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Monos Luchadores


Enviado por   •  21 de Agosto de 2013  •  1.279 Palabras (6 Páginas)  •  333 Visitas

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Monos Luchadores

13 enero, 2009 Por Iñaki

Durante toda la edad media y hasta bien entrado el siglo XIX, uno de los entretenimientos preferido por los ingleses eran las peleas entre animales. Especialmente gustaban las de perros contra cualquier otro animal como osos, toros, cerdos, tejones o cosas tan extrañas y peregrinas como leopardos o incluso burros.

Pero hubo una “especialidad” en particular que gozó durante un tiempo de cierta fama y gran número de adeptos. Era la lucha entre perros y monos.

Las peleas se solían celebrar en locales acondicionados para ello, con una especia de foso o ring en el centro y las gradas a su alrededor donde se cruzaban importantes apuestas.

La primera referencia escrita de este tipo de enfrentamientos aparece en 1799, en The Sporting Magazine, la primera revista inglesa exclusivamente de deportes. En ella se narraba (advierto que de forma bastante explícita) el “combate” :

Una inusual pelea se celebró en Worcester. Las apuestas se mantenían en 3 guineas a que el perro podría matar al mono en menos de seis minutos. El propio dueño del perro permitió que el mono pudiera defenderse con un palo de menos de un pié de largo.

Cientos de espectadores se congregaron para ser testigos de esta pelea y las apuestas subían a ocho, nueve y hasta diez a uno a favor del perro al que a duras penas se conseguía apaciguar antes de la pelea. El dueño del mono sacó del bolso de su chaqueta un palo de unas doce pulgadas de largo. Se lo arrojó al mono y dijo:

“Ahora Jack presta atención. Defiéndete del perro.”

El dueño del perro chilló:

“! Ahora ¡ ! A por el mono ¡”

Entonces soltó al perro que se lanzó como un tigre hacia el mono. El mono era terriblemente ágil, saltó más de tres pies en el aire cayó sobre la espalda del perro, mordió su cuello y agarró con una mano la oreja izquierda de su oponente para evitar que se pudiera volver y morderlo. En esta totalmente inesperada situación, el mono comenzó la faena, con su palo, sobre la cabeza del perro. Golpeaba el cráneo del perro con tanta fuerza y de forma tan despiadada que la pobre criatura aullaba de dolor. Resumiendo, el cráneo no tardó en romperse y el perro muerto fue sacado del ring. Y eso que el mono era de tamaño mediano.

Cuadro inspirado en la pelea arriba descrita (1799).

Como en todos los “deportes” (pido perdón por llamar a esta carnicería “deporte “pero era así considerado) siempre había un campeón que destacaba y en este caso se llamaba Jacco Macacco. Jacco era un mono Gibón de unos cuatro kilos y medio de peso.

Monos gibones.

Entre sus hazañas se encontraba la de haber acabado con catorce perros, uno detrás de otro. Su dueño decía que Jacco era capaz de acabar con cualquier perro, que pesara menos de 10 kilos, en menos de seis minutos.

Al parecer, Jacco tenía la habilidad de prever el ataque del perro, momento en el que aprovechaba para rodar bajo él, agarrarse a una pata delantera o al pecho y morderle en el cuello. Jacco fue vencido por un perro llamado Puss aunque finalmente ambos murieron en el combate.

Ilustración de la pelea entre Jacco y Puss(1820).

También, aunque con menos frecuencia, se celebraba una variante con otro tipo de primate, un ser humano.

Pelea entre “Caballero y Bulldog”(1801). A pesar de llevar bozal, la pelea la ganó el perro.

Pero una de las más famosas peleas fue la que se celebró en 1874, entre el perro Physic y el humano(al menos en apariencia) Brummy. Las normas de la pelea eran las siguientes: No se permitían armas, el hombre sólo vestido con los pantalones y “ambas bestias(sic)“encadenados y enfrentados cara a cara.

Brummy vs. Physic.

Sin entrar en truculentos detalles de como se desarrolló la pelea, baste decir que ambos acabaron hechos unos zorros ya que la lucha fue feroz y se alargó hasta el asalto diez de los once pactados. El combate terminó

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