Maria Antonieta

MARIA ANTONIETA

María Antonieta, la hija menor de la emperatriz María Teresa de Austria, es seleccionada por su madre para contraer tempranamente matrimonio con el Delfín de Francia, Luis XVI, con motivo de sellar una alianza entre estos dos países rivales, Austria y Francia. Renunciando a toda conexión con su país de origen y a sus derechos al trono austriaco, emprende un viaje a Francia para reunirse con su futuro esposo. En 1770 ambos contraen matrimonio, pero tristemente no se consuma inmediatamente, postergando así el nacimiento del futuro Delfín de Francia.

En un comienzo, no logra acostumbrarse a su nuevo estilo de vida, encontrando así, sofocante la vida en la corte de Versalles, provocando que desafíe la formalidad ritual de este lugar, frecuentando a su marido y sus amigos en excursiones de caza, palmas en la ópera, y despreciando a menudo a los demás miembros de la aristocracia y la familia real. A medida que pasa el tiempo, encuentra consuelo en la compra de vestidos elaborados y zapatos, comer pasteles de lujo, y el juego con sus damas, llevando un extravagante estilo de vida. El pueblo se encuentra inmerso en un ambiente de creciente pobreza, el cual incrementa cada vez más el descontento de buena parte de la población, pero al ser informada aquella situación a los Reyes de Francia, estos le son indiferentes, ya que María Antonieta no abandona sus lujos, y tampoco Luis XVI deja de invertir riquezas en conflictos extranjeros, como la Revolución Americana, que sólo logran aumentar las deudas de Francia y a la vez el descontento del pueblo.

Los Reyes logran consumar su matrimonio gracias a la intervención del hermano de María Antonieta, el Emperador José II, y como consecuencia la Reina da a luz el 18 de diciembre de 1778, a la pequeña Marie Thérèse. Durante el crecimiento del bebé, la Reina pasa parte de su tiempo en el Petit Trianon, un pequeño castillo sobre la base de Versalles, donde inicia un romance con von Fersen. La situación de Francia va en decadencia, debido a la crisis fiscal, la escasez de alimentos y los múltiples disturbios que se vuelven cada vez más recurrentes, provocando un drástico deterioro del lujoso estilo de vida de la Reina, la cual ha comenzado a centrarse menos en su vida social y más en su familia, realizando así ajustes financieros, que incluirían sacrificar algunos lujos, como la compra de diamantes

Pocos meses después de la muerte de su madre en noviembre de 1780, María Antonieta da a luz a un niño, Louis-Joseph, el nuevo delfín. También da a luz un segundo hijo, que muere poco después. Cuando la Revolución Francesa empieza a entrar en erupción, la familia real decide quedarse en Francia, a diferencia de gran parte de la nobleza, pero cuando los disturbios llegan a las puertas del castillo, la obligan a salir de Versalles y a transferirse a las Tullerías.

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