Maria Antonieta

Al dejar Viena para unirse al futuro Luis XVI, María Antonieta es una de las princesas más afortunadas de toda Europa, fue una de las Reinas más bellas de todos los tiempos. Vital, caprichosa y dada a los placeres, fue menos perversa de lo que creyó su pueblo y mas Valente de lo que hubiesen deseado sus detractores a la hora de enfrentar su trágico destino. A la falta de consumación de su matrimonio con Luis Augusto de Borbón, un adolescente bueno y acomplejado, la alegre Delfina responderá con un torbellino de fiestas y gastos en suntuosas toilettes. Asegurada la sucesión con el nacimiento de un heredero, la ya Reina María Antonieta intentará guiarse por el sentido de responsabilidad de su madre y de sus antepasadas, las Austrias. Pero su reputación quedará manchada por infames calumnias.

La Revolución Francesa de 1789 acabará por superar a la ahora sagaz Reina, que poco podrá hacer para contrarrestar el indeciso carácter de su marido. Tras la decapitación del Rey, a María Antonieta sólo le quedará luchar con valentía para salvar la vida de su hijo.

María Antonieta de Austria nació el 2 de noviembre de 1755 en Viena, ella era la hija del emperador francisco I, quien la adoraba profundamente e hija de la emperatriz María teresa I de Austria quién, como el país entero, estaba embelesada por su hija y no podía negarle ningún capricho. Su querida madre deseaba, más que nada en el mundo que María Antonieta tenga un gran futuro y por eso deseaba casarla con el futuro rey Luis XVI, pero además para que sus reinos se puedan aliar mas. algo muy importante para su madre era la educación de María Antonieta para poder casarla, pero la niña de solo 7 años era muy traviesa, caprichosa y engreída y aunque sus maestros decían que tenía la suficiente inteligencia, apenas pudieron lograr que sea una ejecutante mediocre de clavecín y que solo llegara a hablar el francés bastante mal y que se expresara en alemán correctamente, pero nunca pudieron enseñarle ortografía, porque la princesa se ponía triste y los desarmaba con encantadores mohines.

A los 12 años la pequeña y adorable princesa supo que iba a ser reina de Francia, es así que su madre le puso dos expertos para hacer de ella una perfecta princesa parisina, aunque ellos solo tenían que reforzar la fe de la princesa y edificar en la cabellera de la infanta una versallesca torre dorada llena de bucles, pero lamentablemente no duraron más que una semana después se confesaron derrotados. Cuando María Antonieta caso con el duque de Berry, a los 14 años, ella ya era una deliciosa muchacha, espléndidamente formada, con un exquisito rostro oval, un cutis de color entre lirio y la rosa, unos ojos azules y vivos capaces de condenar a un sato, un cuello largo y esbelto y un caminar digno de una diosa, pero lo único desagradable de esta encantadora jovencita, para el gusto francés era su pequeña boca, dotada del desdeñoso labio de los Habsburgo.

La fecha tan esperada por todo el Reino, donde el matrimonio de la princesa con quien seria Rey de Francia fue bendecido el 16 de mayo de 1770. Grandiosas fiestas y solemnidades, fastos y desfiles rodeaban todo el pueblo pero después de eso no hubo nada, pues al menos eso es lo que el Delfín escribió en su diario en la mañana del día 17, y seguiría escribiendo esta sola y enojosa palabra hasta el nacimiento del primero de sus cuatro hijos. Joven, bella, inteligente, heredera de Habsburgo y con un árbol genealógico impresionante, su llegada aviva también los celos del pequeño mundo de la nobleza versallesca y de las múltiples y dudosas alianzas; pero la joven Delfina tenía miedo de acostumbrarse a su nueva vida, es por esto que le escribía cartas a su madre, contándole todos los problemas que tenia con su esposo , ya que ellos estaban espantados de ser reyes tan jóvenes , así que ella le pedía que la ayudara y aconsejara en esta hora fatídica. Pero María Antonieta estaba poco inclinada a la santidad ya que con su esposos se aburría y solo encontraba la manera de divertirse ocultándose tras una máscara o n antifaz de satén en algunas fiestas y a resarcirse con algo más que simples galanterías. En cuanto al Delfín, era robusto y bondadoso peo también débil y no demasiado inteligente. Convertido en Luis XVI a los 20 años y con nada de experiencia. Pronto María Antonieta se convirtió en símbolo escandaloso de la corte de Europa y aunque trataba de agradar y obrar con acierto, nunca lo conseguía. Además la hermosa reina se rodeaba de una pequeña corte de favoritas donde suscitaba las envidias de otros cortesano, buscaba placeres tales como hacer grandes fiestas, la multiplicación de su vestuario, organizar partidas de cartas en las que se realizan grandes apuestas, así como sus caprichosas interferencias en los asuntos del estado para encumbrar a sus favoritas.

María Antonieta intenta influir en la política del Rey nombrando y destituyendo ministros caprichosamente o siguiendo los consejos interesados de sus amigos.

La prensa clandestina comenzó a pintarla como un ser depravado y vendido a los intereses de la casa de Asturia, así como también una persona derrochadora, imprudente y burlona Una verdadera campaña de desprestigio se monta contra ella desde su acceso al trono. Circulan los panfletos, se la acusa de tener amantes de despilfarrar el dinero público en frivolidades o en sus favoritos;. Hay que reconocer, sin embargo, que ella ha hecho todo lo posible para favorecer al partido anti-austríaco, deponiendo de su cargo a D’Aiguillon y sustituyéndolo por Choiseul, pero todo había sido en vano. Versalles se queda vacío, huyen los cortesanos desdeñados por la reina y los que no tienen los medios suficientes para sostener los gastos de la Corte. Pronto María Antonieta fue conocida entre el pueblo con el despectivo nombre de la austriaca.

Pero la alegría vuelve a los Reyes cuando El 19 de diciembre de 1778, María Antonieta tiene su primer hijo, la niña, María Teresa, llamada Madame Royale. Después El 22 de octubre de 1781 nace el Delfín Luis José llamado Luis José Javier Francisco. Pero los libelos han hecho correr rápidamente la noticia de que el niño no es hijo de Luis XVI. Tras los nacimientos, María Antonieta cambia un poco su forma de vida, pero sigue de cerca la construcción del Hameau en Versalles, una aldea en miniatura en la que la Reina cree descubrir la vida campestre. Se dedica a la caridad y el El 27 de marzo de 1785 nace su tercer hijo, Luis-Carlos, duque de Normandía. Por último El 9 de junio de 1787 nace su última hija, Sofía Beatriz llamada María Sofía Helena Beatriz que murió con un año de vida el 19 de julio de 1788 de tuberculosis.

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