NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO

La nueva historia mínima de México consta de siete capítulos en los cuales los diversos autores que contribuyeron para su elaboración tratan de sintetizar la historia básica de México.

En el primer capitulo Pablo Escalante Gonzalbo nos habla del México antiguo, es decir de sus etnias, tradiciones, el desarrollo económico, social y cultural, así como del peso demográfico y político del pueblo Nahuas, Zapoteco y Maya en el nuevo orden surgido a raíz de la conquista Española toda vez que lograron insertar sus costumbres, imágenes y memoria en la historia nacional; y sintetiza las etapas antes de la conquista de la siguiente forma:

En la época de los cazadores recolectores, se le denomina etapa lítica y la mayor parte de ella transcurre dentro de la era glaciar cuando todavía existían en América caballos, antílopes, mamutes y otras especies que se extinguirían con los cambios climáticos que trajo el Holoceno; hacia el final del protoneolítico los recolectores de habían vuelto agricultores.

Alborada de la civilización, se conoce a esta época como preclásico aldeana porque noventa por ciento de los asentamientos de todas la regiones son aldeas; también surgen en esa etapa algunas Villas en las cuales se encuentran indicios de intercambio a larga distancia y ritual público, fueron el escenario de las primeras jefaturas mesoamericanas. Ya para el año 500 a.C., transcurre la etapa conocida como preclásico medio caracterizada por el surgimiento de la especialización laboral de tiempo completo y la estratificación social, la construcción de centros ceremoniales urbanizados y el desarrollo de un repertorio de imágenes simbólicas que habitualmente identificamos como Olmecas.

La diversidad regional domina el preclásico tardío, y el surgimiento de Monte Alban marca su inicio, la cual era una montaña pedregosa situada en el centro del valle, estaba organizada en un sistema de grandes barrios o Distritos, su consolidación política, crecimiento y su hegemonía regional, se construyeron a base de una intensa actividad militar.

En la época de crisis y acomodo en los sitios del complejo Izapa surgió uno de los inventos más trascendentes para la historia intelectual de Mesoamérica; la cuenta larga, es un sistema de cómputo calendárico que permitía fechar cualquier evento con total exactitud a partir de una fecha fija equivalente a la que para nosotros es la fecha del nacimiento de Cristo.

En la era del imperio, Teotihuacán se irguió como centro político y religioso del valle de México, sus construcciones y pavimentos llegaron a ocupar la mayor parte de superficie sin dejar espacio para huertas o jardines, en una área aproximada de 20 kilómetros cuadrados, ya que una parte importante de su población, quizá la mitad, era de artesanos, dedicados a oficios como la producción de núcleos y artefactos terminados de obsidiana, la alfarería, el trabajo del hueso y la concha, la elaboración de telas y cordajes etc.

Asimismo, existen datos para comprender cuatro asuntos básicos relacionados con la estratificación social en Teotihuacán: la base de la sociedad estaba formada por clanes; dentro de los clanes habían familias más ricas que otras; los barrios de artesanos, agricultores y otros trabajadores contaban con una infraestructura urbana; hay edificios cuya rica decoración mural y amplias habitaciones los delatan como viviendas de una clase noble.

El inicio de la etapa denominada como clásico tardío, corresponde con la crisis que acabó con la hegemonía teotihuacana que fue causada por el empuje de ciudades intermedias que buscaban un papel más activo en las redes de intercambio. Lo anterior parece ser una de las causas del aceleramiento en el desarrollo regional Maya, mismas que se volvieron más prosperas, las cuales entraron en crisis a lo largo del siglo IX y como resultado van quedando abandonadas.

Para la época de la conquista Española, la triple alianza, con Tenochtitlán a la cabeza, había logrado extender sus dominios hasta territorios de ambas costas y en dirección de Norte a Sur; por lo que los Totonacos vieron en Cortes un aliado aceptable para sacudirse el dominio Mexica, aunque dicha unión dejó sus ciudades desiertas y sus milpas y huertas se convirtieron en pastizales debido a la viruela, tosferina y el tifo de los españoles.

La conquista de Tenochtitlan fue una victoria de los Tlaxcaltecas, de los Tetzcocanos, de los Totonacos y de muchos otros grupos indígenas y así tuvo su fin el México prehispánico.

El segundo capítulo Bernardo García Martínez, nos narra la época colonial hasta 1760, que corresponde a la dominación Española en los que el país adquirió unidad política bajo el nombre de Nueva España.

El periodo fundacional, estuvo asociado a una serie de acontecimientos que comenzaron con la llegada de los españoles y su primera penetración en Mesoamérica. La conquista cubrió poco más de cuarenta años tras los cuales debieron de pasar todavía otros cincuenta para que el producto de la conquista o sea, la Nueva España, dejara a tras los años formativos de su periodo fundacional para entrar en una fase de madurez.

La instauración de un gobierno central representante de la corona de castilla, se fue cumpliendo al tiempo que los conquistadores consolidaban sus logros en nombre del Rey, el primer paso fue la legitimación del Reino de la Nueva España como sucesor del imperio de Moctezuma; lo siguiente fue reedificar la derrotada y semi destruida Ciudad de México para erigirla como capital de la Nueva Conquista, lo cual implicó la conformación de diversos cargos y funciones, especialmente en cuanto recaudación fiscal y administración de justicia.

Simultáneamente a lo anterior llegaron los pobladores quienes se abocaron a fundar varios centros de población y a establecer lazos comerciales, asimismo arribaron frailes de las ordenes mendicantes cuya finalidad era la evangelización.

La consolidación de la conquista tuvo lugar aproximadamente del año de 1530 a 1560, primeramente se instauró un periodo de paz al haberse recurrido al sistema de denominación indirecta; un segundo aspecto fue el desplazamiento de los conquistadores de las posiciones formales de poder y su reemplazo por funcionarios letrados en las esferas más altas del gobierno; un tercer aspecto es el acomodo de los señoríos al sistema colonial a quienes se les impuso una organización corporativa inspirada en los cabildos castellanos; asimismo y con el deseo de homogeneizar el panorama Novohispano se uniformaron las cargas tributarias buscando el ideal de que cada cabeza de familia de un pueblo de indios pagase a su encomendero un peso y media fanega de maíz

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