Marx Y Burocracia

La Gestión Pública como discurso de valores

Una excelente investigación que realiza el profesor Francisco Longo acerca de la conformación de la gestión pública, visto desde una perspectiva ética. El autor nos traslada a la configuración de la Administración desde sus orígenes como una burocracia depositada en una utopía como son los valores, donde bajo esta perspectiva se impone una superioridad moral de la Administración basada en el sometimiento de la ley, el cumplimiento de patrones de conducta éticamente elevados y/o el libre albedrío de los burócratas profesionales frente a los políticos.

Es así como la burocracia se plantea dos grandes objetivos como lo son el logro de la seguridad jurídica, seguido de un funcionamiento eficaz del gobierno y sus instituciones, los cuales se alcanzarán mediante una organización maquinal de los mismos en la que los servidores públicos tendrán como premisa ética la aplicación del ordenamiento jurídico con honestidad, protegiendo siempre el interés de los administrados, sin olvidar la igualdad que se debe de tener para con ellos.

Es de suma importancia señalar la debilidad que enfrenta la burocracia frente a las constantes transformaciones que sufre el Estado especialmente en sus aparatos burocráticos previamente dominados, Longo llama a esta debilidad como “crisis del discurso burocrático” pues dicho discurso se hace incompatible frente a la constante renovación del Estado y sus instituciones, derivado de la globalización y del surgimiento día con día de nuevos problemas sociales de los cuales la burocracia no puede dar repuesta. La nueva burocracia se ve orientada por nuevas tendencias de carácter eficiente y receptivo; eficiente para dar calidad de servicio y receptivo para estar abierto a escuchar y aceptar nuevas propuestas, ideas, etc.

Cabe señalar que el autor propone conservar algunos fundamentos centrales de la “vieja” Administración burocrática como lo son la seguridad jurídica, la profesionalización y la prohibición de la arbitrariedad, (no sin antes alejándolos del discurso de integridad burocrática) frente aquellos que rechazan las nuevas propuestas de la Nueva Gestión Pública por considerarlas una amenaza para la ética pública. Longo también apuesta por adoptar nuevos valores que garanticen en gran medida la aplicación de los derechos de los ciudadanos frente al Estado y sobre todo se tenga la capacidad de éste último para responder a los nuevos retos colectivos existentes.

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