Museo Del Virreynato

El virreinato de Nueva España fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en las primeras décadas del siglo XVI, y lo formaban principalmente los territorios del actual México. Los virreyes de Nueva España gobernaban Centroamérica, las islas del mar Caribe, las islas Filipinas y algunas zonas del sur de Estados Unidos.

Alguna de sus características económicas son:

Las principales actividades económicas en el virreinato de Nueva España fueron la agricultura, la ganadería y la minería. En la minería destacó la extracción de plata. Uno de los centros mineros más importantes fue Zacatecas.

El comercio exterior solo se podía mantener con España y sus colonias: la flota que iba hasta la península Ibérica zarpaba del puerto de Veracruz; la que se dirigía a Filipinas salía del puerto mexicano de Acapulco y se llamaba galeón de Manila.

Algunas de las características políticas son:

La máxima autoridad en el virreinato era el virrey, el cual era nombrado por el rey de España (el virrey gobernaba en nombre del rey). En la historia de Nueva España hubo 63 virreyes: el primero fue Antonio de Mendoza (que gobernó entre 1535 y 1550); el último, Juan O´Donojú, el cual reconoció la independencia de México en 1821.

Virrey:

Era el encargado de dirigir la política del Virreinato, también era el administrador y justiciero. Era el jefe del ejército y debía proteger a la Iglesia católica.

Audiencias o tribunales superiores:

Eran los encargados de velar para que las leyes se cumplieran y además de sus principales roles que eran escuchar las quejas del pueblo y hacer justicia.

Alcaldes mayores:

Gobernaban en los pueblos de indios.

Corregidores:

Gobernaban en las sociedades de los españoles.

Cabildos o ayuntamientos:

Las autoridades más importantes en las ciudades.

Historia

En 1580, arribaron los jesuitas a este lugar; su misión era aprender el náhuatl, mazahua y otomí para continuar con

la evangelización iniciada por los franciscanos y el clero

secular.

Los primeros jesuitas establecidos en el lugar, dirigidos por el padre Hernán Suárez de la concha, fueron Juan de Tovar, Diego de Torres, Juan Díaz y Pedro Vidal. Habitaron provisionalmente las casas parroquiales sin tomar a su cargo el curato. Dos años después, por problemas con el clero secular, cuando se disponían a abandonar la población, el cacique gobernador, don Martín Maldonado, hizo gestiones ante el arzobispo, para que continuaran en ese sitio. Por 187 años fue el lugar donde se formaron la mayoría de los jesuitas de la antigua provincia mexicana. En sus aulas estuvieron eminentes padres que Destacaron en la cátedra, predicación, filosofía, teología, letras clásicas y ciencias. En 1767 el rey Carlos III expulso

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