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Nacionalismo Cardenista


Enviado por   •  16 de Mayo de 2013  •  2.660 Palabras (11 Páginas)  •  2.519 Visitas

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Nacionalismo Cardenista

Introducción

El gobierno de Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y los tres cortos gobiernos (el Maximato) fueron de relevancia, entre otros aspectos, por tratar de llevar políticas apegadas al institucionalismo que se quería respetar para dar progreso y desarrollo a la etapa de la Revolución Mexicana.

Hubo logros que dieron muestra (en los mandatos presidenciales que anteceden al cardenismo) que son notables y que sin ellos no se entiende el contexto de mitad de la década de los treinta. Aun así, es con Cárdenas con quien se cumplen mucho de los propósitos que venían desde el fin de la revolución.

En el periodo de gobierno de Lázaro Cárdenas se comenzó a intentar dar solución a problemas que ya habían correspondido a la etapa del Maximato e incluso más atrás. Estas medidas tuvieron lugar durante los primeros meses y fueron extendiéndose a lo largo de todo el periodo.

La política de masas llevada por el nuevo presidente (1934-1940) fue una resolución que se llevó a cabo, con la intención de conciliar un equilibrio social (algo que tiene su antecedente en el gobierno de Álvaro Obregón), considerada como factor importante para lograr una situación social que favoreciera el crecimiento económico.

Se notará en este trabajo, que el mandato de Cárdenas tendría una inclinación nacionalista, que se iba a manifestar -mayormente- en las medidas expropiatorias y la consolidación de cierta manera de pensar del pueblo hacia su gobierno y viceversa.

Más allá de crear algo una ideología, que surgiera como una “creación”, este presidente no iba a hacer sino poner en práctica políticas e ideas (del mismo orden) que tenían sus bases desde los 20’.

Desarrollo

Lázaro Cárdenas asume el poder en diciembre de 1934, y contra pronósticos, no siguió con la línea gubernamental que venía representando el Maximato. Mucha de la población no era consciente de la diferencia que había entre el servilismo de Ortiz Rubio y el recién llegado mandatario.

Con desgano, la gente pensaba que este personaje no tendría los elementos suficientes, pese a su buena voluntad, para resolver los problemas que se sabía existían: desde dificultades económicas hasta el vínculo que tenía el poder en el país con individuos que oficialmente ya no deberían participar en la toma de decisiones.

La residencia, de ser el castillo de Chapultepec se traslado a los Pinos y ya desde ahí se mostraba, en el discurso del presidente la falta de atención que tenia hacia el jefe Máximo (Plutarco Elías Calles). Cárdenas comenzó manifestando que la tendencia de gobierno iba a ser apoyar a las masas populares.

Los problemas originados del callismo hicieron difíciles los primeros meses de gobierno, teniendo como grupos afectados a quien solía beneficiarse del poder del estado y de la iglesia. Se clausuraron casas de juego (considerados centros de vicio) que, al ser los propietarios gente callista, se comenzó a agudizar la diferencia con Calles.

Como se dijo, los problemas con la iglesia eran constantes pues existía cierto temor resultado de la guerra cristera: por un lado se seguían aplicando leyes a clérigos, que causaban molestia e indignación; por otro lado los anticlericales se seguían manifestando en contra de la actividad religiosa, lo que únicamente se unía a la agenda de asuntos por resolver.

Los asuntos laborales fueron tratados por el sector de la izquierda de inclinación cardenista que eran la minoría en el congreso. Estos, defendían el derecho a huelgas mientras que los callistas, que eran mayoría, estaban en contra de ello.

Para 1935, el ex presidente Calles anunciaba que daría una entrevista, en la que atacaba abiertamente las manifestaciones del movimiento obrero. Lo anterior creo discrepancia entre las medidas de resolución que estaba tomando el gobierno, ante la opinión del padre político del actual presidente.

Aunque se pretendía la vuelta al poder -con esta participación que el ex presidente estaba teniendo en diferentes escenarios- no fue más que acrecentar la disminuida visión que Cárdenas había hábilmente creado en este personaje.

Tras desatarse esa crisis, tuvo fin de manera paradójica el periodo del Maximato: Calles, con toda la intención de seguir interviniendo en las decisiones del país no hizo sino quitar la participación que conservaba en la materia. Las condiciones en las que Calles habría de gobernar ya no eran las mismas, por lo que era entendible que ya no se necesitaba su presencia en el escenario político.

El fortalecimiento que vino al superar esta crisis hizo posible un mayor apoyo de la gente que representaba al poder en el país, incluyendo al ejército.

Calles intento restablecer su posición, y tras unos meses sólo logro ser expulsado del país, lo que trajo cierta alegría al pueblo en general. Ahora, Cárdenas se revelaba de manera definitiva ante Calles, desapareciendo todo cuanto le fue posible, que intentase conservar ideas del antiguo régimen.

El presidente llevaría a cabo una dinámica en la que se viera envuelta la población (tomada en cuenta como un grupo de masas al que, según su visión de las necesidades del país, era preciso actuar así para tender al mejoramiento de las condiciones y a la resolución de problemas ya suscitados).

Con Obregón, ya se intentaba poner en práctica esta política con inclinación populista, lo que nos habla de que, aunque no era una idea nueva la que se intentaba emprender, se iba a mostrar una mayor acción política que la que se había dado a principios de los años veinte.

Organización y disciplina fueron los elementos que Cárdenas planteó y que creía eran necesarios para resolver los problemas sindicales, sin embargo, esto no fue muy bien entendido por la cantidad suficiente de personas que se hubiera requerido para poner en marcha lo planeado. En el gobierno se notaban algunas ideas socialistas en las que el aspecto laboral se tomaba en cuenta en términos como “lucha de clases” y “proletariado”.

En el pensamiento cardenista y en el desarrollo de los acontecimientos derivados de las decisiones de gobierno que se iba a observar, no había ninguna intención de destituir la propiedad privada, más bien pretendía tener control sobre ella para asegurar el buen funcionamiento económico.

Como lo dicta el significado estricto de la palabra democracia, en este momento sucedería que el pueblo no llegaría al poder en sí, sino que sería representado por gobernantes elegidos,

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