Origen Del Ejercito Mexicano
Enviado por uhzzias • 23 de Junio de 2014 • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 389 Visitas
CAPÍTULO PRIMERO
DESARROLLO.
Primera Sección.
Creación del Ejército.
Subsección A.
Antecedentes del día del Ejército.
El Ejército Mexicano es el nombre que recibe el organismo encargado de la defensa del Estado Mexicano, con una estructura definida de acuerdo con sus necesidades y posibilidades.
Este Ejército nacido de las entrañas del pueblo se institucionalizó debido a diferentes cambios políticos y el surgimiento de diversos planes y proyectos de nación consecuencia de la revolución mexicana.
Para hablar de la conmemoración del Día de Ejército es necesario conocer sus orígenes, de igual forma, remontarnos a los primeros antecedentes de las conmemoraciones encontrados en la historia, entre los cuales podemos citar los siguientes:
Las costumbres ancestrales de la colonia nos impusieron el hábito de celebrar los santorales, en un principio el 24 de junio día de San Juan fue consagrado por el pueblo para honrar al Ejército, ya que al soldado, se le adjudicó el seudónimo cariñoso de “Juan”, simbolizando en este nombre genérico, al anonimato popular que lo integra.
El 27 de abril de 1932, se señaló como el día del soldado, eligiéndose esta fecha para recordar el gesto heroico de Damián Carmona, el 27 de abril de 1867, en el sitio de Querétaro, donde se enfrentaban las Fuerzas Republicanas del Presidente Benito Juárez contra las Fuerzas imperiales de Maximiliano de Habsburgo, encontrándose de centinela en el cuartel del 5° escuadrón de carabineros de San Luis, al impacto de una granada que le destruyó el arma, sin moverse de supuesto, exclamó de inmediato la frase que el pueblo ha inmortalizado: “Cabo de 4°, otro fusil, estoy desarmado...”
Las conmemoraciones del Día del Ejército tienen su origen en el decreto del 22 de marzo de 1950; sin embargo, para poder analizar dichas conmemoraciones es necesario conocer los documentos que estipulan la creación del actual Ejército Mexicano, por lo que se analizará el Decreto 1421, el Plan de Guadalupe y los Tratados de Teoloyucan.
En febrero de 1913, el país vivía tiempos de incertidumbre. El General Victoriano Huerta había ordenado detener y asesinar al Presidente Francisco I. Madero y al Vice-Presidente José María Pino Suárez.
El Decreto 1421, proclamado el 19 de febrero de 1913 por el soberano Congreso de Coahuila de Zaragoza, en el que se estipula la organización de fuerzas armadas para restablecer el orden en el país.
Ese día, Don Venustiano Carranza envió una carta excitativa al XXII Congreso Constitucional de Coahuila, para que decida la actitud a tomar, ya que a su juicio, el Senado carecía de autoridad constitucional para nombrar Presidente de la República, se emitió un dictamen apoyando a Carranza en su determinación y propone publicar un decreto para que se desconozca al General Huerta como Presidente de la República y al mismo tiempo hacer un llamado a las armas, para formar un Ejército que sostuviera el orden constitucional de la República, como norma invariable de vida en que impere la seguridad jurídica, para alcanzar y mantener la ansiada libertad de los mexicanos.
Carranza promulgó de inmediato el decreto y lo envió al General Huerta, este documento histórico puede calificarse como el “acta de nacimiento” y base legal del actual Ejército.
En el primer artículo de dicho decreto se desconocía al General Victoriano Huerta como Jefe del poder ejecutivo de la República y todos los actos y disposiciones que dictara con ese carácter.
En el segundo artículo se concedían facultades extraordinarias al ejecutivo del estado, para que suprimir las leyes y disposiciones que crea convenientes, y que se procediera a armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la República.
Además, se invitaba a los gobiernos de los demás estados y a los Jefes de las Fuerzas Federales Rurales y auxiliares de la federación para que apoyaran este movimiento.
Quedaron sentadas así las bases para el surgimiento de un Ejército Popular, nacido de las entrañas mismas del pueblo, al tener origen en diferentes puntos del país, modificando radicalmente la estructura militar de la nación.
Subsección C.
El Plan de Guadalupe.
El Plan de Guadalupe, elaborado en la hacienda del mismo nombre el 26 marzo de 1913 y decretado por el gobernador Venustiano Carranza, es el documento en cual las fuerzas armadas adquieren el nombre de Ejército Constitucionalista y se nombra a Carranza como Primer Jefe.
En el plan se ratificaron las bases para crear un Ejército como lo conocemos actualmente y el señor Venustiano Carranza aceptó el cargo como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y a todas las partes del referido plan, la lucha de este Ejército permitió la promulgación de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 que aún nos rige.
Subsección D.
Los Tratados de Teoloyucan.
Los Tratados de Teoloyucan, firmados el 13 de agosto de 1914, por el General Álvaro Obregón en representación del gobierno y del Ejército Constitucionalista; el General Gustavo A. Salas representando al Ejército Federal, y el Almirante Othón P. Blanco por la Armada Nacional.
Sobre la salpicadera de un automóvil y bajo la sombra de un árbol, el 13 de agosto de 1914 se firmaron los tratados de Teoloyucan, en las afueras del poblado que le da el nombre, en ellos se estipularon los lineamientos para entrada del Ejército Constitucionalista a la Ciudad de México y la disolución del Ejército Federal.
Con la firma de estos tratados se obtuvieron los ideales trazados en el Plan de Guadalupe, al decretarse la disolución del Ejército Federal, quedó de manifiesto el triunfo del Ejército Constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza, quedando este Ejército como única fuerza armada del Estado Mexicano con carácter de nacional.
Fueron los Generales Álvaro Obregón y Lucio Blanco, por condición de Venustiano Carranza, primer jefe de la revolución, quienes presentaron a Eduardo Iturbide (gobernador del Distrito Federal) y al General José Refugio Velasco (Secretario de Guerra y Marina) del presidente interino Francisco S. Carbajal, las condiciones para la entrega pacífica de la capital del país.
La firma de estos tratados pusieron fin al régimen Huertista en Teoloyucan, Estado de México, y con ello se cumplieron los objetivos de la revolución constitucionalista plasmados en el plan de Guadalupe.
La Constitución Política promulgada el 5 de febrero de 1917, convirtió
...