ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO
Enviado por xakami • 19 de Octubre de 2011 • 8.063 Palabras (33 Páginas) • 1.391 Visitas
ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO,
PRESENCIA DEL HOMBRE EN MÉXICO
El poblamiento de América debe verse dentro de una perspectiva económica, ya que, los grupos que se desplazaban, lo hacían en busca de alimentos y como eran cazadores, tenían forzosamente que seguir los desplazamientos de los animales que formaban parte de su dieta.
Todo comenzó en Siberia. Los pueblos antiguos procedentes de Siberia, cruzaron el estrecho de Bering siguiendo a las piezas de caza. Su recorrido es probable que comenzara unos 70.000 años atrás y fueron descendiendo a un ritmo de unos 27 kilómetros por generación. Desde Alaska cruzaron Canadá y Estados Unidos, llegando hasta México. Algunos no se establecieron y continuaron su viaje a través de América Central y del Sur, alcanzando unos pocos el sur de Chile hace unos 13.000 años.
Cuando estos grupos empezaron a penetrar hacia el sur, se abrió ante ellos un territorio nuevo, con clima, flora y fauna distinta y desconocidas, a cuya explotación tenían que habituarse.
Estaban organizados a nivel de hordas o bandas, que probablemente consistían en una o varias familias nucleares emparentadas entre sí y sin ninguna otra autoridad formal que la ejercida por el jefe de familia. Las bandas obedecían las órdenes del sujeto reconocido como el más fuerte o más astuto.
Mantenían una cultura material reducida a lo más mínimo, pues había que desplazarse constantemente, en búsqueda del sustento, marchando tras las manadas que huyen de las acciones depredatorias y que suelen migrar con los cambios de estación o debido al clima cambiante.
Por su carácter mismo de nómada, la gente de entonces no llegó a levantar construcciones arquitectónicas. La vivienda dependía más de lo que ofrecía la naturaleza (por ejemplo, cuevas o abrigos rocosos) que de otra cosa.
Las herramientas y las armas empleadas en esa época, estuvieron integradas, en cuanto a forma y función, a la modalidad económica recolectora practicada por entonces para sustentarse. Su manufactura requería de técnicas especiales.
Había mucha caza menor (venados, caballos, tortugas) y pesca; también la labor de recolección de productos silvestres, como nueces, frutas, granos, huevos, conchas e insectos, frecuentemente era de mayor impacto dietético para el grupo.
Se puede asumir que el sureste de México y Centroamérica estaban ya habitados durante el Pleistoceno, aunque las evidencias cronológicas precisas no son muy confiables.
Los sitios de este período tienen en común el encontrarse próximos a pantanos o lagunas. La lítica de estos sitios es simple. Las herramientas son muy variables en forma y tamaño, cuya función implica el trabajo en madera. No hay puntas de proyectil de piedra, pero pudieron usarse otras hechas de hueso o madera, que no se han conservado. Puede proponerse, tentativamente, que la economía de estos grupos no debe haber sido especializada, y que quizá sus fuentes de subsistencia hayan sido principalmente la recolección de flora y fauna que no requería de procesos de preparación complejos para ser consumida.
A partir de 7.000 años a.C. podemos distinguir tres grandes grupos de habitantes cuyas economías de subsistencia son diferenciables, como también lo son las tecnologías respectivas. Estos tres grupos son: los cazadores-recolectores de las Tierras Altas, los cazadores recolectores de las Tierras Bajas y los grupos costeros.
Los cazadores-recolectores de las Tierras Altas parecen haber ocupado áreas que, por su altitud o su precipitación relativamente baja, no estaban cubiertas de selva tropical. La tecnología lítica de estos grupos es la más completa e incluye puntas de proyectil de diversas formas, aunque también hay evidencias del empleo y manufactura de herramientas de hueso. Su patrón de subsistencia es mixto, pues hay caza, recolección de fauna lenta y de moluscos, y obtención de frutos, semillas y plantas con órganos subterráneos de almacenamiento; ninguna de estas plantas corresponde a especies cultivadas.
Los cazadores-recolectores de la Tierras Bajas se encuentran en contextos de selva tropical. Su tecnología lítica es poco elaborada y el instrumental está destinado principalmente al trabajo de la madera; la lítica de estos grupos, que no incluye puntas de proyectil, tiene ciertos puntos de contacto con la de los grupos costeros. La caza no parece haber sido tan importante en la economía de subsistencia, y las fuentes de alimentación fueron principalmente la recolección de fauna lenta y de plantas, entre los que un componente constante son los frutos de palmeras (coquitos) y otras semillas duras.
Los grupos costeros tienen una tecnología lítica más simple, con lascas hechas por percusión, empleadas como instrumentos de corte, y artefactos de molienda sencillos; carecen de puntas de proyectil. Hay también algunas herramientas de hueso y objetos de adorno hechos de concha. La subsistencia depende de la recolección de moluscos y cangrejos de lagunas costeras, de tortugas y otra fauna terrestre lenta, de plantas, de la caza y de la pesca. La importancia relativa de todos estas fuentes de alimento varía de acuerdo con la distancia entre los sitios y la costa, aunque la caza propiamente dicha no parece en ningún caso haber sido la actividad dominante. Las evidencias acerca de los grupos costeros provienen en su totalidad de la costa del Pacífico.
Las tecnologías líticas de los grupos costeros y de los cazadores-recolectores de las Tierras Bajas está más relacionada con la de los recolectores pleistocénicos, mientras que la de los cazadores-recolectores de las Tierras Altas muestra mayores semejanzas con los conjuntos líticos con puntas de proyectil acanaladas, foliáceas y "colas de pescado".
INICIO DE LA AGRICULTURA
“A la mujer, como recolectora de alimento, se le identifica con el descubrimiento de agricultura. Observadora de la naturaleza relaciona el ciclo de la cosecha-recolección, y cuando ayuda con sus manos a la tierra sepultando, con instrumentos y técnicas rudimentarias, el grano, la semilla o el tubérculo, ha comenzado la actividad de la agricultura”.
El descubrimiento de la agricultura significó para la humanidad algo cuya importancia sólo puede compararse con el descubrimiento del fuego. Con el se inició una nueva etapa, en la que el hombre comenzó a producir su propio alimento.
La agricultura le permitió al ser humano establecerse en un lugar determinado y así se formaron las primeras aglomeraciones de población, creándose las bases para el desarrollo de las culturas superiores.
La actividad agropecuaria permitió guardar excedentes de producción, con lo que se pudo alimentar a un mayor grupo de población, produciéndose un aumento de ésta.
Entre los más tempranos
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