Mario Y El Mago
Enviado por luna1986 • 24 de Abril de 2013 • 1.771 Palabras (8 Páginas) • 1.294 Visitas
MARIO Y EL MAGO DE THOMAS MANN
UNA ALUSIÓN AL PODER Y AL VALOR HUMANO
FARIDE ELIZABETH RAMÍREZ ZAPATA
UNIVERSIDAD EAFIT
MAESTRÍA EN HERMENÉUTICA LITERARIA
TEORÍA DEL CUENTO
MEDELLÍN
2011
MARIO Y EL MAGO DE THOMAS MANN
UNA ALUSIÓN AL PODER Y AL VALOR HUMANO
Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial
a cambio de una pequeña seguridad transitoria,
no son merecedores ni de la libertad
ni de la seguridad.
Benjamin Franklin
El escritor alemán Thomas Mann ha sido uno de los autores más representativos del siglo XX, legando hermosas obras literarias entre novelas, cuentos y ensayos. Entre sus obras de relatos cortos más importantes encontramos “MARIO Y EL MAGO Y OTROS RELATOS”, donde se compilan los cuentos “Tristán”, “Tonio Kröger” y el cuento que da nombre a la obra, “Mario y el Mago”; empero algunos especialistas arguyen que no se trata de cuentos o relatos, sino de novelas cortas, mas los escritos han sido presentados al público como cuentos. Este libro de relatos cortos data de 1930, época en la cual sobresalen eventos políticos y económicos de la Alemania anterior al desafuero nazi y de la entonces dirimida Europa sitiada por el desbordamiento de sus maquinarias políticas a un mar de caos económico y político. Según los críticos y conocedores sobre literatura, se afirma que el autor, quien fuera ganador del premio Nobel de literatura en 1929 por su novela “Los Buddenbrook”, nutre el cuento “Mario Y el Mago” de cierto aire político y social, en cuyas líneas se evidencian los paradigmas sociales y políticos y la moral que se vivía en la época.
“Mario y el Mago” es el tercer relato de libro, y cuenta la bella historia de una familia, al parecer proveniente del norte de Europa, que vacaciona en el sureste de Italia, en un poblado llamado Torre di Venere, donde se ven afectados por una serie de eventos, casi que inverosímiles, que los arrastra, especialmente al narrador, quien es el autor mismo, a ciertos estados de incomodidad y desasosiego sumos, y por consiguiente a estadios de reflexión, dudas e inquietud. A lo largo de la historia, el narrador, quien habla en primera persona, nos hace un exhaustivo recorrido por calles, pensiones, gentes y la idiosincrasia del lugar. Además, de los inquietantes personajes que nutren su historia vacacional, como el mago Cipolla y el joven Mario, quienes se aventajan para con la historia misma para imprimirle un aire inverosímil y suspendido, especialmente al final del cuento.
El cuento “Mario y el Mago” desarrolla entre sus líneas una temática pertinaz de autoridad puesto que entre palabras encontramos de forma recalcitrante el orden del poder y su inexorable manojo de manipulación para lo cual los personajes se convierten en marionetas del Estado y de las formas impostadas de percibir el mundo y a los foráneos. Allí entran a ser parte indispensable la moral y los valores que, entre gentes de distintos orígenes y costumbres, convergen y divergen de forma suscitada por el hambre preponderante de poder y autoridad. Este aspecto es el relieve permanente de los sucesos que acaecen al protagonista y su familia en tanto llegan al paradisiaco lugar donde esperan encontrar la paz para turista promedio, mientras que se topan con un personaje como el mago Cipolla, o como mejor lo nombra el autor, Nigromante, quien aunque aparece al inicio del cuento en una situación a manera de sumario, solo hasta el incidente de la playa con la desnudez de la niña, empieza a dar la cara, como el veedor de la moral y la ética sobre el suceso, de perpetrador del enlace entre los personajes y el halo de dictadura que se respira en la Alemania justo antes del arrollamiento nazi.
Posteriormente, el mago Cipolla adviene con sus ásperas características físicas y mentales a regodearse de sus capacidades mágicas y adivinatorias, juego en el que los lugareños junto con los visitantes son conducidos a sosegarse frente a la parsimonia mental que les impone y recrea el mágico hombre; esta posición impositiva hace que el personaje hecho autor de los pensamientos y del temor y miedo de sus oidores, manifieste ese halo de autoritarismo y salido de la moral que permanece en él cada vez que asoma en la historia, en especial entre las pocas horas del espectáculo denigrante, sarcástico y desajustado en el que acoge enceguecidos a los turistas y originarios.
Es muy interesante la forma como el autor personifica al mago Cipolla, quien entre líneas juega una tamizada pista de desaveniencias que el hombre común suele desaprobar, y que junto con la perpetua incomodidad que genera en el otro, en este caso en los personajes y en los nativos, demuestra el estado desprolijo de la humanidad acaecida en la época anterior a la hecatombe.
Entre el autor - narrador y el personaje del mago, existe una relación de amor y odio característica de las sociedades modernas, un estadio del querer y el desquerer, una vaguedad o vaivén entre el bien y el mal, entre lo moral y lo amoral, o como diría Nietzsche lo extramoral, en tanto que sus posiciones en la sociedad misma a la que pertenecen, o el establecimiento que les dirige la situación en la que se encuentren, es parte medular del dictamen comportamental del ser
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