Naturaleza De Las Guerras
Enviado por albertocalix • 15 de Febrero de 2012 • 3.276 Palabras (14 Páginas) • 857 Visitas
Naturaleza, principios y propósitos de la teoría militar
Una teoría es un conjunto de Ideas, conceptos e hipótesis que, de una manera clara y sistemática, han sido agrupados con el objeto de intentar explicar un fenómeno dado que nos interesa, de manera coherente y adecuada. En el mundo de la ciencia sin embargo una teoría es una explicación extensa sobre un fenómeno o fenómenos, que puede probarse, verificarse y que cuenta con varias líneas de evidencia.
Las hipótesis y las teorías forman parte del método científico que consiste en el proceso de preguntar y responder cuestiones mediante experimentación. El método existe para asegurar que la ciencia es todo lo exacta que se pueda a la hora de explicar un fenómeno, y este argumento se basa en las evidencias observables. Los componentes principales del método científico son: debe ser repetible, de modo que otros científicos puedan verificar o descartar los resultados; los datos deben obtenerse mediante observación y experimentación; y se debería documentar la experimentación y ser compartida.
Las teorías se forman después de que varias hipótesis son estudiadas a fondo empleando el método científico. Las hipótesis se prueban, se reunen los datos, se documentan los resultados, se comparten y vuelven a ser probados. Entonces se forma una teoría que explica los datos y predice los resultados de futuros experimentos. Normalmente, los investigadores de diversos campos de estudio tienden a basarse en métodos diferentes; cada uno elige los que estima son mejores para el asunto u objeto de estudio.
Un componente de las teorías que puede frustrar a científicos y no científicos radica en que una teoría nunca se prueba del todo, y siempre puede someterse a revisión. Los experimentos sobre una teoría pueden corroborarla o falsearla.
Teoría militar es el análisis normativo del comportamiento y tendencias en asuntos militares e historia militar. Más allá simplemente de describir acontecimientos de la guerra, las teorías militares, toman en cuenta la cultura, la política y la economía entre las sociedades que en sus relaciones complejas crean conflictos.
Las teorías y los conceptos de la guerra han variado en diversos momentos y lugares a través de la historia humana. El chino Sun Tzu se reconoce como uno de los teóricos militares más tempranos. Su escrito El arte de la guerra ha servido de fundamento para el planeamiento, estratégico, operacional, táctico y logístico por tanto la naturaleza de la teoría militar es la conducción de la guerra.
Los llamados “principios” de la guerra o consejos para el buen obrar en ella, son permanentes,
con tal de que seles reinterprete siempre con buen sentido y flexibilidad, son el compendio del “qué” hacer para ganarla. Sin embargo,
no siempre se han puesto de acuerdo los autores o las doctrinas para definirlos o
enumerarlos, caracterizándose los resultados por su extrema diversidad ante el mismo fenómeno.
Una presencia no cronológica de los Principios de la Guerra en la Historia y en sus autores.
Según el general André Beaufré, para Clausewitz existen tres principios fundamentales: la concentración de esfuerzos, la acción del fuerte sobre el fuerte y la decisión por la batalla en el teatro principal de operaciones. Sin embargo, la lectura del libro “De la Guerra” permite extraer al menos otras nueve conclusiones, hitos o consejos de dicha magna obra. Y ellos tienen el carácter de principios de la guerra. Éstos serían: Simplicidad en los planes y ejecuciones. Concentración sobre el enemigo y economía relativa de fuerzas en otros sectores, para ayudar a lograrla. Establecimiento así de un esfuerzo principal y de unas reservas para garantizarlo en el tiempo. La sorpresa, como multiplicador de las capacidades propias. Superioridad de la defensa, que debe ser activa, como forma de lucha. Necesidad de la ofensiva, para conseguir resultados positivos y/o decisivos a los niveles operativo y estratégico.
Liddell Hart propone seis principios positivos: Siguiendo un plan flexible y adaptable, perseguir un objetivo constante y ajustado a los medios disponibles, buscado mediante la línea de acción que ofrezca la menor resistencia del enemigo y, por tanto, sea la más inesperada según su despliegue, y siguiendo una dirección operativa que nos ofrezca alternativas y que, por tanto, desconcierte y disperse al enemigo en su maniobra. Y dos negativos: No lanzar las fuerzas en un solo golpe o intento, mientras el enemigo esté en guardia o en condiciones de eludir o de resistir dicho golpe y no repetir un ataque en la misma forma o en la misma dirección, si ha fracasado anteriormente. Todo esto lo podemos sintetizar diciendo que, hay que aplicar nuestra concentración contra la debilidad enemiga, preferiblemente una vez dispersadas sus fuerzas, incluso por una dispersión previa calculada nuestra.
Aún cuando Napoleón comentó frecuentemente y escribió mucho sobre los principios de la guerra, no los enumeró en parte alguna. En presencia del mariscal Saint Cyr comentó una vez: “Si algún día tengo tiempo, escribiré un libro describiendo de forma tan precisa los principios de la guerra, que éstos serán comprendidos por todos los soldados, pudiendo estudiarse la guerra fácilmente como cualquier otra ciencia”.
El general John Frederick Charles Fuller, del estudio de las campañas de Napoleón, deduce indudablemente que éste empleó los siguientes: La rapidez, fe en la resolución de la ofensiva, la sorpresa,la concentración en el punto decisivo (no necesariamente el más débil) y un sistema defensivo cuidadosamente proyectado.
Por otra parte, se han hecho diversas colecciones de las máximas y preceptos militares de Napoleón. La considerada mejor y primera de todas, se publicó en París en 1827 y fue traducida casi inmediatamente al resto de los principales idiomas europeos, por supuesto al español. Se dice que “Stonewall” Jackson llevaba un ejemplar de este opúsculo en su mochila. El coronel G. F. R. Henderson, biógrafo de Napoleón, considera que esta recopilación “contiene una bastante completa exposición, en las propias palabras de Napoleón, de los grandes principios universales de la guerra”. Pero, las “Máximas Militares” de Napoleón constituyen más bien un “breviario táctico” de unas 35 páginas, adaptado a la tecnología de la época, similar al escrito expresamente y con mayor extensión, ya en la época de la mecanización de la guerra, por el coronel suizo Frick. En éste figuran 78 máximas, que se ampliaron en otros 37 preceptos en las ediciones posteriores.
Por su parte Fuller analizando a Clausewitz y partiendo de la frase de éste, “la guerra sólo es un duelo en gran escala”, va deduciendo hasta siete
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