Maximiliano y carlota

Maximiliano y Carlota.

Amores y desamores imperiales.

En este capítulo (escrito en primera persona; Bombelles) en se toma a dos personajes de la historia: Maximiliano y Carlota, para relatar cuestiones sin censura de su vida.

La imagen que tenía sobre la pareja proveniente de la realeza europea dio un gran giro, recuerdo que cada que Maximiliano y Carlota eran nombrados, lo primero que se escuchaba de ellos era; invasores malos, usurpadores y falso gobierno, después de leer “Arrebatos Carnales” concluí que no era tan malo como me lo habían contado, ya que si ejecutaron debidamente su cargo.

Primero hablemos de Maximiliano. Nos expone una parte de él que al menos yo desconocía, y es su bisexualidad, ya que el mismo personaje que relata la historia, mantiene una relación amorosa con el Emperador.

Relación duradera, en la que Carlos Bombelles se convierte en su fiel acompañante, sumiso y confidente de todas las aventuras que tiene Maxi como Bombelles lo solía llamar.

El capítulo nos describe detalle a detalle de cada encuentro que tenía Maximiliano con Carlos, uno de ellos tuvo como escenario las islas de Madeiras, mismo que detono la bomba que dañaría el matrimonio del Emperador al llegar la noticia a los oídos de Carlota, su marido había pasado varias noches con 4 esclavos negros que había comprado para disfrutarlos junto con su fiel y leal amigo.

Bombelles nos cuenta una relación que dio fruto en Cuernavaca, de gran importancia en la vida de Maxi. Esta se dio entre el emperador y una indígena que llevaba por nombre Concepcion Sedano, ella era su empleada en su casa de campo Borda.

Conchita cautivo tanto a Maximiliano que provoco un alejamiento y un ligero olvido de la relación entre aquellos “amigos”. De esta relación hubo frutos y es que después de pasar tanto tiempo juntos y compartir cama, Concepción quedó embarazada.

En fin, esas dos fueron las dos aventuras más marcadas en la vida de Maximiliano. En el texto también describe un poco la figura física del Emperador, y la verdad no era la que yo tenía en mente, lo describe como una nena muy mal agraciada, lechosa e insípida.

Ahora hablemos un poco de lo que narra Bombelles sobre Carlota. La cual no estaba loca, sino  embarazada. Durante años se nos contaba que Carlota se había recluido por su locura en un convento, para empezar el libro nos indica que su aislamiento fue en el castillo en Miramar, pero la historia no cuadraba bien porqué ¿Qué loca incrementa sus ganancias y dirige sus plantaciones desde un palacio? No suena algo lógico.

El embarazo de Carlota fue producto de un romance que tuvo con el comandante de su guardia personal Alfred Van der Smissen. Relación que dio comienzo en uno de los paseos que Carlota acostumbraba dar por el lago de Chalco, llevando como respaldo al comandante.

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