Obertura: La nueva historia, su pasado y su futuro
Enviado por davor4 • 21 de Abril de 2014 • Ensayo • 1.850 Palabras (8 Páginas) • 557 Visitas
Burke, Peter.
Formas de hacer historia. Madrid, Alianza. 1991.
Resumen de Paola Pastene
Capitulo I
Obertura: La nueva historia, su pasado y su futuro.
Ante la fragmentación y expansión que ha sufrido la historia, los nuevos campos de análisis que han surgido, el autor se pregunta ¿qué es eso que se ha llamado nueva historia? ¿Hasta qué punto es nueva? ¿Es una moda pasajera o una tendencia a largo plazo? ¿Sustituirá a la historia tradicional o podrán coexistir en paz ambas rivales?
Él aborda el tema situándose en el contexto de cambios a largo plazo en la historiografía, y analizando los movimientos más recientes de la historia contemporánea.
La expresión “la nueva historia” esta íntimamente relacionada con Francia y la escuela de los Annales, agrupada en torno a la publicación Annales: economía, sociedad y civilización. La nueva historia es una historia escrita como reacción deliberada contra el paradigma tradicional, contra la historia rankeana (escrita por Leopold Von Ranke a fin de siglo XIX) aquella que se muestra como la visión de sentido común de la historia, sin dar posibilidad a otras manera de abordarla.
El autor plantea siete puntos de oposición entre la nueva y vieja historia:
1) Según el paradigma tradicional, el objeto esencial de la historia es la política. “La historia es la política del pasado; la política es la historia del presente”. (sir John Seeley)
La nueva historia se interesa por casi cualquier actividad humana. “Todo tiene historia” (J.B.S. Haldane), todo tiene un pasado que en principio, puede relacionarse y reconstruirse con el resto del pasado. Para Annales, la historia es una “historia total”. Aquello que antes se consideraba inmutable, se ve ahora como una “construcción cultural” sometida a variaciones en el tiempo y espacio. Este relativismo cultural que lleva implícito socava la distinción tradicional entre lo central y lo periférico en la historia.
2) Los historiadores tradicionales piensan fundamentalmente la historia como una narración de acontecimientos, mientras que la nueva historia se dedica más al análisis de estructuras. Los acontecimientos son la espuma sobre las olas del mar, dice Braudel en El Mediterráneo.
3) La historia tradicional presenta una vista desde arriba, en el sentido de que siempre se ha centrado en las grandes hazañas de los grandes hombres. Los nuevos historiadores se centran en la “historia desde abajo”, es decir, por las opiniones de la gente corriente y su experiencia del cambio social.
4) Según el paradigma tradicional la historia debería basarse en documentos. Este fue el mayor logro de Ranke, limitar la historia escrita a documentos oficiales procedentes de los gobiernos y conservados en archivos. La nueva historia se interesa por examinar la variedad de pruebas que se presentan como resultado de la diversidad de actividades que realiza el ser humano. Esto implica no solo documentos sino pruebas orales, visuales, estadísticas, etc.
5) Según el paradigma tradicional, expuesto por el historiador y filósofo Collingwood, “cuando un historiador pregunta “¿por qué Bruto apuñaló a César?”, quiere decir “¿En qué pensaba Bruto para decidirse a apuñalar a César?”. Este modelo de explicación histórica ha sido criticado por historiadores más recientes principalmente porque no consigue dar razón de la variedad de cuestiones planteadas por los historiadores, interesados a menudo tanto por movimientos colectivos como por acciones individuales, por tendencias como por acontecimientos.
6) De acuerdo con el paradigma tradicional, la historia es objetiva. Como decía Ranke contar “cómo ocurrió realmente”. En la actualidad este ideal se considera quimérico. Por más decididamente que luchemos por evitar los prejuicios asociados al color, el credo, la clase social o el sexo, no podemos evitar mirar al pasado desde una perspectiva particular.
7) La historia rankeana fue el territorio de la profesionalización de la historia. Annales ha mostrado como las historias económica, social y cultural pueden estar a la altura de las exigentes pautas establecidas por Ranke para la historia política.
El movimiento de la historia desde abajo refleja también una nueva decisión de adoptar los puntos de vista de la gente corriente sobre su propio pasado con más seriedad de lo que acostumbraban los historiadores profesionales.
¿Hasta qué punto es nueva la Nueva Historia?
La expresión nueva historia se utiliza para aludir a los procesos ocurridos en las décadas de 1970 y 1980, período en que la reacción contra el paradigma tradicional se extendió por todo el mundo. Pero se la sustitución de una historia vieja por otra nueva (más objetiva y menos literaria) es un motivo recurrente en la historia de la historiografía. También la historia que va más allá de los acontecimientos políticos se remonta muy atrás, por ejemplo la historia económica se asentó en Alemania, Gran Bretaña y otros lugares a fines del siglo XIX como alternativa a la historia del Estado. A su vez, estos historiadores son acreedores de los historiadores de la Ilustración. Por esto, el autor plantea que lo nuevo no es tanto su existencia cuando el hecho de que quienes la practican sean ahora extremadamente numerosos y rechacen ser marginados.
Problemas de definición
El movimiento en favor de un cambio ha nacido de un amplio sentimiento de lo inadecuado del paradigma tradicional. Pero el nuevo paradigma también tiene sus problemas de definición, de fuentes, de métodos y de exposición.
Se dan problemas de definición porque los nuevos historiadores se están introduciendo en un territorio desconocido. La historia desde abajo fue concebida en origen como la inversión de la historia desde arriba, poniendo a la cultura baja en el lugar de la alta cultura. A lo largo de sus investigaciones, los estudiosos se han ido dando cuenta de los problemas inherentes a esta dicotomía.
Un elemento fundamental de la nueva
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