabras (14 Páginas) • 491 Visitas
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
L.N. Alonso Pacheco.
Maracaibo, Estado- Zulia.
Cátedra Bolivariana.
Realizado por:
Luisa Saavedra.
Año:
3ero “D”.
Maracaibo, Febrero de 2013
Introducción
Simón Bolívar nació de un hogar aristócrata por lo cual tuvo una excelente educación, a pesar de la muerte de sus padres, cuando tenía 9 años. Uno de sus tutores fue Simón Rodríguez, quien lo introdujo al movimiento filosófico: La Ilustración, de aquella época y es el mas que influyo en él. También destacan: Andrés Bello, que fue su maestro de: aritmética, geografía y cosmografía. El padre Andújar le enseño religión, moral y gramática española, Guillermo Pelgrón que le enseño el latín.
Simón Rodríguez
Nace en Caracas el 28 de Octubre, 1769. Muere en Amotape (Perú) el 28 de Febrero, 1854. Fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, destacando por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, el cual posteriormente trasmitirá a Simón Bolívar al desempeñarse como su maestro y mentor. En cuanto a su vida familiar es poco lo que se sabe. En mayo de 1791 el Cabildo de Caracas lo admite para ejercer el cargo de maestro en la escuela de primeras letras para niños, lugar al que llegará al año siguiente Bolívar para iniciar su educación. En junio de 1793 se casa con María de los Santos Ronco, acto en el cual se declaró "Expósito de esta feligresía", término que se solía y se suele utilizar para designar a aquellas personas abandonadas por sus padres. Dos años después, tras fugarse el niño Bolívar de la casa de su tutor, es enviado a casa de su maestro Simón Rodríguez quien se encargará definitivamente de su formación. Durante este tiempo Rodríguez fue ganado a la causa independentista debido a la lectura de los pensadores de la Ilustración; por lo que en 1797 se ve vincula al proyecto de emancipación inspirado por el pedagogo mallorquín Juan Bautista Picornell, en asociación con los venezolanos Manuel Gual José María España. Luego del descubrimiento y fracaso de esta primera tentativa revolucionaria, Rodríguez es expulsado de Venezuela, donde no regresará jamás.
En 1797 luego de su salida de Venezuela, se traslada a Kingston (Jamaica) donde residirá por algún tiempo y en el que cambiará su nombre por el de Samuel Robinson. Posteriormente, viaja a Estados Unidos donde vive hasta fines de 1800, y en abril de 1801 se halla en Bayona (Francia), de donde pasa a París y allí traduce, ese mismo año, la Atala de Chateuabriand. En esta ciudad se encuentra de nuevo con Simón Bolívar en 1804, convirtiéndose a partir de este momento en una figura decisiva en el rumbo que tomará la vida del futuro Libertador de América. En tal sentido, juntos parten en abril de 1805 a un viaje que los llevará a Lyon y Chambery para luego atravesar los Alpes y entrar a Italia. En Milán presencian la coronación de Napoleón Bonaparte como rey de Italia.
Finalmente, la gira culmina en Roma, donde el 15 de agosto del mismo año, Bolívar, junto a Rodríguez y Fernando Toro, jura dedicarse por completo a la causa de independencia de Hispanoamérica. Gracias a que el texto quedó grabado en la memoria de Rodríguez, el mismo paso a la posteridad como sigue a continuación: "Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español". Luego de una breve visita de Bolívar a Nápoles retornan a París hacia fines de 1805, separándose tiempo después.
En 1806 inicia un largo peregrinar por Europa, viviendo en Italia, Alemania, Prusia, Polonia y Rusia; que culmina en 1823 cuando llega a Londres donde se encuentra con Andrés Bello, emprendiendo ese mismo año el retorno a América. Al continente americano ingresa por Cartagena de Indias, retomando además su nombre Simón Rodríguez. El Libertador al enterarse de su regreso, le escribe el 19 de enero de 1824 desde Pativilca (Perú), una de las más conmovedoras epístolas de toda su vida: "Ud. formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. me señaló [...] No puede Ud. figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que Ud. me ha dado, no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que Ud. me ha regalado". Con la ayuda de Francisco Paula Santander, ordenado por Bolívar, Rodríguez marcha a unirse con él, emprendiendo por Cartagena el viaje a Perú a través de Panamá y Guayaquil, llegando a este último puerto a fines de 1824 o principios de 1825. A su paso por Ecuador dejó importantes obras: en La catunga dicta clases de agricultura y botánica en el Colegio Nacional; en Quito presenta al Gobierno un Plan de colonización para el Oriente de Ecuador y en Ibarra, funda una "sociedad de socorros mutuos". En 1825 Bolívar lo recibe en Lima y lo incorpora de inmediato a su grupo de colaboradores directos. En noviembre de este mismo año, Bolívar lo nombra "director de Enseñanza Pública, Ciencias Físicas, Matemáticas y de Artes y director general de Minas, Agricultura y Caminos Públicos de la República Boliviana". El 7 de enero de 1826 Bolívar regresa a Lima y Rodríguez permanece en Bolivia, siendo ésta la última vez que se ven.
En 1826 renuncia a sus cargos en Bolivia, por no congeniar con el mariscal Antonio José de Sucre presidente para ese entonces de dicha nación. Por tal motivo, se marcha a Arequipa donde publica en 1828, el Pródromo de la obra Sociedades Americanas en 1828, texto en el que igual que otros escritos suyos, insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase: " La América Española es Orijinal = Orjinales han de ser sus instituciones i su gobierno = I Orijinales sus medios de fundar uno i otro. O Inventamos o Erramos". En 1830 aparece su libro El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social, el
...