Manifiesto del Partido Comunista Parte II: Proletariados y comunistas

Título del libro: Manifiesto del Partido Comunista.

Nombre del autor: Karl Marx y Friedrich Engels.

Parte II: Proletariados y comunistas.

En este segundo capitulo del Manifiesto se aclaran las tesis comunistas, ya que se concibe al comunismo de maneras muy erróneas, esto es producto de lo que la burguesía articula y la información que ésta manipula. Uno de los primeros puntos que se tratan es que los comunistas no tienen intereses distintos al proletariado y no son un partido separado al éste, son una parte de él que los impulsa hacia delante, y lo que lo distingue de los partidos obreros es que, independientemente de la nacionalidad, destacan y hacen valer los intereses comunes de todo el proletariado.

Teniendo claro que el objetivo inmediato de los comunistas y de los demás partidos proletarios, en el Manifiesto se explica otro punto que es las abolición de las relaciones de propiedad.  El comunismo no busca abolir la propiedad personalmente adquirida, fruto del esfuerzo personal, lo que se busca abolir es la existencia de la propiedad privada y con “propiedad privada” se habla de la propiedad burguesa moderna, ya que esta no crea propiedad para el proletariado, que es el que provee la fuerza de trabajo.

Con respecto a lo anterior, se habla también de dos antagonismos entre el capital y el trabajo asalariado. El capital es un producto colectivo que se debe poner en movimiento por la actividad conjunta de muchos miembros de la sociedad, es una fuerza social que debe transformarse en propiedad colectiva y al transformarse en propiedad colectiva, no se esta aboliendo la propiedad, solo cambia su carácter social, pierde su carácter de clase.

El obrero asalariado se apropia de lo que necesita únicamente para su subsistencia y reproducción de su vida, Lo anterior es lo que se busca suprimir, éste carácter miserable de esa apropiación que solo busca que el obrero haga crecer el capital en medida que la burguesía lo decida. El comunismo no quita la capacidad de apropiarse de los productos sociales, si no el poder de dominar el trabajo ajeno por medio de esta apropiación.

En segundo punto es, la familia. Las bases en las que descansa la familia burguesa es en el capital y el lujo privado. La familia plenamente desarrollada que existe para la burguesía, no para el proletariado, puesto que encuentra su aditamento en la anulación de toda la familia para el proletariado y en la prostitución pública. Sin este complemento, no hay familia burguesa y sin capital, tampoco existe la familia burguesa. El comunismo busca abolir la explotación de los hijos por sus padres, busca también una educación social que para nada quiere romper los vínculos familiares. Esta educación social, al igual que la propiedad, cambia su carácter social, para así arrancar la educación de la influencia de la clase dominante. En cuanto a la mujer, para el burgués no es más que un instrumento de producción, un instrumento de utilización común, el comunismo busca acabar con esta comunidad de mujeres y sustituirla por una comunidad franca y oficial.

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