Oncenio de Leguía

Introducción

El Oncenio de Leguía fue un período de gobierno en Perú que tuvo lugar entre 1919 y 1930. Este período estuvo liderado por Augusto Leguía y se caracterizó por varios aspectos, incluyendo el autoritarismo, el populismo y la apertura al capital extranjero, especialmente al estadounidense. Durante este tiempo, Leguía fortaleció al Estado, inició la modernización del país y emprendió un vasto plan de obras públicas. Sin embargo, su gobierno también fue marcado por la corrupción, el atropello de las instituciones del Estado y el entreguismo total al capital extranjero. En este ensayo, se argumentará que el Oncenio de Leguía fue un período de gobierno que tuvo tanto aspectos positivos como negativos para el país. Se explorarán estos aspectos en mayor detalle para entender mejor este período histórico en Perú.

Desarrollo

Autoritarismo: El gobierno de Leguía es descrito como una dictadura cívica. Se caracterizó por un estilo de gobierno autoritario, con un desplazamiento del civilismo como fuerza política predominante y un culto a la personalidad. Leguía inspiró a los gobernantes de su país hacia un autoritarismo y permanencia en el poder; inspiró a los gobernantes a anular las propuestas y organizaciones no acólitas a su persona y gobierno; inspiró a hacer obras sin importar los medios ni los costos, sólo el “quedar bien”. Aunque este estilo de gobierno puede haber permitido una mayor eficiencia en la toma de decisiones y la implementación de políticas, también limitó la participación ciudadana y la libertad de expresión.

Populismo: El Oncenio de Leguía también es descrito como populista. Aunque no se especifica directamente su relación con los sectores marginados y las clases medias, el populismo generalmente implica políticas orientadas a atraer a las clases trabajadoras y medias. Leguía fortaleció al Estado, inició la modernización del país y emprendió un vasto plan de obras públicas, financiadas mediante empréstitos y cuyo fin inmediato fue festejar apoteósicamente el Centenario de la Independencia del Perú en 1921. Estas políticas pueden haber beneficiado a estos sectores de la población, pero también pueden haber sido utilizadas para ganar apoyo político sin abordar las causas subyacentes de la desigualdad.

Capital norteamericano: Durante el Oncenio de Leguía, hubo una gran apertura al capital extranjero, especialmente al estadounidense. Este gobierno se resume en entreguismo total al capital extranjero. Se dio un gradual, pero contundente desplazamiento del capital británico por el norteamericano. Con este gobierno, el Perú se convirtió en satélite del capital de EE. UU., ante la crisis del capitalismo inglés después de la Primera Guerra Mundial. Aunque esta apertura al capital extranjero puede haber impulsado el desarrollo económico del país, también puede haber generado dependencia y vulnerabilidad ante las fluctuaciones del mercado internacional.

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