Maestrso En La Revolcion Mexicana
Enviado por bereniceyanez • 21 de Septiembre de 2011 • 1.097 Palabras (5 Páginas) • 662 Visitas
La llegada de la Revolución Mexicana interrumpe el proyecto educativo porfiriano, particularmente en lo que se refiere a la centralización de la enseñanza primaria y a los esfuerzos que pretendían homogeneizar al magisterio mediante la unificación de los planes de estudio en la enseñanza normal.
La participación de los maestros durante el movimiento armado fue muy diversa, la mayoría de los docentes no intervino en la política y continuo desempeñando sus funciones sin importar el gobierno para el que trabajaran, no obstante, algunos fueron victimas de la política y padecieron desde el retraso temporal o indefinido de sus sueldos hasta el cese por haber colaborado con el enemigo, otros, quizás los menos, participaron a lado de alguna de las fracciones o grupos revolucionarios como ideólogos, escribanos, secretarios y consejeros de los jefes, organizadores y dirigentes de campesinos y obreros. Algunos de ellos llegaron a ser jefes políticos y militares.
Durante la revolución, la política para formar maestros fue una continuidad del régimen porfiriano, aunque con algunos cambios importantes. Uno de ellos y el más notable fue la interrupción del antiguo proyecto para federalizar la enseñanza primaria, uniformándola en todo el país mediante la centralización, las asambleas nacionales de instrucción pública y el acuerdo entre el gobierno federal de los estados. Esta uniformidad pretendía construir un sistema nacional de educación primario moderno con elementos de comunes e igual orientación en toda la república.
El proyecto para federalizar la enseñanza normal se interrumpió por los mismos factores que truncaron la federalización de la educación primaria: la revolución mexicana, descentralizada en un principio, reforzó en el corto plazo la antigua resistencia de los estados para ceder parcial o totalmente sus sistemas locales al gobierno federal.
La revolución también produjo algunos intentos por reorientar la enseñanza normal, como los planes y programas de estudio. En general se buscaba una enseñanza normal mucho más comprometida con el pueblo y la revolución.
Durante la revolución encontramos también signos de continuidad y cambios en la profesión docente, hubo profesores titulados normalistas y no normalistas, profesores titulados por los gobiernos de los estados y por los ayuntamientos y profesores sin títulos.
Durante la revolución los pedagogos, ideólogos o dirigentes magisteriales utilizaron sus conocimientos y habilidades especializados como el principal argumento para reclamar el monopolio sobre los principales cargos directivos del ramo.
Las escuelas normales cumplieron una función ambigua respecto a los cambios sociales y políticos provocados por la revolución: por un lado, transmitieron y reprodujeron los valores del orden, por el otro, fueron transmisoras de los valores del cambio.
No hubo estado o grupo revolucionario que no contara en su fila con más de un maestro, e incluso los cantaron por decenas. También es indudable que hubo maestros que influyeron en los discursos y en los programas de algunos grupos revolucionarios.
Los maestros primarios eran miembros de una profesión de Estado. Además, como miembros de un grupo, visto como subprofesional y por su origen socio demográfico, sus afinidades eran más cercanas a las de los jefes revolucionarios. Por lo mismo, los maestros primarios tuvieron un menor desprecio que los universitarios hacia los “iletrados”, “ignorantes” y, a veces, “salvajes” jefes revolucionarios.
Durante, y sobre todo después de la revolución, el papel del magisterio ha sido exaltado por casi todos los candidatos a los puestos de representación popular en sus campañas
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